El Real Madrid ya ha llegado. El equipo blanco acabó empatando anoche en el Santiago Bernabéu ante el PSG, pero el encuentro, a los puntos, ratificó las buenas sensaciones cosechadas en este último mes de competición. Por suerte, el fútbol sigue siendo fútbol en cuanto a ser una de las disciplinas deportivas que más cosas exigen además del mérito. Y por ello mismo, seguramente, el Real Madrid no acabó ganando anoche. Pero el sabor del empate para los de Zinedine Zidane no es tan amargo, teniendo en cuenta que, con la clasificación ya asegurada antes de empezar el partido, peor que el resultado fue la lesión de Eden Hazard en la segunda mitad. El futbolista belga atraviesa por su mejor momento desde que llegó el pasado verano. Y esta lesión puede ser un frenazo importante para el futbolista. Y, lo que podría ser aun peor, para la mejoría colectiva que ha tenido el equipo a nivel táctico.
Isco Alarcón cuajó una gran primera mitad por detrás de Eden Hazard y Karim Benzema
Zinedine Zidane decidió romper por sorpresa con su 4-3-3 para recuperar una especie de rombo con Isco por detrás de los dos delanteros. Y el malagueño respondió con creces a la oportunidad. Recibiendo siempre -ha de insistirse nuevamente en ello: siempre- por delante de la línea del balón, moviéndose a uno y otro lado para caer a los costados e incluso posicionándose por delante de Kroos cuando el alemán iba abajo en la fase de iniciación, Isco fue durante muchos minutos el mejor antídoto ante el principal recurso ofensivo del PSG de Di María y Mbappé. Incrementando la calidad de la posesión a través de sus recepciones entre líneas, ofreciendo continuas opciones de pase dentro de los tres carriles y alimentando, en definitiva, el flujo creativo de un equipo que ha mejorado mucho en este aspecto, el malagueño fue más causa que consecuencia del nivel del colectivo durante los primeros 45’.
Si bien es cierto que el Real Madrid fue de más a menos en la primera mitad, y que el PSG tuvo ocasiones claras durante la misma cada vez que pudo correr dentro y fuera del carril central, los treinta minutos iniciales de los de Zidane en el encuentro fueron para mojar con pan. Con un ritmo de circulación bastante rápido, dinámico y vertical, ocupando todo el ancho del campo con una distribución que fijaba a los dos laterales por fuera para ganar amplitud, escalonaba a los dos interiores, uno más arriba (derecho) y otro más abajo (izquierdo), y otorgaba bastante libertad posicional a los tres jugadores más adelantados (Isco, Hazard y Benzema), el Madrid dejó una media hora arrolladora en cuanto a fútbol. Por calidad pero también por cantidad. Un tramo del partido en el que el PSG, con Icardi como primera referencia ofensiva/defensiva, se vio obligado a ceder muchos metros en el campo.
La entrada de Neymar y el protagonismo de Marcelo cambiaron la segunda mitad para sus equipos
La entrada de Neymar reactivó al PSG en el partido. Jugando por dentro, ejerciendo de mediapunta en el 4-2-3-1 que decidió adoptar Tuchel con la salida de Gueye, el brasileño organizó el sistema del PSG a partir de su pie derecho. Con Mbappé en izquierda y Di María en derecha, a la inversa de como habían empezado el encuentro pero respetando las posiciones con las que habían llegado al descanso, el cuadro parisino encontró en el envío de Neymar sobre Mbappé, que retó varias veces a Carvajal en velocidad en este sector, su principal vía de profundidad en campo contrario. Un efecto que el Real Madrid consiguió ‘desinflar’ mediante el posicionamiento de Marcelo, su lateral zurdo, en 3/4 de campo.
Zinedine Zidane acabó la noche con Bale (izquierda) y Rodrygo (derecha) en los costados y Modric, que ingresó por Valverde, como interior a pie natural. Con Marcelo muy alzado en el sector zurdo, pisando constantemente el pico del área de Keylor Navas, llegando hasta línea de fondo y cargando la zona de remate de manera lateral, aun con el galés jugando con su pierna más hábil, Benzema, más allá del momentáneo dos a cero, fue el otro gran protagonista del Real Madrid en la segunda mitad. Muy abierto en la derecha, por delante de Carvajal y aprovechando que el equipo no tenía un extremo puro en la demarcación hasta la posterior entrada de Rodrygo, el futbolista francés fue elemental por la cantidad de tiempo y espacio que le brindó al equipo a través de sus recepciones en la banda. Sin embargo, con Draxler y Sarabia ya sobre el campo, y sin Valverde, Isco y Hazard sobre el mismo, el PSG acabó dinamitando el partido en la recta final, en una exhibición de fuerza en la que el Real Madrid -que remató más del doble de veces que su contrario: 28×13- no quedó bien parado en ninguna de las áreas.
Andrés Madrid 27 noviembre, 2019
Y Hazard se lesionó. Por más que duela, nada se puede hacer. Que haría yo ahora? Lo tengo clarisimo: Rodrygo a banda izquierda.