El Real Madrid completó ayer en Balaídos su mejor partido en bastante tiempo. Antes y después de la expulsión de Luka Modric el equipo blanco consiguió competir ante el Celta de Vigo a partir de dos posicionamientos muy bien diferenciados: uno algo más pragmático, protegiendo su ventaja inicial en el marcador a partir del espacio y no con el esférico, y un segundo más proactivo, ya en inferioridad numérica, cuando consiguió juntarse más y mejor en torno a la pelota en campo rival. Una actuación muy madura, en líneas generales, tanto en lo individual como en lo colectivo, que, si bien no fue del todo perfecta, pues el Celta se estrelló varias veces contra un inspiradísimo Courtois bajo palos, sí le podrá servir al Real Madrid para ganar confianza. Por la victoria en sí, que falta le hacía. Por la actuación general, colectiva e individual. Y porque por primera vez en mucho tiempo, aunque a estas alturas tan solo sea algo anecdótico, ve desde arriba al FC Barcelona en la clasificación.
Gareth Bale fue una amenaza constante desde el costado derecho
Uno de los nombres propios del partido fue, sin lugar a duda, el de Gareth Bale. El galés arrancó el partido desde la derecha, como extremo a pie cambiado en el 4-3-3 de Zidane, y su actuación estuvo muy en consonancia con el nivel que ha lucido en pretemporada. Muy activo en todo momento, tanto con la pelota como sin ella, corriendo a presionar en el arranque sobre el lateral izquierdo en cada salida de balón del Celta, participando mucho con su mejor pierna, desocupando en ocasiones la derecha para intervenir por dentro y hasta por el perfil opuesto, como en el 0-1, y muy implicado en el retorno defensivo, ayudando a Odriozola en su uno para uno con Denis Suárez, demostró ayer que, por calidad y condiciones, cuando física y mentalmente está bien, sigue siendo a día de hoy uno de los jugadores más diferenciales del planeta Tierra.
El Real Madrid decidió proteger su ventaja en el resultado desde el espacio, replegando en un 4-1-4-1 muy ordenado, cerrando las líneas de pase y no metiendo la pierna antes de tiempo. Y la decisión, a pesar del enorme riesgo que entrañaba un hipotético gol del Celta, más que por el resultado por la reacción que hubiese tenido el equipo a nivel físico y psicológico, fue en cierto modo coherente con el plan marcado: simplificaba procesos. Lanzaba a Bale al espacio. Y, en suma, dejaba que fuese el Celta quien debiese encontrar la forma de llegar hasta Courtois sin errar ni precipitarse a lo largo de todo el proceso. Un guion que a punto estuvo de girar poco antes del descanso. Y en el que Denis Suárez desde la banda, emparejado constantemente con Odriozola -al que hizo sufrir mucho-, junto al apoyo de Iago Aspas entre líneas, fue el único argumento -más individual que colectivo, dicho sea de paso- que el Celta expuso en los primeros 45′ para tratar de girar al Real Madrid.
Con 10, el Madrid empezó a juntarse más y mejor con el balón
Ni Escribá ni Zidane tocaron sus banquillos al descanso, pero el Madrid sí se vio obligado a reajustar su pizarra tras la temprana salida de Modric. El equipo, que hasta entonces se había organizado en un repliegue medio-bajo, movió más y mejor el balón detectando los espacios que el Celta le iba proporcionando en su transición defensiva. Ensanchando por fuera con los laterales -Odriozola y Marcelo-, conectando con Benzema por dentro y defendiendo hacia delante, queriendo recuperar muy arriba como consecuencia de su posicionamiento en campo contrario, el obús de Toni Kroos desde fuera del área fue una losa para un Celta que, a pesar de la desventaja, había vuelto a probar a Courtois desde el área pequeña. Tiempo tuvo el Real Madrid para juntarse por izquierda con Isco -que entró en el lugar de Bale, una vez Lucas ingresó por Vinícius-, Marcelo y Benzema en una demostración de talento que, además del 0-3, expuso la enorme calidad técnica de esta plantilla. En lo colectivo y en lo individual, empezando por Bale y acabando por Courtois, y pasando por otros como Kroos y Benzema, el Madrid cosechó ayer una victoria de gran valor físico y mental. Madura. Y de las que ‘dan tiempo’ cuando más se necesita.
Andrés Madrid 18 agosto, 2019
Mucho énfasis hago en que después de mucho tiempo el Madrid compitió, y demostró seguridad en sus acciones.
Ahora que sabemos que Bale se queda, creo que hay que hacer todo lo posible para que Gareth juegue los partidos más importantes del año. Ya sabemos que no puede ser el discurso para una temporada, pero para los momentos claves, en condiciones, en el mundo no existen 5 futbolistas más dotados que él.