Cuando el Atlético de Madrid perdió por primera vez a Filipe Luis, en el verano de 2014, sabía lo que se estaba marchando. Un futbolista imposible de reemplazar, tanto en nivel como en características. Uno insuperable en el uno contra uno o el dos contra dos; un constructor de juego en campo contrario con una influencia directa y profundísima en la salida de balón y en la interacción de otros actores que se pegaban al brasileño porque allí estaba buena parte del sentido común del juego rojiblanco. Y como también se había ido Diego Costa, el juego del Atlético de Madrid cambió por completo. La salida de balón se traspasó a la banda derecha y la creación de ventajas, también. Ahora, con la marcha de Lucas, Filipe, Griezmann y Rodri, el juego del Atlético volverá a cambiar.
Los laterales rojiblancos, en consonancia con el tipo de central y mediocentro fichados, podrían ‘obligar’ a Simeone a exteriorizar su ataque con mucho centro lateral
En aquella ocasión, la llegada de Ansaldi, Siqueira y Manduzkic, llevó al técnico argentino a darle un peso fundamental en el juego a sus laterales. Lejos aún de darse la explosión de Griezmann, que coincidiría con la vuelta de Filipe y un trasvase hacia el carril central, el sistema colchonero se bifurcó hacia los costados; el juego fue, más que nunca, exterior. Aunque el calibre no era par, pues Juanfran era más importante que su homólogo izquierdo, los dos laterales se encargaban de subir a la vez y de centrar incesantemente hacia la cabeza del croata y de su compañero, Raúl García, titular en los primeros meses mientras Antoine Griezmann hacía pie. Es aquel equipo un punto de partida que puede servir para entender el potencial valor de dos jugadores que por encima de todo necesitarán una completa adaptación a muchas cosas, indispensable para relativizar las virtudes que les describen.
La primera de ellas, no sólo a título individual, sino compartida como idea base del verano del Atlético de Madrid, es imponer un tipo de ataque basado en el ritmo alto; cambiar de ritmo a las jugadas. Y es que las piernas de Lodi y Trippier, con balón o sin ellas, necesitan moverse mucho, ser directas, ganar espalda de su par y generar mucha dinámica con sus intervenciones. Si Filipe Luis hacía de la pausa y la técnica su lugar en el fútbol europeo, lo que intenta transmitir el nuevo proyecto de Simeone, de la mano del ímpetu de sus nuevos carriles, será superar por ritmo a la defensa del rival. La perdida de Griezmann, hasta nuevo aviso, deja sin tanta jerarquía el juego por dentro, lo que podría llevar al Cholo, viendo los mimbres que ha adquirido entre pivotes y centrales, a exteriorizar el volumen ofensivo, nutrir a sus puntas de centro lateral y después empujar con sus medios y centrales para ganar la segunda jugada y reiniciar el juego a través de una presión tras perdida originada tras mucho envío exterior.
Lodi es más individual con balón, mientras Trippier saca partido de su diferencial golpeo de balón
El golpeo de balón del inglés en el centro al área y la profundidad y desborde del brasileño prometen, de llegar la fundamental adaptación al entorno táctico y específico, desnivelar una balanza que tendrá en la retaguardia un constante termómetro de la salud colectiva. Ambos jugadores echan en falta conceptos y continuidad defensivas que tratarán de camuflarse desde el comportamiento del equipo hasta lograr el 1-0 y de la respuesta posterior, que seguramente vuelva a conformar un repliegue continuado en el que más energías, lecciones y sabiduría deberá imprimir su técnico para lograr que sus laterales muestren la firmeza necesaria para las exigencias competitivas del lugar al que llegan. Simeone confía en sí mismo para encargarse de ciertas lagunas mientras confía en las razones que han llevado a Renan Lodi y Kieran Trippier a, quien sabe, si encabezar buena parte del juego ofensivo de su nuevo club.
Jay Monty 24 julio, 2019
"El golpeo de balón del inglés en el centro al área y la profundidad y desborde del brasileño prometen, de llegar la fundamental adaptación al entorno táctico y específico, desnivelar una balanza que tendrá en la retaguardia un constante termómetro de la salud colectiva"
En esta frase se resume todo lo que pueden ser y el camino que tienen que atravesar para conseguirlo. Lo que son y lo que tienen que ser.
He de decir que me parece mucho más importante la "rápida" adaptación de Lodi que la de Trippier. En izquierda el Atlético solo tiene a un lateral capacitado para profundizar por ese costado, Lodi, complementado con la polivalencia de Saúl, Hermoso y Montero, pero que no son laterales puros.
En este sentido, no sé que impresiones tenéis de Hermoso como LI, yo, la verdad, es que no le he visto nunca jugar en esa posición y, aunque todo el mundo habla de él como un posible LI, no he escuchado a nadie hablar de sus características en este puesto.
Teniendo claras las cualidades de Lodi y Trippier en ataque, ¿cómo creeis que funcionarían mejor en defensa? ¿Repliegue bajo, requiriendo mucha concentración (ahí Trippier ya ha pecado mucho)? o ¿defensa alta, presionante pero que deja mucho espacio a la espalda?