Los que fueron estrellas de la Liga | Ecos del Balón

Los que fueron estrellas de la Liga


Nuevamente, los equipos de la Liga española han encontrado múltiples caminos para construirse. La diversidad sigue siendo una de las señas de identidad del campeonato nacional, que ha vuelto a encontrar propuestas muy diferentes y amplias en el abanico tan ancho y profundo del espectro táctico. Sin embargo, muy pocos de esos proyectos han logrado una regularidad y continuidad como para pensar que ha sido un campeonato de nivel alto. Equipos redondos, cercanos a su pico más alto en el diagrama liguero, apenas se han contado. La solidez del Barcelona puede constar como aval y garantía, mientras el Getafe ha protagonizado la temporada más brillante y particular, pero ningún equipo más logró dejar la huella que por capacidad e ideas prometieron en el arranque. Ha costado encontrar certezas a nivel colectivo que durante 38 jornadas crearan marcas. Sí las hubo por tramos -Betis, Alavés- pero la campaña no encontró sistemas perdurables en la memoria.

Algo similar ocurrió a nivel individual. Las estrellas de la Liga o bien brillaron en soledad, sin sentirse acompañados del todo, o bien quedaron sumergidos en las dificultades colectivas. Resaltar los nombres elegidos responde, en cierto modo y en algunos casos, al valor que supuso su increíble calidad como argumento para exponer los problemas de su equipo.

Messi y Alba fueron tan indefendibles como fructíferos. Su sociedad es la jugada de la Liga

Lionel Messi & Jordi Alba. La conexión de la Liga en el últimos lustro y seguramente de esta década. La paulatina regresión física del campeón en lo concerniente a la plenitud y desborde de sus piezas de ataque, más allá del fulgurante mes y medio protagonizado por Ousmane Dembélé entre enero y febrero, contrasta y queda mitigado por el valor táctico de una conexión que surgió, años atrás, perfeccionado y milimétrico con la convivencia y la calidad de sus protagonistas, como contestación a la capacidad de Messi para atraer atenciones, a la ausencia de profundidad propia y planteamientos rivales y al innato e indefendible timing de Alba para soltar el aire contenido en cada recepción del argentino. La jugada es simple y se explica muy fácil, pero encierra una solución que ningún entrenador culé ha obviado para crear ocasiones de gol. La fluidez y frecuencia del pase combado, siempre preciso para caer en la bota de Alba en relación a la velocidad del lateral, y las rentas que devuelve si el oponente decide multiplicar esfuerzos y ajustes para defenderla, otorgan al Barcelona las blancas sobre el tablero. Un pase que elimina dos líneas, que gira a la defensa en tres momentos de la jugada para que, mirando al balón, nunca mire a quien está incorporándose desde atrás -Messi fija, Alba rompe; Jordi recibe miradas; Messi llega solo-.

Benzema fue más estrella que nunca, justo en el contexto menos recomendable para intentarlo

Karim Benzema. La historia del francés cobra valor por las circunstancias. Tras la marcha de Cristiano, su responsabilidad estuvo relacionada, más que nunca, por los atributos puramente individuales. El galo asumió con naturalidad, siendo un máster diferencial en su currículum a la hora de analizar su carrera y su talento, que debía facilitarle las cosas a todo el mundo mientras se comprometía a estrechar todas las distancias que nacían de la marcha de Ronaldo y de la debilidad de la plantilla para agredir y materializar. La historia de Benzema, única en su carrera, desde cualquier punto de vista, cambió las sombras y las minúsculas por las cifras y los focos, sin dejar de lado el manantial de fútbol que siguió presente entre las dudas de Lopetegui, las rígidas particularidades de Solari y la evaporación de muchos de sus socios en las tareas más colectivas. Cuando menos recibió, Benzema se sintió más protagonista que nunca en su carrera.

Oblak no fue la parada puntual, sino el sustento del sistema, un matiz que lo cambia todo

Jan Oblak. Caso parecido al del francés, en silencio y como parte de una personalidad de infantería, el esloveno fue el índice y el ensayo de un equipo involucionado. El Atlético de Madrid perdió muchas de las referencias tácticas y competitivas que le hicieron ser el papel de calco para quien quisiera defender su área, su parcela y su portería. Ser guardameta del Atlético de Madrid del ciclo Simeone no sólo prometía tardes plácidas por más que el rival tuviera la pelota, sino un disfrute como mejor espectador de una fase defensiva modélica en su funcionamiento: vigilancias, concentración, armonía, ajustes, dominio del espacio, obstrucción de líneas de pase. Ser portero del Atlético de Madrid en la 2018-2019 conllevó ser protagonista, ser una estrella. Ser principal argumento y culpable de las cifras encajadas por el equipo. Jan Oblak no fue la guinda en días importantes, sino el pastel de un equipo que en el centro al área y en el segundo palo abrió más ventanas de la cuenta.

Parejo se inventó un cambio de dinámica y de mentalidad: para él no arriesgar era el riesgo

Dani Parejo. La figura de Dani Parejo fue la imagen de una resurrección. Al Valencia se le habían saltado todas las costuras, y a Parejo no se le ocurrió otra cosa que salir adelante, por más que la precariedad estuviera a punto de llevárselo todo. Marcelino y su Valencia quedaron sumisos en una dinámica muy dura, de difícil maniobra, con una plantilla que no encontraba relevos para reproducir el sistema si el triángulo de oro fallaba. El ‘9’ no supuso un salto de nivel, la banda derecha careció de sentido y el gol y el juego no podían darse, el uno al otro, pie para cambiar las cosas. El jugador que puso el pie para dar pie a un cambio de dinámica, fue Dani. Su insistencia para seguir haciendo las mismas cosas cuando a su alrededor se perdió la movilidad, la iniciativa y la confianza en uno mismo, fue encomiable. Parejo continuó dando un pase vertical, otro horizontal y un cambio de orientación. Su valor como estrella fue creer en la recuperación anímica a través de constantes futbolísticas. Se multiplicó en la organización, arriesgó cuando cada perdida de balón significaría más ansiedad y lideró un cambio de mentalidad con tal de no desfallecer. Dos meses de brazadas en el océano.

Molina siguió siendo lo que siempre fue para el Coliseum sumando más goles que nunca

Jorge Molina. Pepe Bordalás, sobre el papel, no parece un aliado para un tipo de 37 años que carece de velocidad. El sistema construido por el técnico alicantino no potencia a una individualidad concreta. No hay jugadas preestablecidas que lleven a su ‘9’ a la zona de remate, no hay un trabajo previo que permita al delantero centro a hacer lo que se le presupone como especialista. El ‘9’ del Getafe no puede esperar en el área, tiene que posibilitar su propio bienestar en el proceso. Molina fue en esta temporada la perfecta descripción de que el fútbol es espacio, tiempo y engaño por más que los recursos individuales y técnicos permitan saltarse muchos pasos. En ausencia de atributos concretos para recibir al pie e inventarse acciones diferenciales, Jorge Molina puso todo en columna, comenzó a sumar y terminó ofreciendo las mejores cuentas de su vida. 14 goles, una importancia descomunal en las transiciones y una puntualidad técnica demoledora en cada campo del país. No fue por tanto y sólo un valor para su entrenador sino un castigador para la resistencia de sus rivales.


11 comentarios

  • AArroyer 14 mayo, 2019

    ¿Debatimos sobre estas o sobre vuestras estrellas de la Liga? No ha sido una temporada que haya facilitado las cosas a las individualidades, al menos durante toda la temporada. Condición de estrella, como tal, tienen muchos en la Liga, pero ha habido pocas que hayan podido demostrarlo, ¿no?

    ¿Cuáles serían las vuestras? :)

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  • theblues 14 mayo, 2019

    Estoy de acuerdo con vosotros en que ha sido una Liga, a nivel individual, un pelin mas floja que otras. Messi aparte (el mejor jugador de la Liga 2018/19 con una diferencia abismal sobre el siguiente), ningun jugador ha completado una temporada realmente brillante. Si que ha habido jugadores que han tenido tramos de temporada muy buenos, como Parejo y Benzema o, por mencionar dos que no estan arriba, Iago Aspas y Jony.

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  • AArroyer 14 mayo, 2019

    @theblues

    Yo creo que ha sido consecuencia, o en ida y vuelta, de las dificultades colectivas de los equipos que sobre el papel más podían potenciar a sus mejores talentos. Real Madrid y Atlético de Madrid no han encontrado sistema para integrarlos, Sevilla lo logró con sus delanteros centro pero se cayó por el camino, el Betis les dio mucho peso a sus interiores -Lo Celso y Canales, y crecieron mucho pero también se interrumpió todo. Y después, los equipos más optimizados no tienen grandes jugadores para destacar, mientras los que lo tenían -Celta, Villarreal-, no tenían sistema. Año de transición en España, en mi opinión.

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  • fernandojb 14 mayo, 2019

    A mi como figura que ha respondido a su rol Messi. Benzema ha realizado una muy buena temporada, es un jugador con cosas únicas pero como crack tampoco diría, porque al final en los partido importantes no ha podido ser clave.

    En cuanto a jugadores que a mi me gustan y que han rendido , diria Dgene , Marc roca, y borja iglesias y kondogbia.

    Especial mención para el despegue de Williams , creó jugador a cuidar y que debería ir a la selección y la aparición de vinicius.

    Iran apareciendo nombres pero me quedo con estos.

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  • JJS 14 mayo, 2019

    Para mi, además de los ya mencionados en el artículo, este ha sido el comienzo de la explosión de Williams y Oyarzabal.

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  • AArroyer 14 mayo, 2019

    @JJS

    Apuntados quedan. A las apariciones/revelaciones/confirmaciones les dedicaremos otro texto en los próximos días. Está cocinándolo Adri :)

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  • Faetón 14 mayo, 2019

    Sarabia?

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  • Boris_pina 15 mayo, 2019

    @Permafrost
    Hombre inclusive se podría decir es normal que te pegaran, es una apuesta muy grande diria que demasiado vas a vender al único verdaderamente TOP para poder revitalizar a tu equipo, sin la garantía que funcione mas dinero no es igual a mejores fichajes, con el antecedente de que pocas piezas fichadas en el ultimo lustro han rendido al nivel que se esperaba. Además de eso luego a quien fichas que se amolde esas características que nombras el nro 3 del mundo en esa posición ha tenido su peor temporada en años y precisamente su debilidad es el juego aéreo, luego no se me ocurre ninguno en el top ten que este en el mercado o que el atlético pueda llevar a cabo su fichaje sin gastarse lo de Oblak mas Griezmann.

    En cuanto Benzema este ha sido su mejor final de temporada desde la liga de Mourinho y su 2da mejor en cuanto a estadísticas es lamentable que el Madrid no haya sido capaz de dar con la estructura necesaria para poder aprovechar el momentum del francés y meterse en la lucha por los títulos, porque ya es bastante obvio que pese a ser un delanterazo Karim no es capaz de alcanzar las cuotas de goles del mejor Suarez,Falcao o Diego Costa quienes mantenían a sus equipos vivos ellos solos.

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  • Gato 16 mayo, 2019

    Apenas escribo por aquí…pero la ausencia de Marc-André ter Stegen me sorprende y me anima a ello.
    El paradigma del portero moderno.
    El mejor, en una liga en la que no estamos "cojos" (Courtois, Oblak…).

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  • Gato 16 mayo, 2019

    Y ya que me animo…un recuerdo para una estrella que ha brillado por momentos: Joaquín.

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  • ruqueyo 19 mayo, 2019

    Bueno, yo individualmente echo de menos a Iago Aspas, que individualmente ha sido el que ha mantenido a flote al Celta, ya que con su lesión el Celta cayó en picado hacia el descenso peligrosamente.

    Otro jugador que ha sigo estelar en un equipo muy limitado es Stuani, que él solito ha mantenido a un Girona con opciones de permanencia, y hasta en algún momento se llegó a soñar con algo más que la permanencia. Este Girona sin el uruguayo, habría estado en segunda hace varias semanas.

    Ben Yedder en el Sevilla ha hecho muchas actuaciones estelares, que después de un inicio titubeante, se ha convertido sin duda en la referencia ofensiva del Sevilla. André Silva empezó ilusionante, pero pronto se desinfló.

    De Tomás ha destacado con mucho en un pobre Rayito. Sin las memorables actuaciones de RDT la actuación del Rayo este año habría sido sonrojante.

    Lo Celso ha sido la mejor noticia de una temporada para un Betis que se iniciaba ilusionante, que transcurrió ambiciosa y que ha terminado siendo frustrante. Un jugador que llegó a Sevilla en silencio, pero que pronto empezó a dar lo mejor de sí mismo y dejar unas señas de calidad muy grande. Ya lo tienen en propiedad, y o harán este verano un buen negocio con un traspaso, o tendrán un gran jugador para la campaña que viene.

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