Todo por la franja | Ecos del Balón

Todo por la franja


El Rayo Vallecano volvió a ganar en Vallecas tras más de dos meses. El cuadro de Paco Jémez, que ya dejó muy buen sabor de boca ante el Real Betis y la SD Eibar, se impuso ayer al Valencia haciendo alarde de -los ya conocidos- conceptos de su nuevo técnico. Manteniendo el 4-1-4-1 que ya utilizó ante Quique Setién y José Luis Mendilibar, a pesar de la ausencia de Medrán y de las novedades de Tito y Embarba, que actuaron como lateral izquierdo e interior derecho respectivamente, apostando por una circulación vertical y tratando de ensuciar la salida de su rival adelantando su defensa a la divisoria, el Rayo lució más músculo mental que físico.

Paco Jémez cambió muchas cosas (en lo táctico) ante el Valencia

Respetando el sistema con respecto a las dos anteriores jornadas, el Rayo demostró que además de una forma a la pizarra se le empieza a atisbar un fondo. Con los dos centrales completamente abiertos en salida de balón, situados de manera paralela al área y entre sí, el equipo madrileño volvió a optar por emplear a su mediocentro, Mario Suárez, en una zona muy próxima a la frontal para afincar así una primera superioridad numérica (3×2) ante la doble punta de los de Marcelino. De esta forma, con los laterales dotando de amplitud al sistema desde una posición más adelantada, a caballo entre los centrales, los interiores -que secundan el movimiento hacia atrás de su pivote- y los extremos, la primera intención de Paco Jémez ha sido construir un mecanismo con diferentes alturas, distinguiendo roles dentro de una misma posición, mediante el cual intenta que el Rayo progrese siempre en vertical, para que sea a partir de los interiores donde logre acelerar.

Sin Medrán -ausente por motivos de contrato-, el comportamiento del mediocampo fue diferente al de la visita verdiblanca y el desplazamiento a Ipurua. El cordobés ha jugado los dos anteriores partidos como interior derecho, cumpliendo con un rol más horizontal -ofreciendo el pase de seguridad sobre Mario Suárez- que el de Pozo -movimientos más verticales- desde el otro perfil. Con Embarba, esta ocasión, en lugar de Medrán, el Rayo ganó un elemento de profundidad en mediocampo, muy agresivo a la hora de conducir y agredir el doble pivote valencianista, al tiempo que, por otro lado, perdió un punto de control en sus posesiones. Así las cosas, dado lo mucho que le costó instalar su modelo en campo contrario, el paisaje de los primeros 45’, seguramente mucho más dividido de lo que le hubiese gustado a ambos técnicos, llevó a poner el foco en los dos extremos, que esta vez -también ellos- cambiaron su ‘comportamiento’ en referencia a los últimos partidos.

Raúl De Tomás sigue enchufadísimo: dentro y fuera del área

Jugando desde el inicio a pierna natural y no cambiada, que es como jugaron en las dos últimas jornadas, Jémez optó por Álex Moreno -izquierda- y Bebé -derecha-; algo que, si bien podría haberse entendido como una medida para cargar el área de forma exterior de un modo más práctico, cambió tras el descanso, volviendo a situar a los dos extremos en la banda opuesta a la que representa su esencia. Buscando el envío al área con o sin necesidad de recorte previo, el Rayo Vallecano volvió a cargar todas sus aspiraciones en su delantero centro. Raúl de Tomás es un ‘nueve moderno’ que controla muy bien el librillo del ‘nueve clásico’.

Con capacidad para ver y comprender cuándo -y cómo- debe acercarse a la pelota y dónde tiene que permanecer lejos de ella para atacar la zona de remate, el madrileño es, por suerte para los suyos, un delantero que tiene muchos más recursos que su remate en el área. Con un primer control muy limpio técnicamente, con el que es capaz de superar a su par en espacios reducidos, con una buena lectura en el apoyo y con un golpeo de balón bastante preciso, tanto para chutar, como para cambiar la orientación del juego o simplemente combinar en corto, el ‘9’ de este Rayo Vallecano es todo lo que necesita arriba la pizarra de Paco Jémez. Y lo que necesita su equipo para pelear sin guantes, que es como se compiten todas las salvaciones. Y más a estas alturas del combate.


6 comentarios

  • AArroyer 7 abril, 2019

    Raúl de Tomás ahora mismo es uno de los jugadores que más apetece ver en Primera. Es un escándalo el nivel que está cogiendo. Hace de todo, y todo bien. Yo le recuerdo en Segunda, la temporada pasada, y es que no era esto, o yo no intuí este nivel y esta clarividencia.

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  • AdrianBlanco_ 7 abril, 2019

    La victoria ante el Valencia deja varios detalles muy importantes en clave Rayo: el primero es que hay un fondo, que todos podíamos más o menos presuponerlo con la llegada de Paco Jémez, y el segundo es que ya también hay una forma, porque ayer, a pesar de las diferentes bajas, el equipo mantuvo el sistema de los partidos ante Betis y Eibar. Y las dos cosas juntas me parecen importantísimas para una salvación. Dos cosas que, por cierto, el equipo ha cogido muy rápido.

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  • Balotelli8 7 abril, 2019

    Está sentándole muy bien el cambio de técnico al Rayo, ciertamente. Más que por fútbol o por decisiones tácticas (aunque importante volver a defensa de cuatro y la entrada de Tito y Bebé, que están respondiendo a la confianza del entrenador), Jémez ha influido mucho mentalmente en sus jugadores.

    Un ejemplo de ello es que el Rayo, quizá el equipo de primera que más sufre al ponerse a favor en el marcador y tener que aguantar el resultado, con motivo de la mala defensa del área de sus defensas, ayer únicamente sufrió durante los diez minutos posteriores a que entrara Guedes, que revolucionó el partido e hizo dar un paso atrás a todo el equipo. Pero pasado ese "susto" inicial que provocó el portugués, y tras retocar mínimamente Jémez el esquema dando entrada a Agbo, el canario mandó a los suyos a adelantar líneas, no encerrarse en el área, e ir a buscar el segundo, con cabeza, pero sin miedo. Y esa es la principal duda que me causaba Jémez como sustituto de Míchel: que no tuviera tiempo para hacer calar su mensaje a una plantilla con la moral por los suelos tras casi treinta jornadas sin salir del descenso.

    Pero los suyos lo hicieron. Creyeron. Se estiraron, tuvieron ocasiones y acabaron con los pocos minutos de dominio visitante que estaban haciendo temblar a la grada vallecana. Y resolvieron el partido.

    Y eso que, a priori, el Valencia es el peor equipo de La Liga para adelantar líneas y dejar correr a la contra. Pero ayer se vio, de nuevo, que el Valencia es Parejo. Si su capitán está enchufado, el equipo carbura; pero si el de Coslada tiene un mal día (imagino que las piernas pesan después de jugarlo todo, y más jugando cada tres días), a los chés les cuesta muchísimo entrar en el partido. Por eso entendí el cambio de Rodrigo en el minuto 60, aunque estaba siendo su jugador más peligroso: o Marcelino controla bien las rotaciones de aquí a final de temporada, o va a llegar a los días clave de la temporada más secos que el Bilbao de Bielsa.

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  • Balotelli8 7 abril, 2019

    También quiero comentar el esquema que usó Jémez, aunque no sé si fue en lo que está trabajando, o circunstancial por la baja de Medrán. Durante muchas fases del partido se posicionaba en 4-3-3 con Tito en el lateral izquierdo, pero cuando el Valencia tenía la pelota, pasaba a defensa de cinco con Tito de central y Moreno en el lateral.

    No sé si Jémez tenía en la cabeza que tanto contra el Betis como en Ipurúa encajaron por culpa de una mala defensa de sus laterales, y quería añadir más gente en el área, o si quiere aprovechar el buen momento de forma de Álex Moreno quitándole responsabilidades defensivas, pero lo cierto es que ayer funcionó.

    Y mención aparte merece RDT. Lo dijo Jémez a la prensa después del partido: es increíble el compromiso que tiene el chaval, sabiendo que más que probablemente la temporada que viene no va a estar con la franja. Y lo está dando todo por dejar al Rayo en primera. Van a tener que poner una estatua en La Albufera a este chico como consigan salvarse.

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  • AdrianBlanco_ 7 abril, 2019

    @Balotelli8

    Muy acertado el análisis. Qué gusto da leer tanto de fútbol. 😀

    "Pero pasado ese "susto" inicial que provocó el portugués, y tras retocar mínimamente Jémez el esquema dando entrada a Agbo, el canario mandó a los suyos a adelantar líneas, no encerrarse en el área, e ir a buscar el segundo, con cabeza, pero sin miedo".

    Ese es el mensaje que ha calado. El equipo no va a querer encerrarse en ningún momento, porque Jémez sabe que esta plantilla no puede (sobre)vivir cerca del área, porque el ejemplo más claro fue lo que ocurrió el otro día en Ipurua. Y el mensaje (por fondo y forma) ha calado rapidísimo en el Rayo Vallecano.

    Mención aparte para De Tomás. Este chico ha llegado para quedarse en Primera División. Cuánto fútbol tiene.

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  • Balotelli8 7 abril, 2019

    @Adrián Blanco @Arroyer

    Y el mérito que tiene De Tomás no es sólo el de sus cifras, que es escandaloso para un equipo en descenso; es que además durante gran parte de la temporada su equipo no le ha dado nada.

    Si quitamos goles de penalti, de Tomás es el cuarto máximo artillero de La Liga, sólo por detrás de, ojo, unos tales Messi, Luis Suárez y Benzemá. Casi nada. Pero es que comparad, con todo el respeto del mundo, quiénes le fabrican las jugadas a esos tres, y quiénes lo hacen en Vallecas. De Tomás es, junto con Iago Aspas, el delantero más "autosuficiente" de la Liga.

    Parece increíble que un jugador que no mostró gran cosa con el Castilla (sólo le recuerdo un golpeo top de faltas y desde fuera del área) y que se arrastró sin mucho éxito por la categoría de plata, esté ahora mismo para titular en un equipo que juegue en Europa. Y es que el fútbol no sólo es ser técnicamente bueno: hay una entrevista de Panenka con RDT la pasada temporada que es oro, explicando la parte mental del proceso, cómo se obligó a sí mismo a cambiar de hábitos y como sabía que su paso por el Rayo era su última oportunidad de poder aspirar a jugar en primera. Es puro fútbol esa entrevista. Y ojo, que comenta en ella que su relación con Zidane es muy buena, y que fue el francés quien consiguió motivarle para no tirar la toalla después de años difícil en el Córdoba y el Valladolid. Va a dar que hablar este verano Raúl.

    Y por cerrar el tema sobre él, decir que aunque me parece un delantero completísimo, y paradigma de lo que se pide a un 9 hoy en día, podría tener un techo aún mayor jugando en pareja con otro delantero que fijara marcas, en 4-4-2 o 4-4-1-1 para aprovechar mejor sus desmarques y su buen toque en la frontal. Creo que De Tomás no es sólo un muy buen ariete, es que es mucho más.

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