La Europa League también va a contar en sus dos últimos pasos de esta edición con un invitado a una fiesta en la que estarán dos ganadores de la Europa League -Chelsea, Valencia- y a otro gran club europeo -Arsenal-. Es el Eintracht de Frankfurt de Adi Hütter, una de las grandes sensaciones de la temporada, por la frescura de sus transiciones y la mordiente de sus hombres más ofensivos, que ya ha dejado constancia de su potencial ante Lazio, Olympique de Marsella o Inter de Milan. En una remontada paciente y afilada ante el Benfica del jovencísimo Joao Felix, los alemanes ofrecieron buena parte de su repertorio, lejos de desatarse como en otras ocasiones. El conjunto alemán interpretó bien el ritmo del choque y que sacó partido de su tremenda pegada.
Hütter necesita que sus mejores hombres ataquen espacios para poder correr
La primera de sus principales armas reside precisamente ahí, su gran capacidad para sumar efectivos en ataque cuando desborda al rival. Aunque esto choca frontalmente con otro de sus rasgos explicados más adelante, los de Hütter nunca dejan solos a sus puntas, por más que la defensa sea baja y el robo muy retrasado, junto a Rebic y Jovic siempre llegan los carrileros y el mediapunta. Es absolutamente indispensable para el equipo que los que se descuelgan para llegar a la portería rival no generan excepción: han de sumarse en todas las transiciones. El equipo depende en gran medida de estas llegadas para amenazar de verdad, pues en términos de velocidad suele superar a sus oponentes y es importante llegar, cuanto menos, en mismo número.
Para que esto suceda, el Eintracht maneja índices de posesión realmente bajos. Rara vez supera el 50%, dividiendo la tenencia la gran mayoría de encuentros y bajando mucho más cuando choca con equipos de más calidad. No es poco común ver al Eintracht manejarse en un 35% de posesión para asegurarse atacar amplios espacios, la decisión más importante de su sistema. Como se ha visto en tramos de la competición, cuando el equipo puede atacar tras la presión o en contragolpe, se siente tan cómodo como demoledor. Y es que en esos momentos del juego cuenta con elementos de enorme profundidad y determinación.
Kostic es uno de los elementos más determinantes del sistema
No hay mayor secreto que la calidad en el remate y las maniobras de Jovic, el juego de espaldas y las caídas a banda de Rebic y la llegada en tromba y tropel de Kostic, su carrilero izquierdo. Éste último explica algunas consideraciones muy particulares del sistema. La primera es que el mediocentro suele jugar a una altura diferente de la de sus compañeros centrocampistas, intermedia entre la zaga y los interiores y carrileros, en una suerte de 3-1-4-2 donde la sensibilidad de Rode como interior izquierdo ayuda a que Kostic pueda siempre recibir muy arriba o romper con insistencia, estirando en posicional o descolgándose en ataque. Un equipo que nace e intimida desde el bloque medio y las vertiginosas transiciones.
Daniel 19 abril, 2019
Es un equipo muy interesante de ver jugar. Es una especie de Eibar, un equipo que te va ganando metros, tu se los cedes, te gana más metros… hasta que te lleva a defender al área pequeña.
Jovic es puro gol, pero hay que decir que su gran temporada se debe en parte a Kostic y Rebic.