Al Son de sus movimientos | Ecos del Balón

Al Son de sus movimientos


La fase de grupos de esta edición de la Champions League le dio una nueva oportunidad al Tottenham de Mauricio Pochettino, que se ha metido de lleno en la lucha por la Premier al mismo tiempo que llegan los octavos de final de la Champions League. Para un proyecto estable, que decidió retener a sus actuales estrellas como respuesta a no invertir en fichajes de renombre, este escenario se ha presentado como una doble oportunidad para, o bien escalar como equipo, progresando en objetivos, quemando etapas competitivas, e incluso soñar con los títulos que le faltan al club y a la plantilla para romper sus propios moldes. La coyuntura es dificilísima, pues tanto en el día a día como en las citas intersemanales lucha contra lo mejor de lo mejor, pero es que además lo está intentando sin el jugador que da sentido a todo y sin un escudero que siempre interpretó muy bien el rol asignado.

Harry Kane es la esperanza. El Tottenham goza de un regalo en forma de ‘9’ atemporal, que hereda la faceta más esencial de un delantero centro, su remate, su olfato y su espíritu dentro del área, con un conocimiento de la posición fuera de la misma que permite a su equipo idearse en torno a él. Su figura es un sistema en sí mismo, de ahí que su alrededor se forme en base a su presencia, sirviendo como capas y roles al modelo de juego, una relevancia que trastoca todo si desaparece de los onces, como así ha sido desde que cayó lesionado. Una baja estructural que se junta a la de Dele Alli para estos octavos de Champions League. Por ello, Pochettino ha tenido que apoyarse en otros futbolistas para tratar de interpretar el campo del rival con un ritmo lo más parecido posible, variando la disposición del equipo ante los diferentes oponentes a los que se ha medido.

Son está siendo, tanto con Kane como sin él, el segundo atacante más productivo del Tottenham

Para este viejo-nuevo proyecto, Pochettino ha ido alternando, mayoritariamente, aunque ha utilizado también defensa de tres, el 4-3-1-2 y el 4-2-3-1, donde Eriksen ha sido, indistintamente, interior zurdo o mediapunta del rombo, y siempre mediapunta del segundo dibujo, en los que Alli, Moura y Son iban rellenado espacios, costados y alturas con dependencia del planteamiento y del partido. Todos, de alguna u otra forma, estaban encajados, y no encajonados, alrededor del mejor jugador inglés del momento, y uno de los mejores delanteros centro del mundo, sobre el que orbitaban los movimientos adyacentes al suyo propio. Activar rupturas, poner de cara a su mejor socio -Eriksen- y apoyar el lado del balón para crear superioridades en la espalda de cada ayuda del rival corresponde a un tipo de delantero que ha dejado a sus compañeros sin zona de confort.

Este escenario, como toda dificultad, pues no es sino una constante oportunidad para el aprendizaje y la exploración, ha llevado a piezas secundarias bien a matizarse o bien a multiplicarse, como es el caso de Heung-Min Son, quien ya venia anticipando su importancia en un sistema que le ha ido reservando más importancia y valor por dentro que por fuera. La configuración de la parte ofensiva de la plantilla en este proyecto ‘spur’ se define por tener multitud de mediapuntas versátiles, nunca extremos, que no pueden tener un solo movimiento, ni tampoco que la dirección de los mismos sea siempre la misma. De fuera a dentro y viceversa, Son, que la temporada pasada jugó más por fuera, ha ido haciéndose hueco hasta ser casi igual de indispensable que su socio de delantera, hasta el punto de adquirir un colmillo y una profundidad dignas de crack: 11 goles y 5 asistencias en los últimos tres meses de competición.

Son con Kane es la profundidad, y sin él tendrá que ser, también, la anchura

Cabe constar que sabiendo Pochettino que no llegarían jugadores nuevos, tocaba tocar determinadas teclas que hicieran crecer los recursos humanos disponibles para ver en cada jugador dos perfiles tácticos de cara a poder ser utilizados en diferentes parcelas y cometidos; que dentro de cada futbolista se hallaran dos soluciones para el equipo. En ese sentido, como se dejaba entrever unas líneas más arriba, Eriksen ha sido indistintamente interior o mediapunta, mientras Son ha alternado la banda y las zonas intermedias con la finalización, sumando profundidad y recursos individuales, alimentando y cultivando un lado más agresivo dentro de su personalidad como jugador.

Así, en el último escalón de las jugadas, Son está sacando la cabeza ya sea Moura o Llorente su acompañante. Enlazando con las características y debilidades del Borussia Dortmund en su línea defensiva, el punta riojano, fijando y recogiendo juego directo ante la presión de los de Favre, parece más que un colega para el coreano, que seguramente deba encargarse de la anchura ofensiva para ir allanando caminos y limpiando zonas con su fantástica lectura de los espacios. Sin tanto movimiento lateral por parte de Llorente, Son compensa otra de las grandes virtudes de Kane, dirigiendo y orientando las transiciones de sus compañeros. Con Moura pudiendo castigar a gran velociad, la movilidad de Heung-Min Son es la carta más potente de la baraja londinense, incompleta sin Kane ni Alli pero competitiva por el paso adelante del renovado futbolista asiático.


2 comentarios

  • David de la Peña 13 febrero, 2019

    Sin duda la temporada más importante de Son en el fútbol europeo. Por jerarquía y por nivel. Lo que más me ha llamado la atención es que ese peso ha estado incluso sin Harry Kane a nivel de sistema: dar profundidad, desborde, generación de espacios, ha sido una pasada. Sin Kane, está jugándose más disparos (buen ejemplo ese 1-0 contra el Newcastle ante un equipo atascado), aunque me da la sensación de que la presencia del 10 del Tottenham le potencia bastante, le necesita. Vamos a ver en un día grande como el de hoy.

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  • Povedano 13 febrero, 2019

    "Al Son de sus movimientos". Además de articulazo, título con gran juego de palabras. Ya echaba de menos que hicieras una de las tuyas, Arroyo 😉

    Y totalmente de acuerdo con la importancia de sus movimientos. Quiero recalcar lo importantes que son estas "sub-estrellas" en los equipos campeones. Las que ejecutan movimientos que complementan y potencian a los de la estrella del equipo. Son para Kane, Firmino para Salah, Benzema para Cristiano antes, Vinicius para Benzema ahora, lo que se espera de Morata y Diego Costa para Griezmann…

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