La principal lectura que queda después de lo sucedido en el Benito Villamarín es que al Betis le hace falta callo en la exigencia europea, una percepción general que tiene además un matiz estrechamente relacionado con el plan de juego que Quique Setién ha asentado en el club verdiblanco.
No se trata sólo de un tema de experiencia europea –argumento que, por otro lado, también tiene su peso-, sino también de que la forma que tiene este Betis de afrontar el juego presenta una especial dificultad cuando llegan las eliminatorias, donde todo se acelera y el tiempo se reduce, más si el rival vive tan cómodo en un ritmo de encuentro tan elevado.
El Betis nunca pudo jugar al ritmo en el que se siente cómodo
Hay que decir que el sistema de control que ha conseguido desarrollar este Betis a priori parece un arma espectacular ante el caos que provoca una copa europea, pero el doble enfrentamiento ante el Rennes dejó claro que la más mínima fisura –algo que sucede si en un plan como este tus jugadores no son de la superélite y el cuero se pierde más de la cuenta- no concede segundas oportunidades.
Quizás buscando controlar más todavía lo que sucedía, Setién buscó para el encuentro de vuelta ubicar a Joaquín y Guardado como carrileros, probablemente para dividir la atención de un Rennes que, como en la ida, fue muy arriba a presionar, soltando a su segundo pivote, Bourigeaud, hasta la altura de Marc Batra.
Niang y Sarr castigaron constantemente la espalda de Joaquín y Guardado, con un gran Ben Arfa activándoles
A partir de esa ubicación de sus piezas, con Ben Arfa y Hounou sobre los centrales exteriores, Bourigeaud yendo hasta Bartra, y Sarr y Niang tapando el pase hacia fuera, Julien Stephan consiguió que el Betis nunca lograse asentar la posesión en campo rival, dando lugar, más tras el 0-1, a un partido de muchísimas transiciones y ritmo alto, donde sus gacelas se impusieron una y otra vez.
El buen ritmo para anticipar por parte de sus cuatro zagueros resultó además un problema añadido para el Betis, que tiene calidad para saltar presiones altas, pero que apenas logró girar en campo rival ante el buen acompañamiento de los defensores franceses a la presión de los cinco futbolistas que jugaban más adelantados.
Balotelli8 22 febrero, 2019
Lo comenté a principio de temporada y me veo obligado a repetirlo después del mercado de invierno: no puedes pretender jugar con un sistema de carrileros sin especialistas en la posición. No es casualidad que los mejores partidos del Betis coincidan siempre con exhibiciones físicas, técnicas y tácticas de Firpo, que es su único jugador de banda capaz de rendir en ese puesto.
En mi opinión, el valor añadido de la defensa de tres centrales es tener un efectivo más en el medio a la hora de construir, y uno más en defensa posicional al quedar línea de 5 atrás. Y esto Setién lo ha trabajado bien cuando ha tenido a Firpo en una banda y a Francis (e incluso Tello) en la otra; pero una alineación como la de ayer, con Joaquín y Guardado en los costados, hace pensar en una plantilla muy descompensada. El Betis ha acudido al mercado a traer cosas que quizá no le eran tan urgentes como un verdadero especialista en la banda derecha, y un suplente de garantías en la izquierda ante los problemas físicos de Firpo.
En un esquema como el de Setién, jugadores del perfil de Advincula, Odriozola, Mojica, Rosales, De Marcos, Juanfran Moreno, Cucurella, Rubén Peña o tantos otros buenos laterales ofensivos rendirían a un nivel altísimo, por encima incluso de su nivel, como en mi opinión le ha ocurrido a Junior. Sin embargo, las opciones para el puesto son Barragán, Tello, Joaquín o Guardado; buenísimos jugadores, pero no especialistas que sepan aprovechar el desborde al espacio que se crea al fabricar tanto juego por dentro, y que en transición defensiva o defensa posicional restan mucho. Hacerle ocasiones al Betis es simple para cualquier plan de juego.
Lo mejor se su eliminación pasa por centrarse en la Liga y en (su) Copa, ya que me encantaría ver al Betis en Europa otro año más, con un grupo más curtido, como dice el texto. Creo que hay que dejarle a Setién trabajar. Si mantiene este grupo y trae dos expertos de banda, hablamos de un proyecto para aspirar a estar arriba en la tabla y con suficiente juventud como para permanecer muchos años el mismo bloque.