La SD Huesca de Leo Franco se ha plantado en el primer parón por selecciones con mejores sensaciones que resultados, en sus tres primeros partidos en la máxima categoría: después de su sorprendente estreno con victoria en Ipurua y de empatar, a la semana siguiente, ante el Athletic en San Mamés, el cuadro altoaragonés acabó sucumbiendo en los últimos cuarenta y cinco minutos en el Camp Nou tras completar, eso sí, una primera mitad muy en consonancia con lo visto hasta el momento. El Huesca, que por ahora se mantiene firme sobre su 4-4-2, ya ha dejado claro que aterriza en la Liga con el qué y el para qué bastante bien aprendidos. Sabe a lo que juega; que eso ya es una ventaja a estas alturas. Pero es que además tiene con qué agilizar otro tipo de procesos como el dónde, el cuándo, y, aún más importante, el cómo.
La SD Huesca es el 19º con más posesión de la Liga: 24,52%
Una cosa está clara: al Huesca no le está haciendo falta la posesión para rematar muchas más veces que otros y marcar más goles que algunos de todos estos juntos. El equipo de Leo Franco es, solo por detrás del Deportivo Alavés, el conjunto que menos tiempo ha tenido la pelota a lo largo de estas tres primeras jornadas: 34,52%. Sin embargo, por seguir con estos datos, ha tirado entre palos las mismas veces que el Valencia (13), y más, incluso, que Real Sociedad (12), Sevilla, Athletic (9) o Atlético de Madrid (5). Todo ello, sirva por contexto, para apuntar que lleva a su favor los mismos goles que el Levante (6), y tan solo se encuentra por detrás de Barcelona (12) y Real Madrid (10) en este prestigioso registro. Una serie de guarismos que, dejando para más tarde el baremo que lidera de manera indiscutible (lleva 11 goles encajados), ayudan a entender qué es lo que Leo Franco está buscando en estas primeras semanas de competición. Una serie de números que, si bien pueden servir para explicar –vagamente- a qué juega el Huesca, merecen ser contextualizados por el hecho de que aún no ha jugado de local.
El Huesca se está estructurando en un 4-4-2 muy ordenado
En ese sentido, los movimientos (individuales) del 4-4-2 están siendo muy prácticos y coherentes con el plan establecido. Sin el esférico, por empezar por uno de los dos casos –y el más común, atendiendo a las estadísticas anteriormente mentadas-, la SD Huesca se viene comportando de una forma muy parecida en estos primeros encuentros: con Cucho Hernández y Samuele Longo en punta, encargados de presionar los pases iniciales del equipo rival, el bloque altoaragonés ha compartido una altura similar ante Eibar, Athletic y Barcelona, ya fuese con 0-2 en Ipurua, 2-1 ante el Athletic o 0-1 ante los de Valverde como hace unos días en el Camp Nou. Tres situaciones que, respetando todas y cada una de sus particularidades, y contextualizando, conviene insistir en ello, estos escenarios, dan unas primeras pinceladas de lo que tiene en su cabeza Leo Franco. Así, desde un posicionamiento medio, con nueve –diez y a veces once- futbolistas por detrás de la línea del balón, el Huesca está enseñando la primera de sus consignas: el orden, los apoyos y la solidaridad entre las partes para con el esquema no están –ni seguramente estarán- bajo ninguna discusión.
Los números en este caso tampoco engañan: el Huesca es el tercer equipo que menos balones recuperados promedia por partido, tan solo por encima de Athletic y Rayo. Pero el valor de las mismas está siendo crucial a la hora de atender la segunda parte de este análisis: con Melero y Musto como doble pivote, la estrategia de Leo Franco tiene por base elegir cuándo y dónde salir a la presión, y cuándo y dónde proteger la(s) línea(s) de pase. Una sinergia de intenciones que, aun con los muchos ajustes que deberá ir experimentando con el tiempo, detallan el porqué de ese pódium en discordia, y, a su vez, da pie a introducir la tendencia reactiva del equipo cuando recupera la pelota: ya que, con Cucho –que se deja caer mucho por el lado izquierdo- y Longo en punta, es normal que la SD Huesca esté acabando sus acciones ofensivas con cuatro o cinco futbolistas cerca del área oponente. Una instrucción en la que Gonzalo Melero, muy agresivo cuando el rival recibe de espaldas, está jugando un papel diferencial (contabiliza ya 16 robos) en el arranque del curso.
Cucho y Longo se están entendiendo bien en el ataque
Pero lo mejor de este Huesca 2018/19 es que todo, aun con solo tres partidos disputados, está funcionando como una sola parte. Si en defensa, decíamos, el equipo se está estructurando en un 4-4-2 que prioriza tiempo y espacios sobre porcentajes de posesión, en ataque la pareja entre Cucho y Longo está funcionando de una manera muy complementaria. El juego de espaldas del italiano, que sin el esférico también acude a la carrera del poseedor/pasador rival sin mirar atrás, está siendo muy rentable para poner de cara a Álex Gallar, a Moi Gómez y, por descontado, al propio Cucho Hernández.
Así, como ya hiciese en Ipurua o ante el Athletic, el exdelantero del Inter o Espanyol se está erigiendo como una pieza de mucho valor dentro del –breve pero intenso- circuito asociativo del Huesca. Una fórmula que completa Cucho Hernández, quien tampoco se reserva nada a la hora de perseguir al contrario, a partir de un abanico de movimientos mucho más amplio que el de Longo: ya sea para caer al lado izquierdo, lo que aprovecha Moi Gómez para ganar presencia sobre el carril central y, a su vez, conectar con Gallar por el costado derecho, como para enfilar por su propia cuenta el área rival. Una doble amenaza, que en realidad es cuádruple desde el pie izquierdo de Gallar y la movilidad de Moi Gómez para aparecer por zonas muy distintas a las de su banda, con las que el Huesca ya se ha ocupado de anunciar que no está de paso en Primera. Ahora bien, como no es oro todo lo que reluce, habrá que seguir muy pendientes de cómo evoluciona una defensa en la que Leo Franco deberá invertir bastantes horas de laboratorio. Ya que por ahora, si bien es pronto, no parece segura como para cargar, ni de cerca, la permanencia de un colectivo que parece sentirse cómodo con resultados muy cortos.
David de la Peña 5 septiembre, 2018
La liga española es muy complicada y obviamente, el Huesca tiene el objetivo que tiene, pero qué equipo tan 'bonito' en ataque. Hay dos futbolistas que te entran por los ojos a cada contacto: Gallar y Cucho Hernández.
Además ambos, desde el sistema, están encontrando facilidades. El primero está aprovechándose mucho de la amplitud que le da a los ataques Miramón, y además por sí sólo es capaz de hacer avanzar al equipo porque tiene una conducción de calidad (potente y precisa). Me está gustando mucho el arranque de temporada de Gallar. En el caso de Cucho, como comenta Adri en el artículo, le está yendo fundamental el trabajo de Longo. Hablamos de dos jugadores de verdad decisivos en los últimos metros y dos de las grandes bazas del Huesca para encontrar la permanencia.