Ivan Rakitic descubrió de lo que realmente era capaz en su primer año en el Fútbol Club Barcelona. El croata llegaba al equipo culé después de haberse mostrado en el Sevilla de Unai Emery como un excelente centrocampista “lanzador” de un nueve que atacaba el espacio. Su pase vertical y su buena lectura para ocupar el campo por delante de un doble pivote -tanto en ataque como en defensa- en el plan de transiciones veloces y verticales del equipo hispalense le hacían una pieza de mercado realmente interesante, pero a priori, no para ser el relevo a corto plazo de Xavi Hernández.
La madurez que ha alcanzado Rakitic en el Barça le ha permitido rendir a gran nivel en Rusia 2018
Andoni Zubizarreta, no obstante, percibió en él algo que acabó siendo fundamental para poder equilibrar aquel 4-3-3 de Luis Enrique en el que se adaptaron en el ataque a Neymar, Messi y Luis Suárez, y que contaba con Dani Alves como lateral derecho: un despliegue físico al alcance de muy pocos jugadores en el mundo. Logró compensar el sistema tanto a la hora de dar profundidad a un sector que en Messi y Alves tenía a dos jugadores que sujetaban su posición en una zona intermedia del carril interior derecho, como para compensar el balance defensivo en un perfil en el que el argentino, por sistema y por lógica, no ayudaba a cerrar la banda.
Ese año nos dio la perspectiva real de lo que era Ivan Rakitic, y una de las grandes explicaciones de la capacidad de mutación que tiene el medio campo de la Croacia de Zlatko Dalic. La estructura que ha acabado imponiéndose en esta Copa del Mundo es la formada con Brozovic como pivote, Modric interior derecho y Rakitic interior izquierdo. Es el plan que ha permitido a Croacia asentar mejor su posesión, defender más arriba gracias a la excelente lectura de sus dos interiores para taponar las salidas rivales, y además poder correr con Perisic y Rebic, ya que los centrocampistas de Real Madrid y Barcelona, abiertos sobre ambos perfiles, lograban lanzar en carrera a las dos lanzas del cuadro balcánico.
El inicio del encuentro ante Rusia dejó claro el valor de Rakitic en la plantilla croata. Cherchesov buscó presionar y el jugador culé se clavó como pivote, dando espacio a Modric por delante, y mostró une enorme jerarquía en un escenario muy exigente, tanto conduciendo y dividiendo marcas, como realizando cambios de orientación de los que se aprovechó francamente bien Rebic. La indiscutible realidad es que Luka Modric es el líder del combinado ajedrezado, pero muchos de los esfuerzos que puede ejecutar el futbolista blanco tienen en la movilidad y aportación con pelota de Ivan Rakitic gran parte de su explicación.
Modric se aprovecha del trabajo de Rakitic en la selección croata
Esa versatilidad convierte en una incógnita su rol frente a Inglaterra, aunque es cierto que la sensación es que Croacia necesita a Brozovic como eje. Eso, ante la constante movilidad de Dele Alli y Lingard, abre una puerta para los de Dalic: partiendo desde una posición más adelantada y abierta, Rakitic y Modric estarán más liberados para lanzar a los extremos, unos segundos que pueden resultar trascendentales para que esa transición al ataque sea positiva. Por otro lado, Lingard exigirá una lectura de primer nivel para afrontar su defensa, y en situaciones de transición defensiva, Ivan Rakitic puede evitar recepciones cómodas del jugador del Manchester United. Para lanzar en ataque o para ayudar en defensa, el papel del centrocampista culé será sin duda clave para el posible pase de Croacia a su primera final de una Copa del Mundo.
Jorge Garrido 11 julio, 2018
Croacia, la única selección que ha llegado a semifinales basando su juego en la creatividad de sus centrocampistas. Espero que esta pareja pueda llevarse el Mundial y que nos den una alegría a los que "veneramos" la figura del centrocampista organizador.