Uruguay fue fiel a sí misma cuando más lo necesitaba, y eso le bastó para sacar tres puntos que le dejan en una situación muy favorable para acceder a los octavos de final. Su triunfo se cimentó en su pareja de centrales. Godín, porque acercó la pelota al área en cada anticipación a los atacantes egipcios, y también porque en un alarde de personalidad condujo el cuero haciendo dudar a los de Cúper si salir a por él o no. Y Giménez, lógicamente, porque anotó un tanto en el que confluyeron pundonor y calidad.
La lectura para Tabárez, sin embargo, no fue positiva. La baja de Mohamed Salah provocó que el conjunto africano no pudiera explotar tanto la espesura uruguaya con pelota, y eso que Warda, en posición de extremo derecho, jugó un gran partido, tanto ganando envíos directos como guardando la pelota cada vez que pudo recibir con cierto espacio.
La nueva propuesta de Uruguay derivó en atasco
Tabárez apostó por un once, tal y como se podía suponer mirando la convocatoria, mucho más relacionado con la pelota. Bentancur y Vecino formaron el doble pivote, pero el principal cambio estuvo en los costados, con Nández y De Arrascaeta. Uruguay no fijó a sus volantes en banda y quedaron desactivados por culpa de la organizada primera línea de presión egipcia, y la falta de finura del doble pivote a la hora de colar envíos entre líneas, sumado al hecho de que Valera y Cáceres no sumaron ventajas con pelota desde los laterales, llevó a Uruguay a perder muchas pelotas que dejaban al equipo demasiado abierto.
La realidad física de Luis Suárez, menos dominante a campo abierto, parecía que demandaba una decisión como esta, pero lo cierto es que el crack del Barça se mostró bastante espeso en los ataques posicionales. Encontró situaciones de gol, por supuesto, pero le costó bastante girar y darle continuidad a la pelota cerca del área rival, algo que compensó Cavani, más por chispa en las anticipaciones que por finura, pero sin duda efectivo. El delantero del PSG
Luis Suárez estuvo pesado en cada ataque posicional
Al final la ausencia de Salah provocó que Godín decidiera soltarse definitivamente, ganar metros, conducir la pelota y hasta cargar el área rival. Tabárez buscó meter a Carlos Sánchez y Cristian Rodríguez para solucionar el problema de las bandas, pero lo cierto es que ninguno de los dos, a pesar de tener buen pie para centrar y que en el área estaban Cavani y Luis Suárez, no fijaron la posición en la cal y tampoco se produjo en ese sentido. Sólo un golazo de Giménez hizo sonreír a Uruguay, que veremos cómo ajusta las dudas transmitidas en la primera jornada
Ricardo 16 junio, 2018
La verdad es que esperaba un poco más del mediocampo charrúa, vale que no son los más técnicos pero estuvieon bastante espesos en dar balones en ventaja. Bentacur inició bien pero se diluyó, Vecino me dejó bastante frío; Arrascaeta y Nandez muy perdidos en parte por el planteamiento egipcio.
Preocupa mucho el estado físico de Suárez. Es un jugador que cuando está mal se nota una barbaridad. En 2014 su equipo apenas le daba un balón medio decente y él sacaba oro literalmente de cada jugada. Los años no pasan en vano…
Pero bueno, creo que Sanchéz se asentará por la derecha y no sentenciaría a De Arrascaeta. Este era el partido a ganar ya que en la segunda jornada toca Arabia Saudí.