Y al tercer día, llegó el matiz. Uruguay se plantó en octavos de final como primera de grupo después de doblegar a Rusia en apenas media hora. Esperado como un reto para ambas, por el significado de poder ponderar su recorrido tras chocar con dos selecciones de escalón inferior en lo competitivo, Cherchesov y Tabárez midieron su presente de cara a los octavos de final. Y lo cierto es que de poco sirvió la cita para imaginar nuevas ideas en los octavos. El preparador ruso rotó, con Golovin y Fernandes en el banco, mientras Tabárez movió más su árbol, colocando a Lucas Torreira en el pivote y Bentancur en la mediapunta de un rombo. No se espera que una medida así transforme el ADN de dicha selección, pero fue suficiente para demostrar que tampoco es incompatible retocar la propuesta sin descompensar el espíritu.
Rusia dejó a Golovin en el banquillo y se notó
Porque los problemas de Uruguay no eran competitivos, pues nada especialmente novedoso retocaría su fidelidad al modelo, pero igual sí que necesitaba ciertos retoques para activar su renovado mediocampo y no sufrir tantísimo con la pelota. La celeste encontró en Lucas Torreira un faro en el que apoyarse. El menudo centrocampista no saltó al césped para dejar todo como estuvo hasta ahora, pues firmó 77 pases, más que ningún otro compañero. Explicando así a qué tipo de centrocampista responde, Torreira se situó siempre en la medular, haciendo de verdadera bisagra del fútbol charrúa. Recibiendo siempre el primer pase y con Bentancur entre líneas, Uruguay pudo tener mas socios para pasarla y más socios para recuperarla.
Laxalt fue de nuevo un lateral presente y profundo
Los sudamericanos habían encontrado el sencillo problema de no poder siquiera dar pases horizontales hacia las bandas en sus dos primeros compromisos. Con los pivotes en paralelo y los laterales muy abajo, la rigidez del sistema complicaba mucho las cosas al poseedor. Y ante Rusia, sin alardes, debe decirse, el jugador uruguayo pudo encontrar más desahogo en sus primeras salidas. Junto a Torreira, la entrada de Laxalt, el segundo jugador que más veces intervino (70 pases), se sumó al ajuste de Tabárez para ganar recursos tanto en campo propio como en el ajeno. A falta de comprobarse su continuidad, ambos pueden verse como necesarios. No obstante, el boceto debe ponerse en perspectiva. Por dos motivos.
¿Que hará Tabárez ante la Portugal de Cristiano Ronaldo?
El primero es que Rusia mostró una cara muy diferente. Su transición defensa-ataque se vio mermada con la no inclusión de Golovin, el verdadero conector y conductor de la contra, y eso permitió a Uruguay controlar mucho más los momentos intermedios, tanto perdiendo la pelota como elaborándola. La amenaza era menor y los recursos de Rusia se reducían sobremanera. El segundo motivo es el propio ímpetu de Tabárez, pues la probatura nace desde una pincelada táctica muy productiva -la inclusión del rombo-, pero Uruguay se define en las áreas, en minimizar una para maximizar la otra. Sí se ha dado cuenta el ‘maestro’, que no maneja un momento y una plantilla como la de 2010, y debe ganar cartas para cualquier farol. Veremos qué mano lleva Uruguay ante la Portugal de Cristiano Ronaldo.
Uruguayoafull 26 junio, 2018
Yo creo que va a presentar el mismo equipo (Gimenez por Coates si se recupera) aunque a mí me gustaría Bentancur de interior derecho por Nandez y Dearrascaeta de enlace atrás de los puntas. Partido tremendo con los lusos pero creo que llevamos una ventaja física por la exigencia que tuvo Portugal en su zona.