A principios del mes de abril, el Liverpool de Jürgen Klopp sigue siendo el único equipo que ha logrado derrotar al todopoderoso Manchester Cityen la Premier. Pero anoche, cuando le ganó por segunda vez en lo que va de curso, fue distinto de como sucedió en enero. El Liverpool celebró un tres a cero que, a diferencia de otras veces, esta vez sí se ajusta bien a la realidad que insinuaron las cifras: el City, que aglutinó más de la mitad del tiempo la posesión (62%), se marchó sin un solo remate entre los tres palos.
La posición de Gündogan fue inconexa con lo que buscó el equipo
Como ya probase ante el Everton, Guardiola volvió a situar a Laporte como teórico lateral izquierdo. Y conviene insistir en lo de teórico, pues de inicio, en fase de salida, el futbolista francés pareció actuar más de tercer central que otra cosa. El Manchester City salió a dominar en Anfield con todas las de la ley, manteniendo muy arriba todo el bloque a partir, posesión por descontado, de tres directrices muy marcadas. La primera fue la distribución de sus (tres) defensas, que, con Walker por derecha, empezaron situados sobre la divisoria.
De este modo, Otamendi, Kompany y Laporte –a caballo entre estos dos y Sané-, dieron forma a la asimétrica silueta que continuaba por el centro. En sala de máquinas, el City encomendó la faena a Fernandinho y De Bruyne; mientras que, tercer y último punto, Gündogan y Silva se situaron unos metros más arriba, como nexo a las otras dos piezas del rompecabezas: Sané, pegado a la banda izquierda, y Gabriel Jesús, de quien apenas se supo, en la frontal.
Sin embargo, hubo algo que, en relación al vendaval que aún estaba por llegar, no pareció encajar con el guion que trató de escribir el Manchester City con el balón entre sus pies. Con De Bruyne presidiendo en la zona de creación, partiendo así desde muy atrás para, en paralelo a Fernandinho, hacer rodar el cuero por donde más le gusta a su técnico; Gündogan, muchas veces en tierra de nadie, permaneció completamente desconectado del juego del equipo. A otro ritmo, a distinta altura –dado que solo Walker figuraba por derecha-, como si con él no fuesen los problemas que estaban teniendo los otros nueve con los que compartía indumentaria.
La sociedad entre Alexander-Arnold y Oxlade-Chamberlain secó por completo al mejor del City en el encuentro: Leroy Sané
Klopp, que intuyó este arranque por parte de su rival, eligió el espacio como camino para alcanzar el control de la situación. Y, lo que es más trascendente, del marcador de su propio estadio. Con Henderson como pivote del 4-3-3, el alemán, consciente de la desatención que el propio City realizaba de su costado derecho, focalizó todos sus esfuerzos en frenar a quien, por insistencia, terminó siendo el mejor de los de Guardiola. Con Laporte y De Bruyne sobre ese mismo sector, el equipo de Mánchester confió sus posibilidades en la velocidad y el desborde de Sané. Pero el germano, que siempre recibía abierto, se vio obligado a encarar una y otra vez, con pésimos resultados para los suyos, al lateral –Arnold- e interior –Oxlade- en una zona vigilada por Henderson y Salah.
El Liverpool de Klopp detecta como pocos las debilidades de su rival, y anoche volvió a hacer alarde de ello. Lo que en un primer momento pareció una clara medida anti Salah, el propio egipcio la aprovechó para martillear la débil transición defensiva del Manchester City. Laporte, en otras palabras, jugó los noventa minutos más pendiente de Salah que de Sané, y eso, a la postre, terminó siendo una debilidad palpable en los planes del catalán.
Arnold, en contacto con Oxlade; Milner, con Robertson; Mané, con Firmino o la dupla entre Lovren y Van Dijk fueron, en resumidas cuentas, la viva imagen de la solidaridad con la que el Liverpool, repleto de vigilancias y coberturas a lo largo y ancho del terreno, desnudó a este Manchester City; que a la contra sufrió una barbaridad y en ataque, ni con la entrada de Sterling, fue capaz de doblegar a la que, sin lugar a dudas, ya es su peor pesadilla en lo que va de temporada. Klopp, en otro orden de cosas, igualó ayer su duelo particular (7 victorias en 17 encuentros) ante Guardiola.
Foto: Shaun Botterill/Getty Images
Coronel 5 abril, 2018
No pude ver el partido y me hubiese gustado… Pero mi pregunta es… ¿Veis al Liverpool plantando cara en semifinales si pasa? Yo por estilo sí, y no tanto el City de Pep. Y es que el Liverpool tiene una contra letal y castiga muy bien los errores del rival.
Yo al Liverpool lo veo muy incómodo. Y ojo con el Bayern de Munich también que con Jupp está recuperando el gen alemán. Medio campo físico con gente como Javi Martinez, A.Vidal o Tolisso si es de la partida, combinada con la calidad de James o Thiago. Bandas potentes, a la espera de recuperar a Coman. La llegada de Muller y Lewandowski de 9. Y atras Kimmich y Alaba en los lateraes y la pareja de centrales la de Alemanía: Hummes y Boateng.
Mi favorito a día de hoy es el Real Madrid, y esto lo dije ya hace mucho tiempo. Y lo dije unas cuantas veces contra más mataban al Madrid este año. Pero ojo con ingleses y alemanes, que tengo la sensación que van a llegar entonados y serán tremendamente competitivos.