
El Sevilla de Vincenzo Montella no se ha construido desde la pizarra, ni desde la sofisticación, sino desde el sentido común aplicado al equilibrio y a la apuesta por la relación de todos sus hombres ofensivos. Activar el talento y las características, enormemente complementarias, de su mediocampo y delantera, entre las que apenas han surgido rotaciones, convirtiéndose en santo y seña de los últimos tres meses, ha sido para el técnico italiano una oportunidad de fomentar la iniciativa individual. Recuperar y encender esa iniciativa es lo que define al Sevilla que hoy, un año después de su derrota ante el Leicester, vuelve a tierras inglesas con la intención de pasar a cuartos de final de la Champions.
En su afán por darle color a la temporada, reenganchándose a tiempo para, desde el juego, crear un proyecto sostenible iniciada la temporada, Montella llegó a enero y febrero con ideas de partida fáciles de asimilar; a saber, dos pasadores en mediocampo, dos laterales ofensivos pero aplicados, dos ‘extremos’ con desborde pero con movilidad para ser también atacantes, un mediapunta de apariciones y juego de espaldas y una referencia indicada para favorecer la llegada y la versatilidad. Para llegar a un ritmo de juego que fabricara ocasiones de gol y dominio continuado, el equipo tenía que moverse cuando le tocara abrir defensas. Desde la retaguardia más pasiva generaría espacios para atacar en velocidad pero si armaba un ataque organizado, la relación entre los futbolistas debía nacer desde la movilidad y la predisposición.
Montella ha buscado elevar el techo del equipo desde el talento individual
Para hacer todo esto posible, necesitó mezclar diferentes talentos y Montella elevó el techo de lo invertido hasta sumar los perfiles de mayor exuberancia física y calidad. Creó puntos de apoyo -Vázquez, Banega, Nzonzi- y otros de cambio de ritmo -Sarabia, Escudero, Correa-, para mantener sensación de velocidad y fluidez. Con el paso de las semanas generó una estructura reconocible, con todos enchufados y plan para competir, con varias facetas activadas, pero en las últimas semanas ha ido tropezando en según que escenarios, y esta noche necesitará de un plus en según que piezas. Una de ellas será Sergio Escudero, un elemento que se ha erigido como diferencial en las dos últimas temporadas. Capaz de sumar como dos laterales diferentes, según demande la jugada, necesita el Sevilla que su escudero sea más lanza que nunca.
Para el día más importante, no obstante, Montella no contará con Navas ni Corchia, por lo que Escudero podría ser lateral derecho. Si finalmente Sergio es de la partida en su posición natural, su concurso se antoja fundamental, por varios motivos. El primero es que el Manchester United, ha convertido su proceder competitivo entre márgenes muy estrechos, forjando un equipo reduccionista, que no concede nada en su feudo y que se define, como siempre ha caracterizado a su entrenador, por economizar las eliminatorias y rozar con su oponente hasta desgastarlo. José Mourinho siempre ha controlado con asiduidad los colectivos basados en la creatividad, hasta el punto de aprovechar no sólo defectos del rival, sino virtudes desde las que crear una mentalidad concreta para competir.
La iniciativa de Escudero será un termómetro constante en la noche de hoy
Por eso, más que nunca, Escudero será esta noche uno de los principales termómetros del ataque sevillista. No es el origen ni el fin del sistema pero sí un formidable indicador del mencionado techo elevado que ha buscado Montella para sus fases con balón. Recientemente, Marcelino García Toral alineó a Gabriel Paulista de lateral derecho y a Francis Coquelin como volante por delante, ejerciendo de doble tapón para el juego exterior hispalense. Mourinho no se quedará tampoco quieto. Si en la ida utilizó a McTominay para vigilar a Banega, y retrasó a Mata y Alexis a la altura de los mediocentros, en la vuelta podría optar por ideas similares e incluso más adaptadas al contexto del cruce.
Tapar a Escudero es tapar la potencial superioridad del Sevilla en campo contrario. Si por derecha no va a encontrar más profundidad que la recepción de Sarabia, que necesitará ayuda para abrir al United, la figura de Sergio Escudero seguramente tenga un significado especialmente relevante en cualquier escenario clasificatorio. Su motor, su calidad para castigar y descolocar a sus pares, y su competitividad para fomentar la valiosa iniciativa individual activada por Montella surgen como el avituallamiento innegociable en los 90 minutos de esta noche en Old Trafford.
Foto: Aitor Alcalde/Getty Images
igmomae 13 marzo, 2018
El Sevilla es un equipo con iniciativa y siempre está predispuesto a realizar ataques posicionales. El problema es que sus ataques siempre tienen que pasar por todas las zonas del campo y eso los equipos lo saben. Tanto en la ida como contra el Valencia le costó generar situaciones de ventaja a sus jugadores. Hoy Montella tendrá que dar al equipo de un plan B en caso de que el plan A no de resultado y hablamos de José Mourinho un entrenador que acumula mucho jugador en defensa. Partido muy interesante