Bastó un poco de inspiración de Diego Pablo Simeone y otro poco de las dificultades que presenta el Athletic Club de Bilbao sin sus dos piezas más competitivas -Aduriz y Raúl García- para que el Metropolitano contara una victoria local clara y dominante, principalmente en la segunda mitad. Desde la alineación y los posteriores cambios, el técnico argentino se preparó para dos tipos de escenarios en los que pesó de manera constante la figura de Thomas Partey. Cada toque suyo, en aumento durante el transcurso de la tarde, estuvo directamente relacionado con el dominio de su equipo. Lo de Ziganda andan cojos de presencia y de iniciativa en todo lo que hacen con la pelota. Sin la presión que les ha caracterizado, su plan con balón, indispensable en este campeonato, no tiene un camino reconocible.
El Athletic no mostró un plan ofensivo coherente
Ante una posible presión se armó el Atlético con la entrada de Thomas en el pivote, el jugador que más recursos maneja para salir liberado de un acoso en campo propio. Con laterales ofensivos, Koke en izquierda y Griezmann coleando, los rojiblancos fueron claros y concisos. Al vallecano se le vio en su zona, con labores de enlace y sentido; en ese costado se juntaban los buenos y dejaban al Athletic en un potencial contragolpe sin verdadero veneno arriba, con Iñaki muy solo, y sin lanzadera. Beñat y Susaeta amagaban pero no concretaban nada convincente en su salida posterior. Si lo dibujado no tuvo mayor precisión fue porque Diego Costa anduvo peleado con sus arrancadas, y no pudo citarse con Kepa como se intuía en su duelo con Unai Nuñez.
Thomas Partey fue el hombre del partido, delante y atrás
Los locales situaban sociedades muy definidas en ambos lados del campo, el toque en izquierda, la verticalidad en derecha, y por dentro, Griezmann y Thomas para aclarar la jugada o llevarla a un escalón superior, en metros y en precisión. En la teoría, construída en las últimas semanas pensando en la vuelta del ‘3’ brasileño, todo cobraba sentido ante un Athletic que, sin presión, carece de mordiente y plan defensivo cuando repliega. Sus jugadores tienden a la pasividad y saltan a robar cuando el rival la enseña. Su suerte cambió cuando Simeone movió el banquillo, dando entrada a Gameiro junto a Diego Costa, un movimiento que sonaba redundante pero que influyó de manera determinante en la irregular mentalidad defensiva de un Athletic evaporado.
Gameiro tuvo un impacto inmediato en el choque
El ‘9’ galo mezcló a la perfección su motor en la arrancada, su apoyo a la espalda de San José, su ruptura hacia línea de fondo, y su llegada desde atrás cuando Costa se llevaba a Nuñez hacia fuera. Griezmann, que había pasado a la banda, organizó menos pero le dio un sentido diferente a cada una de sus apariciones. El Athletic, que pasó a replegar por completo, defendía con pocos hombres las zonas intermedias, y demasiados en las bandas. Arrastrados por la agresividad de los delanteros colchoneros, Simeone encontró el hueco por el que se coló la victoria y la jerarquía de Thomas Partey, sin lugar a dudas el encargado de negar cualquier acometida vizcaína y de hacer visual la fase de dominio de un Atlético preparado para lo que esté por venir.
Foto: GABRIEL BOUYS/AFP/Getty Images
Ricardo 19 febrero, 2018
Tremendamente flojo el athletic, suena duro decirlo pero creo que es el equipo con menos ideas que ha pasado por el metropolitano, y eso que jugador por jugador estarán en el top-8 de la liga, menos mal que tienen a aduriz y raul garcia (aunque ninguno jugara ayer) que son máquinas de conseguir conseguir puntos (merecidos o no) porque sino el descenso se vería amenazante.
Sobre el atleti poco que decir, estos partidos no suelen servir para calibrarlos. Las próximas semanas van a ser determinantes para la temporada, y la verdad que no tengo ni idea si vamos a salir fortalecidos o completamente derrotados, temporada rarísima