James Rodríguez cayó lesionado justo cuando volvía a ganar peso en la rotación del Madrid. Su facilidad para marcar y regalar goles volvió a emerger ante el Granada y nada menos que el Sevilla en un momento en el que Zinedine Zidane necesitaba pegada de manera imperiosa. Existen pocos suplentes en la élite con la potencia de fuego del genio colombiano, y lograr reintegrarlo en la dinámica del equipo de tal modo que su ingreso en el campo no debilitase en exceso su fútbol y sí sumase el extra de su productividad haría del actual líder de la Liga un candidato a los títulos mucho más dotado.
Osasuna ha mejorado muchísimo en labores de ataque.
Los ases se mueven por sensaciones y Zidane tiene la oportunidad de darle a James un posible chute de moral en el partido de esta tarde. Osasuna ha crecido de la mano de Vasiljevic; se ha convertido de pleno derecho en un conjunto con derecho a soñar con la permanencia -aunque lo tendrá muy, muy, muy difícil-, pero este cambio de estatus se debe, casi en exclusiva, al incremento del rendimiento ofensivo. Los laterales Clerq y Berenguer, así como los medios De las Cuevas o Torres o la línea de puntas liderada por el notable Sergio León, han sido los más favorecidos y podría llegar incluso a comprometer la calma blanca en El Sadar. Sin embargo, atrás se deshace solo.
La zurda del «10» es una ventaja estratégica de Zidane en El Sadar.
Dentro de la falta de competitividad en su área propia, la acción que más dudas le reporta es el centro lateral, y no tanto por la defensa del remate directo -que no es buena-, sino sobre todo, por cómo ocupa el espacio de cara a cazar las segundas jugadas. Osasuna, como probó por ejemplo Sampaoli activando el factor Iborra en su visita al norte, es una máquina de conceder rebotes y dejar balones sueltos en su propia zona de castigo.
A título rematador, el Real cuenta, en ausencia del especialista Bale, con la pareja formada por Cristiano y Benzema, que es buenísima, y garantizar un surtido de servicios aéreos de calidad TOP es comprar más papeletas que en cualquier otro estadio para anotar un gol en base a este recurso. Y si bien Lucas Vázquez, por su capacidad de desborde, favorece la frecuencia de la acción, el recurso de James Rodríguez colgando centros sin necesidad de alcanzar la línea de fondo puede ser de un enorme valor tanto para el corto plazo -los puntos en este choque concreto- como para el medio -activar al número «10» de cara a la complicada eliminatoria ante el Nápoles-.
Foto: Denis Doyle/Getty Images
José Luis 11 febrero, 2017
Está claro que uno de los recursos que más está explotando este Madrid es el centro lateral. Y con Lucas Vázquez centrando al segundo palo donde es normal que aparezca Cristiano tiene sentido. También es cierto que en Osasuna no hay un Piqué, un Bonucci, un Cahill, un Godín y ni siquiera un Musacchio o un Sidnei. Pero ojo, la defensa de centro lateral está íntimamente relacionada con las capacidades físicas (altura, salto, fuerza) de los centrales como por el factor entrenamiento. No se me olvide el portero, claro está. Si además le unimos el factor motivación por la llegada del Madrid, me hace pensar que esa acción tan productiva en el pasado para los rivales de Osasuna pueda parecer un recurso que acabe desesperando a los delateros blancos.
Tampoco hay que olvidar este "parón" singular. Estoy ansioso por ver cómo ha sentado a la plantilla. Independientemente del resultado de hoy, puede suponer un antes y un después en la dinámica del equipo.
En torno a James, además de centros estilo Beckam por banda siniestra, espero que pueda aportar energía y ganas. Su forma de jugar, sus gestos y su personalidad lastran o arrastran a los compañeros. Eso solo lo pueden hacer los superfiguras. Y el colombiano lo es.