El mes de enero es el de la Copa del Rey en España. Después del parón navideño y de ceder todo el protagonismo al atracón de encuentros de Premier League, el nuevo año trae consigo los octavos de final de una competición que se caracteriza por servir de rampa de lanzamiento para los equipos que compiten por títulos y de oportunidad para los que vienen por detrás. Eso desde el punto de vista competitivo, porque desde el futbolístico, como suele ocurrir, la total representación de estilos va a favorecer un nivel realmente atractivo. En esa mezcla entre diversidad y competitividad de los equipos españoles suele nutrirse esta ronda de Copa.
El punto de mayor interés que despierta una eliminatoria a nivel futbolístico y táctico es cómo afronta un determinado equipo los vaivenes de dicho cruce, un formato competitivo a 180 minutos que pone a prueba todo, sacando a relucir todas las posibilidades que viene ofreciendo el fútbol español fuera de sus fronteras. Examina el nivel competitivo de equipos bien formados en los tres meses previos y consigue que el reloj y las circunstancias hagan pensar a entrenadores y futbolistas para reconducir lo que puede dejarles fuera de una competición: una inferioridad numérica, una ventaja o desventaja en el marcador, una fase de gran dominio sin traducción en el mismo. Y todo lo que pueda suceder, con su correspondiente significado a nivel emocional.
Los octavos de Copa es el mejor abanico del fútbol español a nivel futbolístico
Precisamente es la sucesión de variables imprevisibles dentro de un tiempo concreto lo que curte a los equipos en la dificultad. Competir son muchas cosas pero se define a la perfección desde la sensación de directo e importancia y trascendencia del error que otorga una eliminatoria a doble partido. Para los equipos involucrados en ella que no lo hacen más adelante en otras competiciones, medir su nivel, en aspectos competitivo e identitario, supone una oportunidad extraordinaria para la segunda vuelta liguera.
Con total seguridad puede afirmarse que habrá de todo. Los que reforzarán su propuesta ante cualquier adversidad o ventaja, los que se adaptarán al rival para reorientar a su favor la valentía de los planes de su oponente y los que de repente sorprenderán vistiendo un traje que no conocían llegado el momento de poner de manifiesto las carencias de su contrincante para pasar de ronda. Dada la mencionada representatividad, esta ronda en particular lo va a tener todo: igualdad, variedad, pronóstico abierto y mucho fútbol. La Copa española en enero es, libra por libra, de lo mejor que puede verse a nivel puramente futbolístico. Si a la final de la Copa se le dice la fiesta del fútbol español, los octavos de final son su abanico.
Foto: JAVIER SORIANO/AFP/Getty Images
hola1 2 enero, 2017
Y vaya partidazos los que hay en estos 8vos de final. Aunque fuera mas atractivo con eliminatorias a un solo partido.