España se fue de Albania con los deberes hechos. Dicho en frío y para quien no viera el partido podría imaginar un qué seguramente parecido pero no el cómo, que habría que explicarle con detalle y energía. Julen Lopetegui subió al encerado y tiró unas cuantas ideas de las que generan expectación. De su inquietud surgió una España ambiciosa en sus formas, retadora desde su comportamiento, dispuesta a agitar las bases de su propuesta con tal de que su rival se pregunte quién se la va a pasar a quién, en qué momento y de qué forma. Albania, sabida su competitividad, se abrazó a sí misma con fuerza, cerrándose sobre su área primero por sistema y después por acumulación, con el ánimo de lograr 90 minutos de supervivencia.
Finalmente fueron 53′, hasta el gol de Costa tras fallo de Berisha en uno de esos momentos que describen bien al fútbol y su extensión. Lo destacado ocurrió en una primera parte de continúas búsquedas. La selección española saltó al campo con intenciones colectivas muy ambiciosas y diferentes con respecto a su partido ante Italia y a su pasado más reciente, trabajando en doble dirección, ajustándose al rival y observándose a sí mismo para ver todo lo que puede ofrecer. Quizás por el poco tiempo disponible para entrenar una idea tan amplia y detallada, el arranque necesitó del paso de los minutos para hacer el plan reconocible. Varias ideas fueron surgiendo con insistencia mientras el cuadro iba tomando forma.
España cambió de dibujo: 3-4-3 ambicioso y complejo
Lo más interesante: Lopetegui pidió a sus diez futbolistas de campo ser intérpretes tanto de su posición como de las de su alrededor. Esto rara vez ocurre, pues hay jugadores más fijos o que únicamente son responsables de jugar en un solo eje. Esta vez, los diez futbolistas desarrollaron su fútbol en ambos, horizontal y vertical. Con una defensa de tres flexible, dentro de un 3-4-3 con rombo, fundamentado en un constante intercambio posicional, España metió más hombres por delante del balón, soltando amarres, tratando de relacionarlo todo desde la ocupación de espacios sin ninguna limitación. Cada jugador debía comprobar qué espacio faltaba por ocupar cuando alguien comenzaba a abandonarlo. Muchas líneas de pase y jugadores cercanos pero sin pisarse. Eso sí, dar con la tecla trajo sus conflictos.
Como los hombres de De Biasi priorizaban el ancho sobre el largo en su idea defensiva, España se lió un tanto a la hora de abrir el campo, que terminó por ensanchar con dos teóricos centrales, Ramos y Monreal -en la izquierda hubo más intercambios-. De cada decisión, otro compañero debía compensar, fuese Koke, Busquets o Vitolo. Como si algo tiene España es técnica e interpretación en las figuras de Koke, y sobre todo, Iniesta y Silva, el asunto fue fluyendo poco a poco. Sin marcas definidas y un jugador más en las combinaciones, Albania apenas pudo interceptar, casi nunca robar, haciéndolo sólo en la franja de terreno donde más superioridad tenía, el área y la línea de fondo. Circunstancia aceptada, España se fue soltando y haciendo reconocible su idea, ganando altura y acercando a los buenos a la frontal. Allí, faltó el punto de finura de sus dos hombres más adelantados para poner el broche.
Albania terminó desgastada aunque aguantó hasta el 53′
El desgaste para Albania fue doble, tanto físico como intelectual. Sin descanso y a plena concentración, haciendo además un trabajo de adaptación continúa sobre el jugador de blanco que aparecía en cada momento. España juntó a multitud de jugadores con capacidad para jugar de espaldas, de cara; que protegen a la perfección el balón, que puede jugar a uno o dos toques. Como detalle que sumar, Koke inició mucho más el juego que Busquets, más enfocado a la continuidad y aparecer por delante para la posterior presión. La segunda parte, con marcador y energía a favor, terminó de consagrar a David Silva, jugando a pie cambiado y creando contrapiés con tanta facilidad como le es propio. Jugador absolutamente capital en esta nueva España, reformulada desde que arrancó de la mano de su actual técnico.
Foto: ANDREJ ISAKOVIC/AFP/Getty Images
Andrés 10 octubre, 2016
Hoy me ha olido a Futbol Total