Zidane visitó Cornellà-El Prat sin sus dos hombres más resolutivos, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo. Quizá con el fin de paliar el déficit goleador que ello conllevaba, alineó a James Rodríguez y cambió su 4-3-3 habitual en favor de un 4-2-3-1 que cedía al cafetero su lugar ideal, la mediapunta, desde donde luce más su zurda. Y así empezó a tejerse la historia principal de este RCD Espanyol 0-Real Madrid 2.
La «nueva» posición de James no fue bien interpretada ni por él mismo, por una cuestión de falta de ritmo, ni, sobre todo, por sus compañeros,Víctor S. y Javi López, muy bien por una cuestión puramente táctica. El doble pivote conformado por Casemiro y Modric se mantenía demasiado horizontal y no dibujaba líneas de pase hacia delante, mientras que Lucas Vázquez, Asensio y Benzema, al intentar cualquier desmarque de los suyos, chocaban contra el mediapunta como quien choca contra un pilar recién construido en una casa en la que se llevaba viviendo 20 años. De este modo, la circulación de pelota del Madrid era de baja calidad y siempre acababa en una jugada forzada en cualquiera de las dos bandas, donde el Espanyol se hacía fuerte con sus parejas de lateral y extremo y cortocircuitaba sin esfuerzo el potencial de los merengues. Sólo el ingreso de Kroos por el lesionado Casemiro alteró un poco la dinámica, pero el plus era estrictamente individual: como equipo, el Real seguía partido porque no tenía pases que lo uniera. Por fortuna para Kiko Casilla, Leo Baptistao se encontraba demasiado solo cuando los locales transitaban, ya que el percance del también rapidísimo Piatti restó mucha capacidad a los pericos.
James cumplió su cometido, pero Isco mejoró mucho al Madrid.
El verdadero giro de guion llegó en el minuto 62, cuando Isco sustituyó a un James que ya había cumplido con su parte del trato: marcar un gol. Hasta ese instante, la posesión había presentado un reparto de 49 a 51% favorable a los visitantes en el segundo periodo, dato que derivó en un 35 a 65 de ahí al final del mismo. Aunque el número fue lo de menos. Con Isco, el Madrid recuperó su 4-3-3, el mediocentro Kroos volvió a encontrar líneas de pase y la circulación de bola blanca ganó tanto en fluidez como en seguridad. De igual modo, al mejorar el posicionamiento del equipo, también lo hizo su respuesta defensiva; Modric en particular estuvo fantástico abortando las contras de un Espanyol que había sumado a Caicedo.
A pesar de su juego irregular, pareció un partido positivo para Zidane porque contrastó en la práctica dos hechos que la teoría ya contemplaba: a James siempre se le van a caer los goles de los bolsillos e Isco es una de las soluciones individuales más potentes del mundo para el (posiblemente) problema colectivo más grave que padece su once titular, que es la ocupación de espacios en ataque y su eco sobre el juego asociativo. A Isco siempre se la pueden dar.
Foto: Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images
Gabo 19 septiembre, 2016
Leí un tweet de Quintana que resume perfectamente el primer tiempo de James:
"lento y torpe en espacios cortos, pero con una zurda que vale partidos"
Lo cual, además de tremendamente acertado, es extrapolable al primer tiempo del equipo: lento y trabado como conjunto, pero sostenido a base de calidad individual (Kroos) o una genialidad (James). Tampoco se entienda esto como una crítica, a estas alturas de temporada, partidos así (y además post Champions) son entendibles. A fin de cuentas, el Madrid tiene a los jugadores que tiene para solucionar estos partidos… incluso aunque lleven tiempo sumidos en un inexplicable ciclo de bajo rendimiento. Y esto ya sí que es una crítica hacia James. Siento un regusto amargo cuando le veo así. Con su talento, está desaprovechando la oportunidad de dejar un poso muy importante en este equipazo.
Otros apuntes:
– No puedo evitar pensar que la lesión de Casemiro tuvo su lado bueno, obligando a ZZ a poner un centro del campo con un mayor potencial.
– Pepe empezó un poco verde.
– Es la primera vez que veo jugar a Asensio en el Real Madrid, y le vi un poco gris. Esperaba, tal vez con demasiada expectación por mi parte, un jugador un poco más agitador cerca del área.