El Deportivo Alavés produjo la gran sorpresa de la jornada de debut en la Liga Santander. El recién ascendido consumó un planteamiento ante el Atlético de Madrid nada desdeñable desde muchos ámbitos y a 21 de agosto, con un orden, una capacidad para contener, sufrir y concentrarse poco usual para estas fechas. Su portero, Pacheco, y los palos tuvieron que imponerse para justificar un punto entre dos equipos de realidades tan opuestas, dejando a los hombres de Simeone sin tres puntos que a punto estuvieron de celebrar tras 90 minutos de mucho valor informativo para su futuro, tanto el más cercano como el más alejado. El resultado se impuso a la lógica y a la producción, pero Pellegrino debutó con buen pie en su segunda aventura en Primera División.
El Alavés mantuvo la compostura minuto a minuto. Sumo méritos
La primera fase del encuentro supo a nuevo. El Alavés saltó al césped del Calderón con una misión: negar espacios a los Carrasco, Saúl y Gameiro, y dotar a ello de constantes ayudas defensivas, a riesgo de comprometer toda su salida al contragolpe.Saúl Níguez fue mediapunta Los vitorianos pertrecharon sus líneas a una altura bajísima, concediendo la segunda jugada a los rojiblancos pero poniendo muy cara la primera de ellas. Simeone, además, respetó las jerarquías para el primer compromiso -titulares Gabi, Tiago, Carrasco, Saúl, Koke y Gameiro– aunque no los espacios: Saúl Ñíguez jugó de segundo punta, Koke fue banda derecha y Carrasco, ahí sí, de extremo izquierdo. Para mayor sorpresa, o no teniendo en cuenta lo que el rival quiso cerrar, las bandas fueron, desde la formación de las jugadas, para los laterales, quienes abrían el campo, con Yannick y Resurrección como apoyos.
El carril central, taponado desde Toquero hasta Alexis, con Krsticic, Manu García y Dani Torres de por medio, no fue una opción para Saúl ni Gameiro. Se mascó alguna incursión, pero el grueso ofensivo de los rojiblancos volvió a venir por fuera, sin acierto en el área. EL saque de esquina y el rechazo de la zaga alavesa fue lo más repetido de la noche. La lectura de ver a Ñíguez como segundo punta residió en todo ello: sin Griezmann y con tanto juego exterior, quien mejor carga el área de entre los atléticos, delanteros a un lado, es el canterano. Al descanso, un 0-0 que apretó la camisa a Simeone. Pellegrino había cumplido con la tarea de llegar a la reanudación con la lata bien cerrada. El ‘Cholo’ movió todo.
Simeone fue con todo en la segunda parte
Los cambios mejoraron al Atlético, más allá de una estructura extraña, con Gameiro en banda derecha, y Saúl de acompañante de Koke en la medular. Fernando Torres y Ángel Correa dieron un aire más equilibrado a ambas posiciones: el fuenlabreño porque en esos retos tan competitivos, repletos de dificultades, sigue moviéndose con esa naturalidad tan suya y tan extraña y el argentino porque es el jugador más capaz de recibir entre líneas y romper el orden. El Alavés, intacto en sus intenciones, subrayó más si cabe su defensa del área y tuvo en Pacheco a uno de los hombres del choque. Al final, un desenlace inusual en el Manzanares, con sensación de tropiezo por encima de otra cosa en clave Atleti y de trabajo bien hecho en los de Pellegrino, a pesar de defender durante tanto tiempo.
Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
Rayner_19 22 agosto, 2016
¿Pero realmente os gustó tanto la defensa posicional del Alavés o su capacidad de sobrevivir en el área? Porque para mi fue mucho mejor lo segundo que lo primero.
Por cierto, además de Pacheco, creo que también merece mención Víctor Laguardia. Salió frío y no paró de despejar balones desde los lados, por estar en el sitio correcto y buscar llegar antes que el delantero al balón, además de orientar muy bien los despejes. Yo he sido bastante escéptico con el maño desde que subió al primer equipo del Real Zaragoza por ser muy cuevero, pero está claro que para este plan encaja muy bien.