El Leicester City ha ganado la Premier League 2015/2016 escribiendo una página imborrable en la historia del fútbol. En el primer año de la liga inglesa después del contrato que confirma un ingente reparto económico por derechos televisivos, Chelsea, Manchester United, Manchester City, Arsenal, Liverpool y Tottenham han visto como un pequeño equipo sin tradición de títulos y con un potencial económico infinitamente inferior les ha quitado el campeonato. Claudio Ranieri llegaba a los foxes después de haber fracasado rotundamente con la selección griega en la fase de clasificación a la Eurocopa de Francia, y su llegada causó muchísimo revuelo entre una hinchada que en líneas generales se puso la venda antes que la herida.
El Leicester City cuajó un gran final de curso, pero con otro técnicoPor si fuera poco, el Leicester City había protagonizado un final de temporada 2014/2015 realmente positivo. El conjunto dirigido por Nigel Pearson -el entrenador que había ascendido en el curso 2013/2014 al equipo a la Permier League después de ganar el Championship-, consiguió enderezar la que había sido una temporada repleta de problemas. El Leicester era colista en la jornada 30, estaba a 7 puntos de la salvación y todos lo daban por descendido. 7 victorias en los últimos 8 partidos provocó la inesperada salvación, así que el despido de Pearson como consecuencia de que “las relaciones entre entrenador y junta no podían continuar” provocó el rechazo de la hinchada. En definitiva, la llegada de Ranieri no sucedió, para nada, en las mejores circunstancias.
0- EL EQUIPO
Schmeichel, Simpson, Morgan, Huth, Fuchs, Mahrez, Kante, Drinkwater, Albrighton, Okazaki y Vardy. Dentro de cincuenta años los hoy niños ingleses la recitarán de carrerilla. Su concurso, y por supuesto el de otros secundarios como Leo Ulloa o Jeff Schlupp, ha sido el secreto del inimaginable éxito. Sin embargo, resulta imposible abordar cualquier situación concreta -evidentemente los individuos y su aportación es lo que explica el rendimiento del Leicester City-, sin hacer antes una nota al pie señalando que el poder global, la implicación de toda la plantilla y la clarísima premisa de ayudar siempre al de al lado ha resultado la clave del éxito.
El once y 4-4-2 de Ranieri se recitan ya de memoria Claudio Ranieri declaró cuando llegó a Leicester que había visto todos los partidos del equipo en el curso 14/15, y que, en su opinión, el conjunto de Pearson “jugaba bien” y solo pretendía cambiar “dos o tres cosas”. Ranieri, finalmente, tocó varias teclas, modificó el 5-3-2 con el que Pearson concluyó el curso pasado, aprovechó las llegadas de Kante y Okazaki y terminó de potenciar al 100% nombres como Drinkwater, Mahrez o Vardy. Su Leicester se ha basado en dos conceptos básicos: transiciones veloces a la hora de atacar y una defensa en bloque tan bien trabajada que ha logrado marcar diferencias en la frenética liga inglesa. El Leicester se ha aprovechado de Vardy para ser un equipo capaz de atacar de forma muy vertical, gracias a su enorme velocidad, y ha funcionado francamente bien tanto cuando ha decidido presionar como cuando ha vivido replegado cerca de su área. Un 4-4-2 en el que los once futbolistas han mostrado una gran armonía en su estructura defensiva.
1- JAMIE VARDY, GOLEADOR Y CONTEXTO
Probablemente Vardy no sea el jugador con más nivel del equipo, pero sí representa el elemento decisivo para que que el plan de juego del Leicester haya sido tan competitivo. No tiene el conjunto de Ranieri una estructura destinada a guardar la pelota a través del pase una vez la recupera, de modo que contar con Vardy ha representado un alivio para que el equipo haya podido estar junto. La fijación una vez se robaba el balón era enviarlo a espacios abiertos, donde la tremenda velocidad y gen competitivo para la disputa de Jamie Vardy hacía el resto. En el mejor de los casos, el 9 del Leicester recibía y marcaba gol. En el peor, llegaba antes el defensa, él le encimaba y el equipo podía hacerse con la segunda jugada y juntarse en campo rival.
Tener un jugador con ese gran tacto para desmarcarse en vertical, y con ese hambre para disputar cada pelota ha resultado el pilar en el que se ha edificado el comportamiento ofensivo del equipo. Un comportamiento que, además, ha permitido al Leicester City no sufrir demasiadas pérdidas en su propio campo, lo que ha facilitado su rendimiento defensivo. El equipo no se complicaba tratando de dar un pase de más, así que la confianza en que un envío vertical iba a llegar a buen puerto gracias a Vardy llevó a este modelo pragmático y que permitió al Leicester no pasar más apuros de los necesarios. Los 22 goles marcados antes de cantar el alirón son, por supuesto, la gran aportación de Vardy, pero su importancia ha sido mucho más relevante que la de la finalización.
2- RIYAD MAHREZ: EL INGREDIENTE MÁGICO
Aunque Vardy haya sido la pieza más representativa desde el punto de vista táctico, incluso habiendo alcanzado una fantástica cifra goleadora, al Leicester le hubiese sido absolutamente imposible alcanzar tal cantidad de puntos sin Riyad Mahrez. El contexto no siempre ha permitido decidir los partidos o abrir el marcador jugando al contragolpe, y ahí el argelino ha sido quien ha marcado la diferencia.
Mahrez fue decisivo en los marcadores, pero también el plan de juegoEn la temporada pasada no terminó de definirse su papel en el equipo -acabó el año jugando como enganche, por detrás de Ulloa y Vardy- y en este curso Claudio Ranieri ha conseguido darle un papel mucho más concreto que ha explotado todas sus virtudes. Como extremo derecho en el 4-4-2, le ha potenciado en dos cuestiones clave. En primer lugar, desde esa posición, recibía abierto y la precisión de su zurda encontraba a Vardy -requisito número uno- con envíos precisos a la espalda de las defensas rivales. Vardy ha tenido muchos socios, pero Mahrez, gracias a su técnica, era el más valioso. Pero más allá de eso, Riyad Mahrez ha acumulado nada menos que 17 goles y 11 asistencias en esta Premier League, y en esas cifras puede resumirse el argumento de considerarle el jugador más resolutivo del equipo “por sí solo” desde el punto de vista ofensivo. Se puede asegurar sin temor a equivocarse que el argelino ha sido el jugador menos dependiente del sistema de juego, y eso le ha permitido marcar la diferencia cuando el contexto no permitía potenciarlo. Si la defensa rival estaba cerrada, su regate y habilidad ha generado desequilibrios de manera constante, y si a eso añadimos la confianza que supone que el colectivo estuviese subido en una ola de forma brutal, se pueden explicar también sus cifras goleadoras. El fútbol es tan impredecible que no se puede asegurar que hubiera sido imposible que el Leicester ganara sin él, pero defender esta opinión es lo más sensato del mundo.
3- KANTE, LA BOLA EXTRA
Kante presiona, roba y junta al equipo arribaSi Mahrez ha sido el jugador más resolutivo por sí mismo si tenemos en cuenta el plano ofensivo, N’Golo Kante lo ha sido desde el punto de vista defensivo. Evidentemente el gran valor del Leicester para recuperar la pelota y defender la meta de Schmeichel ha tenido que ver con su gran armonía para tomar decisiones de forma colectiva, pero Kante ha demostrado una capacidad de recuperación absolutamente sorprendente. Lo lógico en un jugador de su movilidad y nerviosismo es generar desequilibrios en un sistema defensivo que pretende proteger los espacios e impedir que el rival regatee y pueda correr. Pero el acierto que tiene el francés a la hora de meter la pierna ha condicionado todo. Porque quizás, lo que más ha sorprendido de N’Golo Kante es su brutal acierto para robar la pelota. Salía de posición, sí, pero casi siempre con acierto. Eso ha provocado que por sí mismo fuese capaz de dar al Leicester City la opción de encontrar a Vardy en más ocasiones. Más recuperaciones se transformaron en más pases al espacio: Kante siempre daba esa “bola extra”. Además, desde el punto de vista táctico, ha sido el mayor socio de Jamie Vardy.
Como la idea del Leicester era salir con velocidad, en muchas ocasiones la rapidez de Vardy podría haber provocado que llegase demasiado solo a zonas ofensivas, y en caso de no hacerse con la posesión, permitir que la defensa rival recuperase la pelota y lograse salir con ella. Sin embargo, Kante era capaz de acompañar ese pase y tirar de todo el equipo para que se juntase y presionase. Su enorme movilidad y tremenda resistencia han permitido que el equipo pudiera estar junto para defender en todo momento, a pesar de que la pelota fuese muy rápido en dirección a la portería contraria.
4- DRINKWATER Y EL ANSIADO EQUILIBRIO
Claudio Ranieri tuvo claras varias cosas desde el primer momento, y entre ellas estuvo la titularidad indiscutible para Daniel Drinkwater, a pesar de que en el verano llegó un jugador de más experiencia internacional como Gökhan Inler. En el mes de marzo debutó con la selección inglesa, lo que explica la tremenda evolución y el nuevo estatus que ha logrado después de su rendimiento en el presente curso. La figura de Drinkwater ha mezclado muy bien con la de N’Golo Kanté, aunque el reciente internacional inglés ha tejido muchas más sociedades que han permitido al equipo tener equilibrio.
En primer lugar, ha sido muy importante su comportamiento defensivo. Si Kanté salía a presionar a posiciones adelantadas o incluso a ambos costados, Drinkwater quedaba más fijo, protegiendo el frente de los centrales. Kanté ha tenido un acierto tremendo en el robo, pero si no tenía efectividad, la buena capacidad de Drinkwater para interpretar la movilidad de los hombres de tres cuartos rivales ha sido clave para que el equipo no quedase expuesto. En cualquier caso, hay que matizar que la gran aportación de Drinkwater ha sido con el balón. Porque hablamos de un centrocampista que siempre tiene en la cabeza el pase vertical. Por supuesto, y como ya se ha expuesto, la intención era buscar a Vardy en largo, pero Drinkwater es el futbolista, de largo, que más ha arriesgado del equipo si hablamos de la dirección de sus pases. Mahrez y Albrighton, los hombres de banda, podían recibir abiertos, pero también tras moverse lateralmente a zonas interiores, y a Drinkwater no le temblaba el pulso a la hora de tratar de colar la pelota entre varias piernas para encontrarles. La clave del éxito es que ha mostrado imaginación y acierto. Por eso el gran beneficiado ha sido Okazaki.
El japonés ha sido el acompañante de Jamie Vardy de forma regular en la punta del ataque, y ha hecho varias funciones muy importantes. Ha trabajado a destajo en defensa y ha cargado el área siempre que Vardy se ha movido en diagonal guardando la pelota en una banda, pero a nivel táctico ha hecho un enorme trabajo para que esos pases verticales de Drinkwater tuvieran una referencia entre líneas. El japonés es muy móvil, y ha compensado los movimientos verticales de Vardy para que el equipo siempre tuviera un apoyo intermedio. Drinkwater lo ha agradecido muchísimo.
5- MORGAN, HUTH Y KASPER: LOS SUPERHÉROES
Lo más impresionante de todo ha sido el gran rendimiento de su zagaEs imposible que alguien en su sano juicio, antes de empezar la temporada, ofreciese argumentos contundentes para asegurar que Morgan, Huth y Kasper Schmeichel se iban a convertir en el muro que iba a hacer a su equipo campéon. Pero a veces llega una araña, te pica, y puedes trepar por las paredes y salvar a la gente. Lo de estos tres es algo parecido a las historias que se cuentan en los cómics. Lo que empezó como un momentáneo buen momento en forma de pequeña bola de nieve se ha transformado en una avalancha incontenible. El rendimiento de los tres ha estado solo al alcance de jugadores de élite. Evidentemente, y como ya ha quedado claro a lo largo del análisis, el gran valor del Leicester ha estado en que toda su defensa se ha basado en una gran armonía colectiva. Fuese cual fuese la altura de su posicionamiento, siempre ha quedado la sensación de que los espacios estaban bien ocupados. Pero, en cualquier caso, Morgan y Huth en la defensa del área, o Kasper Schmeichel, dejando acciones absolutamente brillantes desde el punto de vista individual, han ayudado a lograr el margen de puntos necesario para obrar el milagro.
6- EL CONCEPTO DE “NO CANDIDATO”
El Leicester se coló en la fiesta y nadie le hizo mucho caso. Los cachas de gimnasio y los de la gomina en el pelo se agolpaban alrededor de las chicas mientras que un chico gordito y con gafas se puso pico y pala con la reina del baile. Cuando salió por la puerta de su brazo, los cachas se miraban los unos a los otros hasta que se dieron cuenta de que igual tenían que haber prestado más atención a la que era su competencia de verdad. Los de Ranieri han jugado “cómodos” hasta el tercio final de curso.
Fue ya en las últimas jornadas cuando vimos dobles laterales en la banda izquierda, interiores de destrucción en el lado de Mahrez o planteamientos de repliegue para que Vardy no pudiera correr. Pero hasta entonces, el Leicester pudo explotar sus virtudes con relativa comodidad. Sin duda el hecho de que la Premier League no sea un campeonato donde se mime cada detalle desde el punto de vista táctico ha permitido al equipo de Ranieri tener un poco más de margen hasta acabar situándose en una situación privilegiada que le ha hecho poder firmar una de las grandes gestas de la historia del deporte.
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@migquintana 2 mayo, 2016
No se puede explicar mejor el éxito del Leicester de cómo lo ha hecho David de la Peña.
Desde el primer detalle capital de la disposición colectiva hasta la falta de adaptación de la Premier League. Perfecto. Eso sí, se puede incidir más en algunos aspectos y eso es lo que haremos al final de la próxima semana, momento en el que le dedicaremos todo el día al "Especial Leicester City 2015/2016". Avisados quedáis.