El FC Bayern Múnich necesita marcarle dos goles al Atlético de Madrid para alcanzar la Final de la Copa de Europa. Cerrar la eliminatoria en el Allianz Arena potencia su esperanza, pero revisar lo acaecido en la ida quizá le genere dudas. Esta estuvo marcada por la calidad colectiva de ambos conjuntos, la cual dio pie a un espectáculo tenso y de altura notable, si bien también se observaron diversas limitaciones individuales que condicionaron el juego tanto para el uno como para el otro. Simeone no gozó de la calidad defensiva a la que está habituado en el centro de su área grande; una circunstancia que se notó en cuatro balones sueltos que en una semifinal de la Champions suelen acabar en la red. No lo hicieron, en parte, porque Guardiola, pese a disponer de una plantilla fantástica y profundísima, carece entre sus piezas de uno de esos cinco o seis futbolistas que resuelven los partidos sin ayuda ni explicación. Y a este respecto, hay dos noticias de gran peso: Godín se ha recuperado y Robben no ha hecho lo propio.
El contexto no es nuevo para Guardiola, así que conoce la medicina: dotar a su ataque colectivo de una riqueza y una adaptación positiva al rival que le permita crear muchas ocasiones. Pep lo consigue casi siempre; cuenta con su talento y, como se apuntó, con una plantilla de enorme nivel que, formalmente, le permite atacar de la manera en que se le antoje. Si el Bayern pone a cada uno de sus hombres en el lugar idóneo, ni siquiera Simeone garantiza inmunidad en el infierno de los hombres brutos de Alemania.
El Bayern de Guardiola tiene el mejor ataque organizado desde un punto de vista colectivo.
El hombre que define y marca este tercer update del Bayern de Guardiola se llama Douglas Costa. El extremo brasileño oposita a ser, sin contar a Messi, el futbolista que más juego ha creado en Europa en lo que va de curso, el que más ventaja ha creado para su equipo; es un demonio constante de acierto elevadísimo. Sin embargo, sus réditos no son definitivos. Pese a lo expuesto, hablamos de un atacante cuya producción se reduce a 4 goles y 9 asistencias en la Bundesliga y a 2 goles y 3 asistencias en la Champions. Dicho de otro modo, Douglas Costa favorece la fluidez de un ataque dominante, pero, por norma, necesita de la colaboración decisiva de sus compañeros para que su fútbol afecte al marcador.
Simeone respeta a Douglas Costa y no lo trató como a un cualquiera; había varios escenarios posibles para que él recibiese y el Atlético tenía una respuesta memorizada para cada uno de ellos. Si Douglas era Thiago no pudo exprimir los líos armados por Douglas Costahabilitado por un pase rápido del Bayern en una situación de aclarado, Juanfran era su único defensor y se orientaba para darle la salida hacia fuera, de tal modo que la jugada terminase en un centro que volvería a dejar a los rojiblancos en superioridad numérica en la zona del balón. Si, por el contrario, Costa era encontrado al final de un ataque más lento, rápidamente Juanfran recibía la ayuda de Saúl y uno de los dos le metía la pierna para forzar una decisión acelerada del brasileño. El trabajo del Atlético fue de libro, pero Costa es buenísimo y creó casi tantas ventajas como en él son habituales. La traba, que sus socios cercanos, Benart y Thiago, las desecharon por falta de claridad y dinamismo.
El Bayern de Guardiola tiene el mejor ataque organizado desde un punto de vista colectivo.
Aquí es donde aparece en la ecuación el nombre de David Alaba, que actuó como central izquierdo y, a propósito, dejó bastante que desear cada vez que se le requirió algún aporte defensivo dentro de su propio área. Las demarcaciones ideales de la estrella austriaca en el sistema bávaro son precisamente las que ocuparon Bernat y Thiago, el lateral y el interior izquierdo, que a su vez representan las dos posiciones más próximas y ligadas a todo lo que produce Douglas. La mera presencia de Alaba en una de estas dos parcelas podría implicar un problema de tremenda complejidad para el Atlético de Madrid.
Al hablar del Alaba-lateral nos referimos a la cúspide física de la Champions. En términos de velocidad y potencia, no hay nada tan dominante aplicado a la práctica; la línea de fondo es suya y en exclusividad. No hay nadieLos defensores más duros de Cholo están en su costado izquierdo que pueda perseguirle y saber crear peligro. Sin embargo, su química con Costa cuando conforman pareja exterior no se sitúa a la par de aquella que tuvo y mantiene con Ribéry. Si ejerciese de lateral y Pep le otorgase protagonismo en su plan, Frank sumaría papeletas para acceder al once. En dicho caso, que también es valorable, Douglas pasaría a la banda derecha, donde el guion modificaría sus pautas. Para empezar, la vida de un extremo derecho contra Simeone es mucho más complicada que la de un extremo izquierdo. Filipe Luis y Augusto Fernández, los individuos con mejor técnica defensiva del sistema rojiblanco, custodian aquella zona, amén de que el primer central al que hay que salvar cuando se cuelga un balón al área es Diego Godín. Por eso, incluso sin el uruguayo, Guardiola puso a Costa en la izquierda en el Vicente Calderón. También hay que decir que, aunque alguna variante no sea teóricamente idílica, la calidad de las armas bávaras posee el suficiente potencial como producir a buen ritmo. O sea, Costa por la derecha puede fabricar una ventaja como puede hacerlo por la izquierda haciendo dupla externa con Alaba. La consistencia del Atlético incita a apurar los análisis previos, pero esto no son cálculos matemáticos y estamos manejando futbolistas fabulosos.
Simeone planteó una defensa muy inteligente sobre Douglas Costa, pero aun así, el brasileño jugó.
Otra posibilidad derivaría de que Bernat hiciera de lateral, Alaba de interior y Costa de extremo en el sector izquierdo. La actitud del Alaba-interior derrocha agresividad; sitúa entre ceja y ceja la portería y la mayoría de sus acciones tienen carácter ofensivo. En este sentido, la alimentación de Douglas Costa podría resentirse. En la rueda de prensa posterior al 1-0 de la ida, Guardiola explicó que jugó con Vidal y Thiago -medios puros- como interiores para proveer a sus dos extremos con la máxima continuidad posible, y el canterano no dibujaría ese escalón con la misma nitidez que Alcántara. Sin embargo, donde crecería sobremanera el Bayern sería en la conexión inversa: de Costa a Alaba. Que fuese el austriaco, y no el hispano-brasileño, quien recibiese ese pase atrás sacrificaría la legítima esperanza de que Thiago obrase una genialidad pero dinamizaría el ataque bávaro en su minuto a minuto, exponiendo al Atlético de Madrid a una tensión ininterrumpida. El comodín más polifuncional de Guardiola es una de esas llaves que, en la cerradura correcta, pueden abrir una puerta en la fortaleza del resistente Simeone.
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Enemigo mío
Mery 3 mayo, 2016
Alaba y Costa juntos me parecen la bala más adecuada contra la defensa atlética, contra su zona más débil. Visto lo visto, sobre todo en la ida, Thomas por Thiago en el once inicial con los consiguientes reajustes. No me imagino otro partido de semis de Pep sin q el factor cancha sea determinante. De la fortaleza mental depende el pase. Ahí veo un escalón arriba a los del Cholo. Elite pura enfrentada.