Raúl Madrid | Ecos del Balón

Raúl Madrid


El envejecimiento de “La Quinta del Buitre” dejó tras de sí un rastro de nostalgia. Como la música de Nacha Pop o el cine de Pedro Almodóvar, el fútbol de Sanchís, Míchel, Martín Vázquez y Butragueño había cogido a España de la mano y la había transportado a un mundo nuevo, lleno de color, donde los días terminaban por la mañana y la gente se reía todo el tiempo. Fue genial. Aunque tanta luz e inspiración también trajeran desventajas. Una, la velocidad. La vida comenzó a correr demasiado deprisa, y antes de que Emilio tomara la Copa de Europa, Sacchi ya había creado su Milan y Cruyff, su Barcelona. Qué locura, cuánto avance. El futuro abría puertas que el Madrid no comprendía: Ferguson, Wenger, Capello, Hitzfeld, Van Gaal, cambios, más cambios, rápidamente. La historia se estaba reescribiendo. Y el Real no encontraba las palabras. De ahí acudió a su escritor de cabecera. Jorge Valdano, en calidad de entrenador, volvió al Santiago Bernabéu.

De forma práctica y ceremonial, los últimos minutos de Butragueño fueron los primeros de Raúl.

Raúl produjo desde el día uno, sin adaptaciónValdano dice que el fútbol es un relato, y aquella campaña 94/95 transcurrió por esos versos. Tras un verano en el que pidió y no fichó ni a Cantona, ni a Sosa ni a Juanele, diseñó un Madrid lleno de pequeños cuentos que salieron bien sin excepción. Redondo, Laudrup, Amavisca y Zamorano protagonizaron algunos y cimentaron, junto a Hierro y Sanchís, las bases de un equipo que cumplió sus objetivos: ganó la Liga, practicó un juego bonito y hasta se dio el gustazo de devolverle al Barcelona la famosa manita que, meses antes, había comandado Romario. Tal superioridad, tal falta de urgencia, permitió al técnico argentino poner una onza de normalidad donde no la había: en Raúl. Durante aquel curso iniciático, se le pudo tratar, y se le trató, como a la perla de la cantera. De haber aparecido en un periodo más convulso, a Valdano no le hubiera quedado otra que ponerlo siempre y pedirle la victoria. González Blanco, jugador oficial del Madrid «C», tenía 17 años. Pero ya era el diferente del Real.

Debutó en La Romareda creando seis ocasiones de gol que no evitaron la derrota. Una semana más tarde, disputó su primer derbi repartiendo una asistencia, forzando un penalti, marcando un golazo y sumando tres puntos. Pero este texto no pretende convertirse en la enumeración de sus gestas, sino en la descripción del fútbol que empleó para acumularlas.

Hacía rapidísimo todo menos esprintar, que es lo que menos se hace en el fútbol. Su ritmo era máximo.

Valdano bautizó como «chispa» su gran virtudRaúl fue un elegido genético concebido para la práctica del fútbol, un capricho de la naturaleza que casi nadie supo explicar. Pero hay una llave, una frase-contraseña, que una vez asimilada permite entender el grueso de la cuestión: Raúl era rapidísimo. Sí, era cierto que su sprint resultaba relativamente lento, incomparable al de la mayoría de su competencia, pero su galope, su trote y su caminar promediaban una velocidad media inigualada por ningún otro. En tres de las cuatro cadencias de desplazamiento, marcaba diferencias abrumadoras. Su secreto derivaba de su modo de talonar, o más bien de su no-modo: parecía no hacerlo. Raúl iba dando saltos de puntillas con la potencia de un canguro y la levedad de una pluma, casi siempre parecía llegar desde el aire, anticipándose a cada rival, no arribando tarde nunca. Valdano recogía lo presentado en el vocablo «chispa». Esta chispa era una de sus seis virtudes claves. Desde el principio mostró dos más: una resistencia olímpica y un olfato goleador afinadísimo. Y tan solo 12 meses después, ya habríamos descubierto dos de las tres que faltaban.

En cuanto el Madrid de Valdano entró en problemas, Raúl pasó a la titularidad para resolverlos.

El Madrid de Valdano fue un equipo de corto alcance. Suficiente para una Liga devaluada, pero no más. La Copa de Europa de la 1995/96 lo delataría con crueldad. Su estructura táctica, sujetada sobre un rombo que en realidad evolucionaba a 4-1-5 con Redondo solo en el centro del campo, no podía competir con la de los grandes del continente, y encima adolecía de una inferioridad física con respecto a estos que le dejaba sin ninguna solución. Ni siquiera cuando entraba Alkorta en el once e Hierro subía a la medular se compensaba el desfase. Los desigualados duelos contra el súper Ajax deprimieron al vestuario y aceleraron la caída del proyecto. La secuela, un serio candidato a peor Madrid de los últimos 60 años. Solo Raúl, de 18, dio la cara.

Raúl quitó a Laudrup el mando del juegoRaúl aprovechó el desplome colectivo para ganar metros en el campo e influencia sobre el juego. En síntesis, su temporada se resumió en empujar al desgastado Laudrup y ocupar su lugar tanto en la pizarra como en la jerarquía. Así fue como descubrimos su extraordinaria capacidad asociativa, sin la cual su figura no se entiende. Se trataba de un pasador prácticamente perfecto, siempre que soltaba la bola dejaba en ventaja al compañero; la naturaleza del gesto en cuestión daba casi igual: pases de construcción, apoyos, aperturas a las bandas, asistencias al espacio, paredes al primer toque… en ninguna de estas artes se le podía poner un pero. Y dio auténticas exhibiciones al respecto, como aquella frente al Betis el 4 de febrero de 1996, en lo que fue una actuación para perder la razón: pases con el exterior, espuelazos, sombreros… Una exposición de genialidad juvenil.

Su enfrentamiento con Vierchowod inspiró su primera gran fotografía en la Copa de Europa.

Debutó en Champions con 6 goles en 8 nochesClaro que nada llamó más la atención entonces que su madera de líder. Raúl no soportaba la inferioridad; por eso rompía las cadenas del sistema y proponía cualquier solución que le pasase por la cabeza. Fue épico su Clásico de la ida, con los veteranos agachados y el «17» uniendo los pedazos. Y marcando. No menos magno resultó su partido de cuartos de Champions contra la Juventus de Turín, a la postre campeona de Europa. Aquella cita pasaría a la historia en forma de foto impresionante, la que recogió su encaramiento con Pietro Vierchowod, quien, literalmente, le doblaba en edad -tenía 36-. Ganó el Real 1-0, con gol, por supuesto, suyo. También quedó en el recuerdo su despliegue frente al Rayo en la noche en la que Valdano, tras una larga crisis de resultados, se jugó su cargo. Pocas veces corrió más sobre un campo de fútbol, pero no pudo salvar a su amigo. Precisamente el compromiso personal que le unía al argentino hizo que se escribiesen dudas sobre su implicación con el futuro técnico. Las borró con tres exhibiciones mastodónticas e inmediatas ante Athletic (0-5), Oviedo (1-2) y, la ya citada, Betis (4-2). Anotó en todas ellas. Después, eso sí, llegaron los duros, el Barça y el Valencia, y pusieron al Madrid en su sitio. Acabó la temporada en sexta posición. Raúl, con 18 años, 19 goles en liga y 6 en los 8 encuentros de su primera Champions, lo hizo con rango de ídolo. Y sin opción de marcha atrás.

Tristemente, Raúl solo formó parte de un proyecto liderado por un entrenador de postín: el de Capello.

El de 1996 sería un verano de cambios. Tras la firma del nuevo contrato de televisión, nació la «Liga de las Estrellas», y nada volvió a ser como antes. Los equipos españoles regresaron a la primera plana. El Madrid fichó a Illgner, Secretario, Roberto Carlos, Seedorf, Suker y Mijatovic, desatando una ilusión bárbara; si bien el gran puñetazo sobre la mesa lo pegaría enfocado al banquillo, con la contratación de Fabio Capello. Y esto fue trascendente. El Sargento organizó nueve meses únicos -e imprescindibles- en el devenir de Raúl.

El Bernabéu ofreció al «7» una historia que ningún otro estadio hubiera podido gestarle, pero le dejó a deber, y mucho, en un ámbito de calado serio: el del entrenador. En el Madrid que le tocó vivir, los entrenadores eran vistos como un mal necesario, no como una herramienta deportiva capaz de hacer la diferencia. Solo el mejor de cuantos tuvo, Don Fabio, atesoró talla y talento suficientes para imponer un método de trabajo estable y diseñar un sistema que también pensara en el mañana. En definitiva, para desarrollar un proyecto.

Capello pulió a Raúl defensivamenteCapello dibujó un 4-4-2 asimétrico parecido al del Milan de los Invencibles (el suyo). Se trataba de un Madrid sumamente sólido que aplicaba la presión concebida por Sacchi como en España no se había hecho; tuviera quien tuviese la posesión, Illgner veía la bola de lejos. Raúl, empleado como extremo izquierdo, se instruyó en el arte de defender formando parte de aquella medular. Entendió los secretos del posicionamiento, los pros y las contras de las coberturas y el significado de «equilibrio». Aprendió a canalizar su resistencia y su nervio hasta convertirse en un verdadero argumento defensivo pese a su naturaleza de atacante. El Madrid ganaría Copas de Europa gracias a esto.

El primer año de Suker y Mijatovic estuvo marcado por la movilidad, lo cual favoreció a Raúl.

En lo referido al ataque, qué mejor que empezar por la frase más rotunda de Capello: «Estoy convencido de que actualmente tan sólo hay cuatro futbolistas que marcan la diferencia: Ronaldo, Del Piero, Kluivert y Raúl». Simple y llanamente, el «7» había explotado. Roberto Carlos se comía la banda sin ayuda de nadie, lo que aprovechó Fabio para dotar a Raúl de una libertad de movimientos absoluta. El crack tejía sociedades alrededor del campo entero. Para gestar y gestionar, se aliaba con el doble pivote, el formado por Redondo y Seedorf; mientras que más arriba, desarrolló una relación muy grácil con Suker y Mijatovic. Para la época, la pareja balcánica destacaba por móvil y técnica. Generaba espacios y asistencias para la joven promesa.

El 1-4 en El Calderón, su consagraciónDe haber una fecha que alumbrase su nacimiento como fenómeno mundial, sin duda dataría de entonces. En concreto, del 18 de enero de 1997, en el Vicente Calderón. Se asistió a un primer tiempo de espesa igualdad hasta el minuto 32, cuando Kiko remató a las mallas un centro medido de Paunovic y dio pie al mejor fútbol del Atlético de Antic, el liderado por Pantic y Caminero. Aun así, el 2-0 nunca entró, porque el Real sabía resistir, y se llegó al descanso. A la salida, Raúl cazó un rebote en la frontal y convirtió el gol del empate. Oxígeno. Parecía que lo peor ya había pasado para los blancos. Pero apenas superada la hora de encuentro, Mijatovic fue expulsado por insultar al linier. Era lícito y lógico imaginar una avalancha rojiblanca.

La expulsión de Mijatovic desató todo el fútbol de Raúl por el césped del Vicente Calderón.

Se le vio como un rival incluso para RonaldoOcurrió que emergió una estrella. Tras aquella tarjeta roja, Raúl fue un terremoto de fútbol. Resultó incontenible, estaba en los tres carriles, robaba cada balón, decidía con rapidez, ejecutaba con velocidad, el acierto no le abandonaba, qué rotunda barbaridad. El Calderón se resignó al acontecimiento, palidecía cuando le miraba, y alcanzado el minuto 80, empatando en casa y con uno más, Antic quitó del campo a Kiko y cerró su medular con el pivote Vizcaíno. Pitaron pocos. Quizá solo uno. Igual fue Raúl. En la jugada posterior marcó el famoso gol del triple recorte a López. Un suspiro después, bajó un balón desde el cielo y sirvió a Seedorf el 1-3 tras óptima pared. Y sin tiempo para celebrarlo, metió un balón en profundidad a Víctor con el exterior de su bota zurda para el 1-4 definitivo. 12 días más tarde, Raúl visitaría a Ronaldo en el Camp Nou. Coparon cada portada. Era el duelo.

Fue tal la expectación levantada por la cita que incluso se innovó tecnológicamente para cubrirla de modo especial. Por primera vez en las retransmisiones de fútbol en España, se utilizó el recurso de la pantalla partida en pleno directo. Cuando Ronaldo cogía el balón, el plano se dividía y mostraba la manera en la que Raúl seguía su proceder. Cuando era el «7» quien participaba, se hacía lo propio pero a la inversa. Un show mediático al que hoy estamos habituados pero que en aquel momento nos pilló de nuevas. Y que no hizo más que contrastar la relevancia que estaba tomando aquel niño español. Evidentemente, no era tan bueno como R9; el caso no giraba sobre dicha trama. El truco consistía en que, fuera quien fuese el adversario del Real, el madridismo tenía a Raúl, y con él, siempre, siempre, podía ganar. Desde 1997 hasta 2003, así fue.

La marcha de Capello devolvió a Raúl a la realidad: un equipo sin rumbo fijo o consistente.

El Madrid ganó la Liga y dijo adiós a Capello, que huyó al AC Milan tras recibir la llamada de Berlusconi. Ya en Italia, afirmó que trabajar en el Bernabéu resultaba imposible, y que si ni venciendo había un mínimo de calma, interna y externa, en el día a día, no quería imaginarse lo que sería aquello en dinámica negativa. Le suplió Heynckes, cuya principal novedad táctica radicó en la apuesta por el rombo en el centro del campo, con Redondo de mediocentro, Seedorf de interior izquierdo, Karembeu (o Víctor) en el derecho y Raúl como mediapunta. El equipo no tuvo continuidad, cambió bastante de esquema, pero aquel sería el más habitual. Para acabar de delimitar el marco del «7», conste el dramático y fugaz declive del croata Suker. Sería clave.

Socialmente, 1998 fue su único momento difícilA título individual, la 97/98 sería traumática para Raúl. Justo cuando había pasado de esperanza local a estrella internacional, lo peor de la profesión se le vino encima. En plena pretemporada se le diagnosticó una pubalgia que mermó su rendimiento físico; la dolencia le afectó tanto que en pleno mes de febrero los doctores le exigieron 40 días de reposo. Durante estos, concedió una entrevista a la revista «Hola» en la que habló sobre su vida personal, y fue pillado in fraganti saliendo de discotecas de moda. Contextualicemos. La Liga había crecido, pero también se había sumido en el miedo. España era un país lleno de inseguridades, y la Ley Bosman, que tantos extranjeros trajo a su fútbol, había generado un clima de desconfianza que copaba las tertulias radiofónicas. Por ejemplo, a Seedorf, Mijatovic, Suker y cía se les apodó «La Quinta de los Ferraris». Raúl representaba el contrapunto de todo aquello, en ello residía parte de su valor, y cuando se vendió que había traicionado su papel, el madridismo entró en cólera. En la rueda de prensa de la redención, ofrecida el 10 de marzo del 98 en un hotel ajeno a las haciendas del club, reconoció haber sido increpado por la calle al grito de «borracho».

El declive físico de Suker y Mijatovic le cerró la puerta del gol. Los dos balcánicos la taponaban.

El caldo de cultivo para tan desagradable atmósfera fue, por supuesto, deportivo. En particular se debió el pésimo desempeño del Madrid en Liga, donde quedó cuarto. Y uniendo cada punto, en la memoria caló que Raúl no jugó bien. Es repasando hoy los partidos de entonces cuando la visión se matiza poderosamente. Pese a sus problemas físicos, completó choques excelsos. Su sequía goleadora no respondió a su nivel individual, sino al nuevo sistema. Raúl veía taponada su llegada al área por dos delanteros (a elegir entre Mijatovic, Morientes y Suker) que no se estaban desmarcando. Cuando se movían, el «7» respondía, pero lo hacían poco. Para encontrar espacios, solo le quedaba abrirse, alejándose del peligro. En compensación, y como prueba de que aportaba como fuera, firmó la suma de asistencias más alta de su carrera, 12 en Liga.

Ganar la Champions tan joven le beneficióIncreíblemente, aquella temporada culminó con la consecución de la Séptima. El poso de Illgner, Sanchís, Hierro y Redondo, con los tres goles de ¡Karembeu!, obraron el milagro: 32 años después, el Madrid había reconquistado la Copa de Europa. La fecha estableció un antes y un después en cada merengue y en especial en los más jóvenes (Raúl y Roberto Carlos), que asimilaron las intrigas de la competición cuando todavía tenían toda su carrera por delante. Pero en lo que concierne a esta línea del relato, lo destacable fue el entorno. Dos anécdotas. A una semana de la Final contra la Juventus, el presidente Lorenzo Sanz llamó a Jupp Heynckes a su despacho y le preguntó cómo estaba. Según Sanz, le respondió: «Estoy hundido. Soy incapaz. Tengo fama de hombre duro, pero la situación ha podido conmigo». En otro término, y ya vinculado al propio día del partido, Raúl confesó que, de la Vecchia Signora, les abrumó hasta la bajada del autobús. El hecho de verles llegar en un vehículo oficial, uniformados de manera impoluta, etc, marcaba diferencias entre ambos clubes. El Madrid no llevó a Amsterdam ni el champagne; la propia Juventus le cedió el suyo. Si contamos esas peripecias no es para colorear el texto, sino para retratar, de forma cruda, lo que era el Real en el que creció Raúl. Pues además, todo lo que acontecía fuera del césped sufría su reflejo dentro del mismo. Desde que la herencia de Capello quedó destruida hasta la llegada de Luis Figo, el Madrid fue un equipo muy inferior a los mejores.

A finales del 98, dirigido por Hiddink, Raúl ganó su primera Intercontinental con el gol del «Aguanís».

Entonces, ¿por qué siguió obteniendo el Real tan buenos resultados en Europa? En gran parte, debido a la plenitud de Raúl. El grupo jugaba las noches primaverales con la jerarquía de un rey, y la plenitud del «7» equilibraba lo demás. Habíamos enumerado cinco de sus seis virtudes capitales: la chispa, la resistencia, el gol, la asociación y el liderazgo. La que restaba la adquirió entonces: una absoluta omnisciencia futbolística.

JB fue el 7º entrenador despedido en 4 añosPara profundizar en el impacto de Raúl en los días decisivos, antes debe pre-describirse la rutina de aquel Real. La temporada empezó bajo la dirección de John Benjamin Toshack, que dibujó un 4-3-1-2 cuya medular se componía de Redondo, McManaman y Savio; un mediocentro y dos hombres sin formación defensiva. En la práctica, como en la teoría, fue un coladero. El 18 de noviembre de 1999, con un balance de tres victorias y mucha polémica en 11 jornadas, Toshack fue despedido y le suplió Del Bosque, que de primeras no supuso ningún plus. Con Vicente en el banquillo, se sucedieron las cinco derrotas más cruentas: el 1-5 contra el Zaragoza, el 5-2 ante el Dépor, el 2-4 frente al Rácing y las dos que le endosó el Bayern Múnich en la fase de grupos de la Champions, por 2-4 en el Bernabéu y por 4-1 en el Olímpico. Del Bosque miraba a sus suplentes y no veía centrocampistas, pero a su vez sabía que algo nuevo tenía que proponer, y tras aquellas goleadas, actuó en consecuencia: sacrificó a Savio, alineó un central extra y formó un 5-2-3. Es decir, protegió su área, pero vació la medular más si cabía. ¿Que en qué consistió la hazaña del «7»? En lograr que, ante los cuatro mejores equipos que había, nadie se diera cuenta. Compensó cada inferioridad numérica-futbolística… sin dejar de marcar goles.

El FC Barcelona, el Manchester United, el Bayern Múnich y el Valencia CF sufrirían lo mejor de Raúl.

El 22 de octubre de 1999 se escribe con letras de oro. Todavía con Toschack en el banquillo, el Madrid viajó al Camp Nou para medirse a un Barça espectacular, que liderado por Figo, Kluivert y Rivaldo, parecía destinado a ganarlo todo. Y el «7» lo frenó en seco. En defensa, fue cerebro, piernas, zarpas y dentadura; y en ataque, usó a Redondo, Savio o Anelka según la necesidad. Con el argentino, aseguró posesiones que dieron aliento a los blancos; con el brasileño, destrozó la defensa posicional culé; y con el francés, mató a la contra. Aquel Clásico constituye una de las pruebas más irrefutables sobre la exuberancia de su físico, tanto en lo referido a la rapidez de movimientos como a su brutal resistencia. Y es que a lo expuesto sumó caídas a bandas, llegadas a línea de fondo y, claro, al gol. Hizo dos. Y dedicó su celebración más retratada.

La Champions 99/00 de Raúl fue algo increíbleEn una línea parecidísima fueron sus partidos contra el Bayern Múnich en la semifinal (2-0, sirviendo sendos pases decisivos a Anelka y Míchel Salgado) y el Valencia en la gran Final de París (donde anotó el 3-0 definitivo). Y en un registro más diferenciado, que no menos inspirado, Raúl dominaría la que, a la postre, sería la noche más recordada de la Octava, la de Old Trafford. Tras el 0-0 cosechado en el Santiago Bernabéu, el Madrid parecía ir al matadero en vez de a Manchester, pues los de Ferguson no habían bajado ni un ápice el listón del Trébol del 99. Así que en pos de elevar siquiera un poco la solidez, Del Bosque dejó sentado a Anelka y salió con Savio de titular, invirtiendo a Raúl como punta de lanza de los contragolpes blancos. Aquella sería la primera noche mágica de un tal Casillas, la enésima de Roberto Carlos y la penúltima de Fernando Redondo. Pero Ferguson solo tuvo ojos para su jugador favorito. Para, en sus palabras, el mejor del mundo. Sir Alex amaba al «7» blanco.

Cada partido de los Galácticos en el Bernabéu era como el estreno de un blockbuster en Navidad.

Raúl compartió días con Ronaldo, Roberto Carlos, Rivaldo, Figo, Zidane, Totti, Sheva y Henry; disentir del juicio de Ferguson cabía entre lo prudente, pero había algo sobre lo que no podía debatirse: pese al número de mitos en activo, el «7» era, sin duda, quien marcaba la pauta de la Liga de Campeones. El que más dominaba, el que más resolvía, el que más inspiraba, el que ganaba casi siempre. El Madrid tenía la pieza maestra. Tan solo necesitaba hacerle justicia para, como equipo, ser el número uno. Y empezó a hacérsela.

En la entrada del siglo XXI, Florentino Pérez tomó la presidencia del Real y revolucionó su funcionamiento. El Santiago Bernabéu se convirtió en el parque de atracciones del fútbol; la camiseta blanca, en la prenda más vestida; y el plantel merengue, en la constelación de estrellas más fascinante jamás reunida. Visto con perspectiva, a aquel proyecto solo le faltó la guinda de un entrenador magnífico. Tácticamente, el sostén no existía; cada acción dependía del talento individual, tanto en defensa como en ataque. No existía el menor plus desde la pizarra. Por eso dejó escapar títulos que bajo ningún concepto debió perder. Aunque igual por la misma razón, por aquel desamparo de todo lo tangible, aquellos jugadores parecieron dioses en la Tierra. El hecho de cada solución fuera producto de la inspiración de un mago, del sudor de un elegido, del grito de una leyenda, causaba un golpe sensorial de viso incomparable. Eran una ventana. Fueron «Los Galácticos».

Jugaron la semi de Champions ante el Barça de Rexach a medio gas. Solo apretaban contra la élite.

En la noche de Reyes de 2002, regaló perfecciónEn lo vinculado a la consistencia, el curso más normal sería el de Luis Figo. El Madrid fue un equipo bastante rígido, siempre sujeto por un doble pivote con Makelele y uno más; estableciendo un orden que Roberto Carlos, el propio luso o Raúl rompían para ganar. Se pasearon en Liga. Si bien en Champions, Hitzfeld logró sujetarlos. El segundo año, el de la noche de Reyes del 5-01-02, en la que Raúl hipnotizó el juego y al enorme Deportivo de la Coruña, sería el de Zinedine Zidane, que suplió en el once a McManaman y rompió la simetría del esquema. Fue ahí cuando Del Bosque se mostro incapaz de seguir el ritmo del talento. En los días tensos, el Madrid era invencible; pero cuando no estaba al 100%, carecía de táctica que le auxiliase. Levantó la Novena y cedió el campeonato nacional. El que recuperaría en la tercera campaña, la de Ronaldo Nazario, pese que a se acentuaron, aún más, tanto el valle como la cima. Cada viaje por la península parecía un posible pinchazo, pero luego, arribaba al Bernabéu un Milan con Maldini, Costacurta, Redondo, Seedorf, Rivaldo y Sheva, con Nesta y Pirlo de revulsivos, y se veía como un conjunto… técnicamente mediocre. Y qué maravilla de Raúl.

Raúl compensaba lo que Del Bosque no podía. Una vez se apagó, los Galácticos se deshilacharon.

Hay que detenerse en aquella Copa de Europa. Sería la última. Y fue impresionante. El bombo de cuartos emparejó al Real con su viejo adversario, el Manchester United. La ida se celebró en el Bernabéu, el 8 de abril del susodicho 2003. Del Bosque alineó su once gala, con Figo en la una, Zidane en la otra, Raúl en el medio y Ronaldo delante. Profesaron el espectáculo esperado, no se atisbaba otra opción y nada distinto acaecería. Si acaso, que el «7», aquella noche, iría un paso más allá. Y Ferguson perdió el sentido por él. «¿Qué debe pasar para que remontéis en Old Trafford?», le preguntaron. «Que Raúl no entre en Inglaterra», aseveró. Quién iba a decirle entonces que el sueño no volvería a su Teatro. Y que nunca más, en su vida, volvería a ser el de aquel Real Madrid 3-Manchester United 1. El «7» cayó víctima de una apendicitis aguda. Y en la vuelta de la semifinal ante la Juventus, en Turín, a su baja se sumó la de Ronaldo. Demasiada traca.

Y el verano siguiente aniquilaría el proyecto. Desarmó la plantilla y el equilibrio emocional de la entidad. El Madrid fichó a David Beckham, un gran jugador que no estaba al nivel de Ronaldo, Zidane y Figo, y cuya posición ideal coincidía con la del luso. Además, hicieron las maletas Makelele, McManaman, Flavio, Iván Campo, Geremi y Morientes, sin que llegara nadie para cubrir sus marchas. También dijo adiós un peso pesado, el histórico Hierro, una baja polémica que cedió la capitanía a Raúl, aumentando sus distracciones extrafutbolísticas. Y por último, el club prescindió de Del Bosque en favor de Carlos Queiroz, el segundo de Ferguson en el United. Bajo la dirección del portugués, el Madrid completó cinco meses de fútbol primoroso; en términos estéticos, la cúspide galáctica -mención especial a la brillante explosión de Cambiasso, que formó doble pivote con Becks-; pero la falta de banquillo destruyó la temporada. Poco a poco, los titulares se fueron desinflando, siendo Raúl uno de los más penalizados; y si había problemas y no había «7», la victoria se alejaba. El declive del mito blanco se lanzó por una rampa. Nadie lo frenaría. Y sería devastador.

Desde 2004 a 2010, Raúl fue un jugador agotado enchufado a la respiración asistida del gol.

Sin su chispa, no podía ser él, y fue otra cosaRaúl perdió la chispa. Su sprint agravó su lentitud, pero el drama residía en su galope, su trote y su caminar. Carecían de la vivacidad que daba sentido a su cerebro. No llegaba adonde quería, no podía solucionar lo que su lectura calificaba de incorrecto, estaba en terreno de nadie sin aportar ninguna cosa. Y lo peor fue lo demasiado en el tiempo que sobrevivió esta versión: nada menos que seis años, el equivalente al 37,5% de su estancia en el Bernabéu. Generaciones de madridistas crecieron confundidas, sin entender cómo un futbolista que parecía luchar por ser uno más, sin disfrutar ni divertir, era el ídolo de la afición. Alcanzado 2008, Schuster respetó su estatus y lo metió en el área, y como el olfato de gol sí lo conservaba todavía, recuperó cifras destacables; si bien el escasísimo ritmo con el que ejecutaba cada gesto le impedía rendir frente a los mejores. Por no apuntar que ralentizaba mortalmente el sistema ofensivo del Real. Tres cuartos de lo mismo sucedería con Juande Ramos; una situación que solo cambiaría cuando, en el verano de 2009, Cristiano Ronaldo fue presentado en Concha Espina. El contraste reveló lo insostenible. Poco a poco, perdió la titularidad. Y al fin, descansó.

En definitiva, Raúl digitalizó la historia del Madrid para que siempre formase parte de su futuro.

El envejecimiento de «La Quinta del Buitre» dejó tras de sí un rastro de nostalgia. Y un estadio desprotegido, lleno de dudas. Pero los tiempos del número «7» alejaron cada nube. Raúl inspiró un Real suyo, vencedor y trascendente, que ganó, exactamente, como ganaba en blanco y negro. Hizo que Di Stefano nunca pasase de moda. Su estilo de juego, su carácter indomable, su expresión contundente y sorda. Todo tan parecido a lo de siempre, cuando todo cambiaba por segundos. Su legado es poderoso, imborrable, incorruptible. Sirva este texto para contactar con el futbolista. Porque lo primero, en esta historia, nunca lo olviden, fue el balón.

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102 comentarios

  • Albertigues 16 noviembre, 2015

    Espectacular esta serie dedicada a Raúl, de principio a fin. Jamás fui un gran admirador del '7' blanco, pero eso no quita que respetara y supiera apreciar toda su grandeza, que fue mucha, especialmente en esos intangibles que no se enseñan.

    Lamentablemente, los grandes deportistas por norma general no saben retirarse cuando quizá su vida deportiva indica (con esto me refiero más a sus últimos años en el club de su vida que a su posterior aventura estadounidense), y eso hace que muchos aficionados tengan en sus retinas imagenes que no son las más acordes para definir la carrera de alguien que ha significado tanto para la historia deportiva de este país.

    Por suerte, muchas veces el tiempo actua por si solo para recordar lo grande que fue una persona, esta serie de reportajes ayudan a que esto ocurra.

    Un saludo

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  • Baal 16 noviembre, 2015

    Es cierto que ya no estaba en su mejor momento a partir de 2004, pero que listo era el cabron! Llego "retirado" al Schalke…y que putas nos las hizo pasar en aquella Europa League con Marcelo Bielsa.

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  • @AitorCs3 16 noviembre, 2015

    Estoy de pie y aplaudiendo. Que brutalidad de texto, para leerlo dos veces y pararse con calma en cada enlace. Yo soy de la generación que recuerda mas al Raúl cascado que al jugador competitivo y dominador. Así que este texto me ha venido de maravilla, enhorabuena!

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  • hola1 16 noviembre, 2015

    Enorme Raul y extraordinaria serie de articulos.

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  • JS. 16 noviembre, 2015

    De suerte leí el artículo en la PC y no en el móvil. La experiencia no se vive completa sin disfrutar cada enlace, cada foto y cada minuto de video.

    Al ser de la generación que creció confundida, "sin entender cómo un futbolista que parecía luchar por ser uno más, sin disfrutar ni divertir, era el ídolo de la afición", este texto me presentó al Raúl fuera de serie. Qué jugadorazo. Cuánto fútbol. Conocía todos los secretos del juego. Creo que disfrutar con los pases, las asociaciones, del hasta hace nada máximo goleador de la UCL nos indica la bestialidad de futbolista que fue. Era un matador, pero 'sabía jugar'. Zurdo al fin.

    Un poco #offtopic, pero quisiera que Abel ampliase un poco su valoración sobre Del Bosque. ¿Muy difícil ver a Vicente triunfar sin plantillones?

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  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    @ Aitor, JS.

    Le hemos dado mucha importancia a los vídeos enlazados para que la gente de vuestra edad contraste que las palabras no son lírica, sino descriptivas. Sin los vídeos, uno lee que empezó a ver fútbol en 2006 lee que Raúl era puro dinamismo y no se lo cree. Pero luego ve el resumen de 10 minutos del Madrid-Deportivo de 2002 y se da perfecta cuenta de que era tal cual.

    Por eso cuando se habla de Müller o incluso el Pippo como reflejos de Raúl… la ceja se arquea. Raúl tenía un Thömas Müller y un Pippo Inzaghi dentro de él. Pero había muchísimo más. Raúl podía jugar de mediocentro perfectamente.

    @ Albertigues

    "los grandes deportistas por norma general no saben retirarse cuando quizá su vida deportiva indica"

    Yo creo que a ellos no se les puede reprochar. Son personas. El tema en los países latinos es que los clubes no lo hacen bien. Tú miras la administración que hace el Manchester United de sus leyendas y los ves marcando diferencias a su manera seis o siete años después de perder su pico físico. Giggs en 2004 ya no corría como en el 99, pero en 2011 lo tuviste destrozando al Chelsea en Champions como centrocampista.

    Cuando uno es tan bueno como Raúl, es porque tiene mucho talento. Y el talento no desaparece. Se puede reorientar. Y ahí para mí el tema es cultural y quienes tienen que cambiarlo son los clubes.

    @ Baal

    En el Schalke es que, en cierto modo, recuperó su esencia. Al pasar de un supuesto candidato la Champions a un club menor, la exigencia bajó, y él aun tuvo nivel para aportar lo que siempre tuvo pero a pequeña escala.

    El partido que citas contra el Athletic fue puro Raúl. Un partido del Raúl de siempre, pero en viejo. Estuvo en todas partes aquel día.

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  • @polmadur 16 noviembre, 2015

    Brutal, como solo él se merece.

    Que pena el ser tan joven en la época 96-2000, ver videos de ese Raúl y pensar, ese es Raúl? Su imagen ahora es mucho mayor en mi cabeza, si es que lo tenía todo, que recital ante el Atlético, que Champions nos dejaba….

    Lástima que nos quede la imagen del Raúl lento y al que solo le quedaba la garra y su olfato.

    Respond
  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    @ Polmadur

    "que recital ante el Atlético"

    Un niño de 19 años hace hoy ese partido, y puedes dar por hecho que la cifra del traspaso se acerca a los 100 millones de €uros. Especialmente si ves la segunda mitad.

    Hay otra frase que hace mucho daño al recuerdo de Raúl. Y eso que se dijo para elogiarle. Es esa de "Raúl era un 7 en todo y un 10 en inteligencia". No es así ni de cerca ^^ Raúl era un futbolista sobresaliente en cada ámbito del juego. ¿Lo tenía todo? No, le faltaba sprint, le faltaba potencia en el chut, le faltaba cambio de orientación. Pero aun así, decir que Raúl no era un futbolista físicamente excepcional… es algo que se aleja mucho de la realidad. ¿Cómo no va a ser excepcional un tío que se pasa los 90 minutos moviéndose, a un ritmo vertiginoso, sin perder precisión porque no se cansa, y que está en todas partes del campo? Y que siendo delantero no bajaba la intensidad cuando su equipo perdía el balón.

    Raúl era una materia prima colosal. Poco elegante para algunos paladares (por ejemplo a mí, sin salirme de aquel Madrid, me divertían más Roberto Carlos, Redondo y Savio), pero un tipo elegido por la naturaleza para jugar al fútbol.

    Respond
  • @DavidLeonRon 16 noviembre, 2015

    Me vais a permitir que esta vez me salga un poco de la línea editorial y felicite a mi compañero Abel por semejante texto;) Raúl para mí es algo especial porque es de esos genios que no se repiten que he seguido desde el día uno hasta el último. Raúl para mí son goles en la radio junto a mi familia una tarde de domingo en el campo o en la playa. Raúl era Estudio Estadio o El Día después. Raúl eran goles en el PC Fútbol. Y Raúl, con el tiempo, ha sido un profesor para quienes, con humildad, nos hemos ido interesando en el juego de una manera pasional.

    Todo, absolutamente todo lo narrado en el texto ha sido saltando en mi mente como recuerdos que querían ser rescatados. Esto es lo mejor que hay. Por eso el fútbol es lo más grande.

    Respond
  • @DavidLeonRon 16 noviembre, 2015

    @Abel

    "Pero aun así, decir que Raúl no era un futbolista físicamente excepcional… es algo que se aleja mucho de la realidad. ¿Cómo no va a ser excepcional un tío que se pasa los 90 minutos moviéndose, a un ritmo vertiginoso, sin perder precisión porque no se cansa, y que está en todas partes del campo?"

    Rollo Xavi. El Xavi 2009 lo veo ahora y tengo que cuestionar que un pibe que corría 12 kilómetros en todos los partidos y se quitaba rivales a base de culebreo no fuese un privilegiado físico.

    Es que el tema del "buen físico" es muy particular. Hace poco vi un vídeo de Lorenzo Buenaventura, el famoso preparador físico, en el que hablaba sobre Messi, que me parece excepcional, porque hablaba de la capacidad de resistencia de Leo (él usaba términos profesionales, claro), que la gente se quejaba de que en muchos momentos caminase y eso era una tontería, porque el jugador tenía unos patrones de "toma de aire" (insisto, perdón por la imprecisión de los términos) que controlaba perfectamente y que si alguien le pedía que si en lugar de 8,5 kilómetros hiciese 10, su sistema petaría y no podría hacer las jugadas y controles que hace. Y esto es muy interesante porque el físico también es esto. En un espacio de 30 metros, Messi es la perfección física para jugar al fútbol en todos o casi todos los apartados. Pero tiene limitaciones de "oxígeno".

    Raúl no las tenía. Raúl jugaba con una bombona de oxígeno y resultaba preciso y determinante. En cierto modo, esto es lo que perdió a partir de 2004, y no lo pudo superar. Se fue al área y el jugador genial se estropeó.

    Respond
  • @migquintana 16 noviembre, 2015

    Hoy Solari escribe un texto en El País sobre ese tópico de no ser "sobresaliente" en nada y haber conseguido todo por la "cabeza" y por el "espíritu combativo" que sin duda tenía Raúl. Personalmente, firmo debajo de su reflexión.

    "¿Cómo pudo ser el mejor delantero sin ser el mejor cabeceador de su tiempo, ni el mejor rematador, ni el mejor gambeteador, ni el más potente, ni el más rápido, ni el más alto, ni el más fuerte, ni el más creativo, ni el más hábil? ¿Cómo, entonces, hizo más goles que nadie? Las explicaciones suelen venir acompañadas de las siguientes palabras: entrega, coraje, honor, competitividad, mérito. Y así se ha pasado la vida Raúl, de etiqueta en etiqueta, siempre el más terrenal de los galácticos, siempre subestimado en sus condiciones técnicas como si todo este tiempo hubiera tenido la piedra filosofal escondida en el garaje de su casa, dentro de la cámara hipobárica: entra Raúl con garra y sale pegándole con las dos piernas. Entra Raúl con coraje y sale gambeteando. Entra Raúl con mucha entrega y al salir no se le escapa un control orientado a más de siete centímetros.

    Hay una forma más sencilla para aceptar que Raúl fue el mejor: intentando encontrar sus carencias. ¿En qué aspecto del juego debía mejorar para ser mejor de lo que fue? ¿Qué faceta del juego le faltaba dominar? ¿De qué recursos tácticos o técnicos carecía? ¿Qué características de su personalidad debía enriquecer para competir mejor? La respuesta a todas estas preguntas es corta, sencilla y hermosa, igual que un gol de Raúl: ninguna.

    […]

    El camino más corto entre cualquier cosa que estuviera sucediendo en la cancha y el gol. Eso fue Raúl. El delantero total. Por sus condiciones y no a pesar de ellas. El mejor."

    Respond
  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    @ David León

    Va a parecer que te devuelvo el cumplido y voy a sentirme un poco palurdo, pero para mí la reflexión más brutal que he escuchado sobre el tema del físico en el fútbol fue tuya cuando hablaste de Ronaldo Nazario. Ronaldo Nazario en términos brutos es la bestia física más extraordinaria que todos tenemos en la memoria. Pero… ¿hasta qué punto era tan tremendo si su musculatura no podía sostener los movimientos que, potencialmente, podía realizar?

    Cada vez que pienso en el físico en el fútbol, me acuerdo de aquella reflexión.

    Lo de Raúl es que era tal cual. Efectivamente, sprintaba más lento que Shevchenko y Henry. Pero, ¿cuánto tiempo se pasa un jugador esprintando en un partido? ¿Y andando, trotando y galopando? ¿Es menos eficaz ser el más rápido en lo segundo que en lo primero? A Raúl no le pillaba nadie. La velocidad formaba parte intrínseca de su juego. A su manera.

    Respond
  • Adam 16 noviembre, 2015

    El artículo que solo Abel Rojas puede escribir.

    No nos falles cuando se retire Messi, Abel.

    Respond
  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    @ Quintana

    Yo creo que hay que aceptar que en el fútbol nunca -o nunca menos una vez- se tiene todo. Ronaldo es el mejor "9" de la historia y tenía muchísimos defectos. Para empezar, que se movía menos que sus porteros. Y no había nada bueno en ello. Si llega a moverse más, hubiera sido mejor aún.

    Raúl con un sprint más rápido, un chut más fuerte y un pase largo más tenso hubiera sido aún mejor de lo que fue. Otra cosa es que porque le faltaran esas tres cosas se diga que era un 7 física y técnicamente. Raúl tenía recursos técnicos y físicos absolutamente descomunales. Alguno de ellos, de hecho, únicos suyos, que nadie más tenía. Pero claro que le faltaban cosas. Esto es fútbol. La perfección no existe. Es el juego de los errores.

    @ Adam

    "No nos falles cuando se retire Messi, Abel."

    Ese día será el último en el que David León y yo hablemos como amigos. Aunque tengo una idea para que cada uno escriba uno diferente aunque tratemos lo mismo temporalmente hablando.

    De todas formas, algo me dice que no habrá que esperar a que Messi se jubile para que Ecos del Balón haga cosas muy, muy, muy bonitas sobre la figura del argentino. Y hasta aquí puedo leer.

    Respond
  • @migquintana 16 noviembre, 2015

    @Abel

    Yo creo que no hay que pillarse los dedos con la palabra "ninguna". Es una exageración de cara a darle la vuelta a la reflexión inicial que a mí, ya digo, personalmente me parece bastante acertada. Si Raúl fue tan bueno fue por sus condiciones innatas. Y ahí también entra el carácter, la inteligencia y la intuición, aunque se las suela sacar.

    Respond
  • El cautivo 16 noviembre, 2015

    De Raúl se pueden decir tantas cosas..

    Abel da las claves en las tres fases de su carrera: el Madrid donde nació era un equipo insostenible casi cada año, y donde sin un sostén futbolístico se engullo a Laudrup, Luis Enrique, Michel, Sanchís, Seedorf, Suker o Mijatovic el siete siempre estuvo dando la cara, aportando desde el campo y nivelando contra equipos superiores (el día que silencio al Camp Nou era un equipo netamente inferior)
    Luego le toco jugar en el mejor equipo del mundo, y no es que desentonase. Es que seguía marcando diferencias. Ya no es el dominio futbolístico y cerebral del encuentro, que es lo mas meritorio. Es que estéticamente le mantenía el pulso a los Zidane y Ronaldo. Estamos hablando del cenit de este deporte, ojo.
    Y evidentemente tuvo su largo ocaso. Que yo creo que mucho tuvo que ver con la mediocridad de entrenadores y plantillas que le toco. Cada uno que venia ponía a Raúl a jugar cada vez mas lejos del área. Paso a ser un mediapunta mas que un delantero, y ahí podría cumplir escasamente. Seguía teniendo la visión pero físicamente estaba demasiado mermado para marcar diferencia desde la conducción o el regate. Y sus equipos eran un chiste. Solo con Schuster que consiguió hacer una telaraña de futbol amparandose en Robinho y sNeijder le devolvió al área, donde en menor medida seguía siendo su hábitat.
    Como dice Abel, que pocos talentos de banquillo han disfrutado a Raúl. Tiene que ser un jugador por el que matasen todos los entrenadores del mundo

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  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    @ El Cautivo

    En vez de en tres, yo dividiría su carrera en cuatro etapas:

    94-96. La gran promesa en un equipo pobre.
    97-2000. Uno de los mejores del mundo en un equipo, a su manera, aspirante.
    2001-2004. Una leyenda rodeada de leyendas.
    2005-2010. La decadencia.

    "que pocos talentos de banquillo han disfrutado a Raúl. Tiene que ser un jugador por el que matasen todos los entrenadores del mundo"

    A mí esto me da muchísima pena.

    Rivaldo tuvo a Van Gaal -aunque se llevasen mal-, Shevchenko tuvo a Ancelotti, Henry tuvo a Wenger, Totti tuvo a Capello, Del Piero tuvo a Lippi, Figo tuvo Cruyff-Van Gaal… Solo Roberto Carlos, Raúl y Ronaldo no tuvieron nada sostenido. Uno se imagina a Raúl en las manos de un fenómeno y… madre mía.

    Personalmente, creo uno que le hubiera sacado un partido extraordinario hubiera sido Ancelotti.

    Respond
  • @DavidLeonRon 16 noviembre, 2015

    @Abel

    Para hablar de ese tema siempre empleo este ejemplo:
    https://www.youtube.com/watch?v=uIg91AW6Ufk

    La carga que soportaban esas rodillas era terrible. Solo hay que ver esa definición, categoría única pero que para lograrla somete a sus articulaciones a dos hachazos a máxima potencia que claro, el tendón le dijo basta no se cuántas veces. Ronaldo tenía perfecto para un delantero centro. Tan perfecto que su cuerpo de humano no lo sostenía.

    Raúl solo tuvo el problema de acabarse pronto. Lo que corrió ese hombre entre los 17 y los 25… para él se queda.

    Respond
  • César 16 noviembre, 2015

    Es difícil explicar lo mal que lo hizo Del Bosque en el Madrid mirando su Palmarés, pero este grandioso artículo ayuda a hacerlo. Hay gente que nace con suerte.

    Abel, ¿qué opinas de Redondo?

    Respond
  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    @ César

    Uf. Hablar sobre Redondo requiere tiempo. No podría dar mi opinión sin generar polémica. En cualquier caso, está claro que es un mito del Madrid y que su papel fue clave en la consecución de dos Copas de Europa. Por supuesto fue un mediocentro muy por encima de la media.

    Respond
  • tinogallego 16 noviembre, 2015

    Para mí, el futbolista del Real que mas miedo me ha dado. Siempre lo recuerdo abriendo la lata. Costantemente. De mil recursos. Sus partidos contra el depor, 10 goles en el Bernabeu…siempre que íbamos allí nos vacunaba.

    Respond
  • @polmadur 16 noviembre, 2015

    @Abel

    "Un niño de 19 años hace hoy ese partido, y puedes dar por hecho que la cifra del traspaso se acerca a los 100 millones de €uros. Especialmente si ves la segunda mitad. "

    Se ha visto en Martial por ejemplo. Yo pienso que Raúl siempre ha tenido etiquetas equivocadas o bien por coincidir en época con jugadores que parecían superiores o bien por la influencia brutal de los medios en sus últimos años(Medios me refiero a partidos televisados en todos los países, seguimientos especiales etc) Por eso el Raún "plenitud" para muchos es un desconocido.

    Y a lo que decís de entrenadores. Que hubiera sido de un tandem Ferguson-Raúl?

    Respond
  • nexus_dum 16 noviembre, 2015

    Gracias Abel!

    Respond
  • Fran 16 noviembre, 2015

    Ecos del Balón es el sitio al que vengo cada vez que pasa algo importante en el fútbol, y nunca me decepciona.

    Mi primer recuerdo de Raúl fue el Barça-Madrid del 99. Fue mi primera y única visita al Camp Nou. Tengo que decir que canté los dos goles de Raúl y nadie de la grada me dijo nada. Eran otros tiempos mejores.

    Respond
  • javimgol 16 noviembre, 2015

    Felicidades

    Respond
  • Larios84 16 noviembre, 2015

    Seguramente si Raúl pensará algun día en relatar sus vivencias, no biográficas estilo al libro que enlazabais, sino contadas a las generaciones posteriores para que sepan lo que significó, como llegó a ello y que cualidades tenía, os elegiría para hacerlo. Unos auténticos cracks señores!!

    Enhorabuena por el trabajazo a todo el equipo de Ecos y muchas gracias por obsequiarnos con este regalazo a quienes comenzamos a ver futbol en los 90.

    Respond
  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    Joé. Muchas gracias por el cariño, chicos. Sois unos fenómenos.

    @ Polmadur

    Mmmm. Yo a Raúl lo hubiera preferido en aquel Calcio que en aquella Premier. De todas formas, estaba claro que era el jugador que necesitaba el United para dominar la Champions. Su lectura de juego le hubiera permitido mantener el chip rapidísimo de la Premier sin desequilibrarse ni partirse contra los españoles, los italianos y los alemanes. Ferguson eso lo sabía muy bien. Y Querioz, que tenía mucho peso en Old Trafford entonces. El artículo de Quintana lo recoge estupendamente: http://www.ecosdelbalon.com/2015/11/raul-gonzalez

    Se volvían locos con Raúl. Era muy expresivos hablando de él. Hasta el punto de que Ferguson, que es muy contundente, hacía de menos a Roberto Carlos, Zidane, Figo y Ronaldo para loar al "7".

    Respond
  • Fran 16 noviembre, 2015

    La reflexión de los entrenadores es muy fuerte y muy real. Qué pena que Raúl no jugase en un equipo a su altura y qué mérito añadido tiene hacer lo que hizo. Fijaos que cuando el Barça se vino abajo y Rivaldo jugó en un equipo malo, no ganó nada. Raúl se llevó dos Champions y un como protagonista destacado. Qué barbaridad que Raúl no ganara balones de oro.

    Respond
  • Gravesen 16 noviembre, 2015

    Extraordinario, quizás una de las mejores publicaciones sobre la carrera de Raúl en el Madrid que he leído en mi vida; sin embargo hay tres puntos con los que no puedo estar de acuerdo del todo:

    1- Que Raúl jugase por la derecha el día del Atlético; no puedon estar seguro al 100% de ese día porque a llovido mucho desde entonces, pero recuerdo nítidamente que en la primera temporada de Capello, cuando Víctor estaba ausente era Amavisca el que jugaba por la derecha a pie cambiado, siendo además uno de los primeros recuerdos que yo tengo de un extremo a banda cambiada en la Liga española. Repito, ese día quizás, pero estoy casi seguro de que Amavisca fue el ocupante de la banda derecha.

    2- El rombo descrito por Seedorf en la izquierda y Karembeu en la derecha; Heynkes utilizó el rombo únicamente en el primer tramo de la temporada con Ze Roberto en la izquierda y Seedorf en la derecha. Cuando Ze Roberto se fue en invierno y vino Karembeu, paso a un doble pivote con Seedorf o Jaime acompañando a Redondo. El único rombo se jugó en la final de la Séptima, donde además creo recordar que fue Karembeu el que jugo en la izquierda marcando a su compatriota Zidane.

    3- Sobre la explosión de Cambiasso en el doble pivote con Beckhs….no se que decir. Cambiasso solo duró hasta la jornada 5 como titular, cuando una derrota contra el Valencia en Mestalla le mandó de cabeza al banquillo y solo apareció sustituyendo a Guti o Helguera esporádicamente a lo largo de la temporada, ya que fueron ellos los que acompañaron a Bekcs en el doble pivote. Es más, esa imagen famosa de Cambiasso titular ocurre en los primeros partidos del Madrid (exibiciones contra el Valladolid con ese 7-2 o contra el Marsella con un 4-2), pero en los que Cambiasso jugó como único mediocentro en un rombo en el que Beckham jugaba a la derecha, Figo en la izquierda y Zidane de enganche. La poca solidez provocaría que Queiroz pasase al doble pivote Helguera-Beckham y abandonara el rombo.

    Respond
  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    @ Gravesen

    1. Correcto. Raúl empieza el partido en banda izquierda y Amavisca en la derecha. Hasta la segunda mitad. En la segunda mitad, invierten posiciones y Raúl pasa a la derecha. Es desde la derecha desde donde arma el taco.

    2. El Madrid cambió muchísimo de sistema. Aludes a Jaime en doble pivote. Jaime tiene partidos de interior derecho con Redondo de pivote. Ahora mismo no recuerdo exactamente, tendría que revisarlo y no me pilla el cuaderno a mano, pero quiero recordar que un ejemplo fue contra la Real Sociedad. En cualquier caso, hubo muchísimo desajuste y muchísimas pruebas. El propio Heynckes confesaría una vez fuera del Madrid que no encontró un sistema. Pero la esencia fue Raúl en una posición muchísimo más interior, muchísimo más de mediapunta, con la llegada al área taponada.

    3. Eso ha sido una pequeña licencia. Los pivotes más destacados en los tramos más potentes fueron Cambiasso y Beckham, aunque tienes razón en lo que dices 😉

    Respond
  • guard 16 noviembre, 2015

    Viendo los videos de Raul en su mejor epoca, me viene a la mente compararlo con un Robinho Aleman

    Respond
  • Jorge Polvorinos 16 noviembre, 2015

    Tremendo texto, mi más sincera enhorabuena, me habéis hecho revivir grandes momentos y recuerdos 😉

    Sobre el tema del físico en el fútbol (algo que está muy de moda últimamente) no olvidéis nunca que el físico en el deporte colectivo está supeditado a la técnica y a la táctica. ¿Que más da que Messi corra 8,5 y no 10km si cuando coge la pelota hace lo que todos sabemos que hace? ¿Qué importa que Ronaldo pegara solo 4 sprints si cuando los pegaba era gol o gol? El físico solo es un "soporte" que debe permitir que el talento emerja y se exprese, aunque evidentemente existan diferencias individuales y ciertos jugadores puedan hacer de su capacidad física un arma en si misma.

    Respond
  • herbaseca 16 noviembre, 2015

    ¡Qué gran artículo!

    Abundando en la "falta de entrenador" (perdón por la exageración) que sufrió Raúl a lo largo de su carrera, llama especialmente la atención el caso del Real Madrid Galáctico. No sé si se puede decir que haya habido una combinación de talento ofensivo comparable en la historia del fútbol, y sin embargo la falta de estructuras tácticas le lastró competitivamente.

    La única jugada sistemática que se me viene a la cabeza es el "Roberto Carlos dobla a Zidane", que por otro lado era un arma potentísima. Pero no recuerdo otros pilares tácticos, otras combinaciones o sinergias que se produjesen de forma sistémica; quizáis los que sabéis más podáis descubrírnoslas. Todo ese vacío lo llenaban a base de talento, y Raúl debía de ser uno de los que más aportaban en este sentido. Claro, visto en perspectiva resulta fascinante ver un partido suyo e ir intentando descifrar las decisiones que iba tomando cada uno de los cracks para resolver los problemas futbolísticos que se les planteaban, disfrutar del talento puro de un grupo de jugadores irrepetibles.

    No sé si me excedo, pero como ejemplo y paradigma de este disfrute me gustaría enlazar un antiguo artículo del viejo Ecos: http://www.ecosdelbalon.com/ecos/2009/09/10/ecote
    Descubrir este tipo de cosas es lo que me convirtió en adicto a esta web. ¡Muchas gracias! 😀

    Respond
  • José Luis 16 noviembre, 2015

    Solo he entrado para "copy and paste" y guardar este artículo para mí. Será mi tesoro. No quiero entrar en internet para leerlo. Lo quiero en todo momento en mi ordenador, en mi móvil,… en mi cabeza. Soy "quinto" de Raúl, así que entenderéis que ha sido mi jugador favorito. Pero recordar su historia por el Madrid, es rememorar muchos momentos de mi vida. No solo relacionado con el fútbol. Mi primera novia, mi primer coche, mis primeras noches fuera de casa, mis amigos de toda la vida,… Todo, todo se me ha venido a la cabeza al leer sobre Raúl. Porque desde que soy adolescente -momento en el que el niño comienza a "vestirse" de hombre- Raúl ha estado ahí. Cada fin de semana, cada miércoles de Champions, he visto a Raúl con el 7 del Madrid. Es su historia lo que Abel ha expuesto aquí. Pero es mi vida la que he leído a lo largo del artículo y vídeos relacionados.

    Con Raúl tengo cuatro momentos: el de su primer gol al ATM (no vi su debut, pues antes no se televisaban todos los partidos, pero sí escuché por radio todas las ocasiones marradas ante el Zaragoza en La Romareda); el del gol al Barsa callando al Camp Nou (un jugador educado como él hizo tal cosa solo por la presión que tuvo que soportar en aquellos momentos y por lo que se escuchaba aquél día en las gradas); el gol al Valencia en la Final de Champions (ese día ganó el Balón de Oro para todos los mortales excepto para los que votaron) y el último partido oficial que jugó con el Madrid (lesionado y marcando el gol del cojo; ya tenía pelo largo, imagen que le acompañó desde que bajó sus prestaciones en un terreno de juego).

    Lo que yo he vivido durante esos años con el Madrid, ha sido gracias a Raúl. Mis lágrimas en la Séptima, mis grandísimos enfados (sobre todo en Copa), mis goles cantados,… Todo, todo, era fruto de un simple tipo, o un tipo simple: Raúl.

    Escuché de él que era un 7 en velocidad, un 7 en su zurda, un 7 en remate de cabeza,… Pero ese periodista medio inglés tuvo que rendirse a sus Matrículas de Honor en Resistencia, Olfato de Gol, Toma de decisiones y Conocimiento de su Trabajo. No ha habido un jugador que conozca su profesión mejor que Raúl. Lo habrán igualado seguro los Xavi, Iniesta, Mauro Silva, Totti, y demás. Pero ninguno lo superaba.

    Gracias Raúl por tanto. Gracias.

    Respond
  • @ferpulpillo 16 noviembre, 2015

    Ya no solo este artículo, si no la serie de Raúl entera es una maravilla. Enhorabuena.

    Lo que más me cuesta entender es el porqué de que la decadencia de Raúl en el Madrid empezase tan pronto (27 años). ¿La causa es que comenzó a nivel top insultántemente joven y por tanto su fin también fue temprano? Quizá su exigencia física entre los 17 y los 25 fue incluso demasiado para alguien con un físico excepcional como él. Pero me vienen a la mente Henry o Del Piero, que aguantaron algunos añitos más a gran nivel habiendo empezado muy muy jovenes.

    Respond
  • @ViolentoDeKelly 16 noviembre, 2015

    Enhorabuena por el artículo. Debo reconocer que me he emocionado y eso que no he podido ver aun los vídeos enlazados.

    Como madridista de la quinta del 77 he disfrutado (y sufrido) los años en cuestión y por supuesto asistí a la eclosión de Raúl con sorpresa (y un punto de escepticismo), observé su consagración con fervor religioso y acabé, espada en mano, defendiendo su honor cuando el físico dejó de acompañarle.

    Es muy difícil explicar lo que significa Raúl para el madridismo de aquellos años y es casi imposible limitarse a un análisis de su juego porque para aquellos madridistas su impacto trascendió su fútbol y eso que su fútbol fue muchísimo.

    Si bien la Quinta del Buitre ya había devuelto la sonrisa al madridismo, el Dream Team y Europa fueron espinas muy dolorosas en el camino. Fue Raúl el que desvaneció esas sombras y borró complejos.

    Se puede decir que si Di Stefano se inventó al Real Madrid, Raúl lo rescató de los años '60 y lo instaló en nuestros días.

    Para mí, las dos figuras capitales que explican mi club.

    Gracias por todo Raul. Eterno CAPI7AN.

    Respond
  • @snedecor_rdn 16 noviembre, 2015

    Aunque haya salido tangencialmente y no sea el tema de debate, como aludís a Del Bosque y su limitada capacidad técnico-táctica, creo que hay que entender que Vicente es fruto de la carambola. El otro día le reconocía a Sid Lowe en una entrevista en The Guardian que nunca había pretendido ser entrenador, que todo le había llegado por casualidad. Su trabajo era el de ojeador y jefe de las categorías inferiores, y Lorenzo Sanz acabó colocándolo en el banquillo del primer equipo porque no había nadie más. Luego hizo muchas cosas bien, es evidente, y tampoco vamos a descubrir ahora sus aciertos y carencias. Pero ni tenía vocación ni, imagino, esa inquietud necesaria para ser un maestro como entrenador. Si la hubiera tenido, seguramente no habría estado en la Ciudad Deportiva en el 99, y entonces… en fin, a saber.

    Respond
  • CR1967 16 noviembre, 2015

    Grandioso artículo, a la altura del protagonista.

    Echo de menos sin embargo un comentario acerca del papel de Raúl en la segunda etapa de Capello. En cifras, un año más gris que los posteriores con Schuster: 43 partidos y 12 goles en total. El italiano, que sabía bastante de esto, en solo 1 mes de competición ya había interpretado las limitaciones físicas del jugador y le había asignado un rol importante pero poco lustroso, el de equilibrar al equipo desde la izquierda, más alejado del área, como en sus tiempos con la dupla Suker-Pedja, pero ya sin el dinamismo ni la llegada de 10 años antes; eso sí, con la misma inteligencia táctica, importante en un equipo con jugadores como Cassano, Reyes, Robinho, tan pujantes como distraídos.

    Tal vez, de haberse prolongado el proyecto Capello dos o tres años más, el declive de Raúl hubiese sido menos vistoso en cifras y récords, pero más agradecido para su imagen (alejándose paulatinamente del protagonismo) de cara a la gente que sólo recuerda la última etapa. Pero eso ya es ficción, aparte de una impresión personal. (No en vano, recuerdo aficionados que cada vez que veían ese año a Raúl otra vez de titular, decían que Capello chocheaba…)

    Respond
  • Javier 16 noviembre, 2015

    Grande Raúl. Es complicado encontrar a alguien como él en la actualidad. Desde la lejanía y sin conocer realmente la mística que rodea al jugador, no pensáis que Thomas Muller puede ser el "Raúl alemán" de esta década?

    Respond
  • aguilera79 16 noviembre, 2015

    Yo soy colchonero y vi a Raúl debutar y destrozar a un horrible Atleti (entrenado por D'Alessandro, no digo más) en el Bernabéu. A partir de ese momento en adelante Raúl se convirtió, obviamente, en una pesadilla. Me sorprende que nadie destaque lo bien que presionaba. Yo no he visto a nadie hacerlo mejor que él. Recuerdo a Eto'o cuando llegó al Barça hacer exhibiciones físicas en la presión pero nada comparable a lo de Raúl en sus años buenos -porque estoy de acuerdo en que el antes y el después de Raúl fue una cuestión de físico-. Raúl presionaba con una malicia terrible, detectaba quién aguantaba peor la presión (en su aspecto psicológico diría yo) y se abalanzaba sobre él como un perro rabioso. Esa actitud, sobre todo en el Bernabéu, era insoportable para muchísimos defensas, y además se traducía en goles del propio Raúl muchas veces, porque ya no es que presionara, es que te la quitaba. Había algo de barrio ahí, creo yo.

    Respond
  • @DavidLeonRon 16 noviembre, 2015

    @Abel

    "Mmmm. Yo a Raúl lo hubiera preferido en aquel Calcio que en aquella Premier. De todas formas, estaba claro que era el jugador que necesitaba el United para dominar la Champions. Su lectura de juego le hubiera permitido mantener el chip rapidísimo de la Premier sin desequilibrarse ni partirse contra los españoles, los italianos y los alemanes"

    Te lo compro, pero al leer esto me sale decirte "a Raúl déjalo en el Madrid". No voy por un tema futbolístico ni de nivel. Si ya con el Schalke probó lo que podía hacer en otro fútbol siendo el 20% de su plenitud. El caso es que Raúl era el Real Madrid. Él era el Bernabéu, la mentalidad de ese club, la historia… Sin tener nada que ver, me recuerda a lo de Leo en Barcelona. Nada tiene que ver con nivel deportivo y tal, sino que X sitio sea tu sitio, tu casa y ahí vayas a dar todo lo que tienes.

    Raúl era el Madrid. El último representante real y puro.

    @Fran

    "Qué pena que Raúl no jugase en un equipo a su altura y qué mérito añadido tiene hacer lo que hizo"

    No perdamos el oremus. Eso puede valer en la ventanilla "Selección española". Raúl jugó con la plenitud de Casillas, Roberto Carlos, Hierro, Redondo y enormes versiones de Ronaldo o Figo. Hablamos de los mejores futbolistas de todos los tiempos en muchos casos.

    No se puede comparar con Rivaldo, que tras Figo el mejor futbolista que tuvo al lado era Kluivert. El resto, Simao, Alfonso, Overmars… estamos en otra película.

    Respond
  • @snedecor_rdn 16 noviembre, 2015

    Por cierto, imposible no acordarse de aquel gol al Milan en el Bernabéu, en un partido de Champions entre dos equipos ya muy crepusculares que casi pareció una pachanga veraniega. Esa jugada en la que el balón se le escapa a Dida y ya no es que ningún jugador más estuviera atento, es que hasta el realizador había cambiado de plano y se comió el gol. Definitorio de muchas cosas: de Raúl, de aquel Milan y hasta de los realizadores modernos https://www.youtube.com/watch?v=iqpzM2AfJOs

    Respond
  • @DavidLeonRon 16 noviembre, 2015

    @Guard

    "Viendo los videos de Raul en su mejor epoca, me viene a la mente compararlo con un Robinho Aleman"

    La inteligencia futbolística de Robinho estuvo muy infravalorada. Era su rasgo principal. Aun así, Robinho era Brasil, y amaba el balón en su pie. Raúl nunca lo tenía más de 3 segundos.

    @Jorge Polvorinos

    A ver, en realidad sí cuenta. Si Messi pudiera correr 10 u 11 kilómetros sería mejor futbolista porque haría lo que hace más veces y/o ayudaría en la fase defensiva. Por lo tanto, mejor jugador. Y así para todos. Si Ronaldo tira 8 desmarques en vez de 4, más sacará al equipo de atrás. El tema es que son personas, tienen limitaciones.

    Respond
  • Angel 16 noviembre, 2015

    Chicos, no hay cosas de James que os recuerdan a Raúl?

    Respond
  • losjuegosdeese 16 noviembre, 2015

    No hay ni un solo madridista que viviese la temporada 94-95 que no considere a Raúl parte del escudo del equipo. Y, obviamente, yo tampoco,

    Respond
  • Tana__24 16 noviembre, 2015

    Genial artículo, Abel.

    Raúl fue mi primer gran ídolo en el mundo del fútbol, hasta el 2003, año arriba año abajo, me parecía uno de los mejores del mundo. No obstante, debo reconocer que el escorar a Zidane en la izquierda para hacerle hueco no acabó de convencerme del todo. Pienso que nos perdimos, en parte, a mucho Zidane con ello. Al igual que pienso que Zizou debió alargar su presencia en el club años uno o dos añitos más, es imaginármelo en la 2006/2007 con Capello y su blindaje que suponía su sistema a la figura del mediapunta y se me cae la ligrimilla imaginándome al Zidane del Mundial en un contexto similar alguna temporadita más. Pero bueno, éso es otro tema.

    @Abel

    Abel, dices que en los países latinos se gestiona mal la decadencia de los mitos del club y yo tengo que disentir. Centrándonos solo en España, ¿a cuántos equipos más a parte del Real Madrid les sucede ésto? ¿Cuántos equipos tienen leyendas que juegan de titular por lo que hicieron y que suponen un freno al crecimiento deportivo y competitivo del equipo aminorando sus opciones de alcanzar sus objetivos durante tanto tiempo? Sinceramente, creo que es un "mal" casi exclusivo del Real Madrid, por lo menos al nivel de estar 7 años con un rol que no se le correspondía con su nivel. Con Casillas, siendo portero, con la consecuente mayor visibilidad de la decadencia que ésto supone, ya se vió durante 3 temporadas. Y parece que, pese a todo, jugará titular la Eurocopa2016, incluso. Y Ramos me parece que será algo similar en un futuro.

    Pero es que miramos el otro grande que comparte objetivos con el club merengue y en su pasado más reciente y la contraposición no puede ser más evidente. A Ronaldinho, dos temporadas después de salir aplaudido del Bernabéu, ganar el Balón de Oro y la Champions, es expulsado del club por la puerta de atrás por su declive más que evidente. Xavi, después de ser importante por enésima vez en el modelo de juego del Barcelona en la 12/13 en la consecución de un título de Liga, y aún considerado uno de los mejores de la posición del mundo, dos años después ya es suplente, y lo asume de buen grado, para, después de volver a ser decisivo, de otra forma eso sí, irse al año siguiente de ver que no sería titular otro año más, aún habiendo sido muy útil el año del segundo triplete. Si es que hasta a ¡Messi! se le cuestionó en su temporada previa al mundial y ya había se abrían debates sobre si era necesario venderlo y apostar por Ney, pocos, esos sí, pero tratándose de quien se trata no deja de ser sintomático.

    Vamos, que creo que se intenta generalizar una situación que, al menos en España, es casi exclusivamente proclive a darse en el club madridista.

    Dicho ésto, a mí Raúl me parece que no se exagera en nada cuando se le alaba en su período anterior al 2003. Era un crack sin matices que no basaba su juego en la picardía, entrega y garra, como luego se quiso vender para justificar su titularidad durante tantos años. Casillas, por su parte, es uno de los 3 mejores porteros que he visto en plenitud y Ramos, que aún no ha ocurrido pero tiene pinta de que será otro caso, lleva años siendo de los 2 ó 3 mejores centrales del mundo.

    Respond
  • @polmadur 16 noviembre, 2015

    @DavidLeonRon

    "Sin tener nada que ver, me recuerda a lo de Leo en Barcelona. Nada tiene que ver con nivel deportivo y tal, sino que X sitio sea tu sitio, tu casa y ahí vayas a dar todo lo que tienes. "

    Yo no me atrevía a compararlo con Messi, por razones obvias, pero como comentas tienen ciertos paralelismos, aquel Madrid no podía serlo sin Raúl y Raúl no podía ser sin ese Madrid.

    Pero deportivamente también tienen ciertas similitudes, a día de hoy, te viene por ejemplo Argentina con Messi y piensas, no nos fiemos que está Messi, por muy mal que pinte la selección. O el peor Barça de los últimos años, siempre tenía a Messi.

    En Champions, Raúl era así, el rival estaba condicionado por su presencia porque, demostraba Miércoles tras Miércoles que la Copa de Europa era suya, que un tio como Ferguson, en su estadio, arropado por su afición, con un equipazo entre manos, dependa de su Raúl juega o no, es lo que condiciona Leo en la actualidad.

    Salvando eso si, la gran distancia entre ambos.

    Respond
  • RaulGonzalez86 16 noviembre, 2015

    Para situar la carrera de Raúl Gonzalez (con el que comparto nombre y apellido) hay que situarlo mas allá del terreno de juego, que incluso, aunque sea no sea la tónica habitual de Ecos, me interesa mas la épica y narrativa que rodea al fútbol que lo que acontece sobre el terreno. Quizá la nostalgia del pasado y la infancia, amen del madridismo, me distorsione los recuerdos, pero yo le considero como el segundo jugador mas importante de la historia del club mas importante de la historia. En el contexto en el que se desarrollo Raúl no era ni mucho menos favorable: yo recuerdo aquella época como el fútbol español, y el deporte, e incluso la politica, se veían como acomplejados frente a lo que venia de Europa. Recuerdo aquellas copas de Europa que el Madrid no es que partiera como favorito, sino como equipo mas débil frente a ajax, Leverkusen, Juventus, Bayern.. y quizá fuera el Madrid mas débil, pero siempre estaba Raul para igualar las cosas sobre el campo, y danos esperanza. Recuerdo aquellas noches con manolo lama y demás, en el que las victorias del Madrid eran prácticamente narradas como epopeyas griegas, donde que el Madrid venciera se basaba en la épica individual y casi en un milagro
    , y no como ahora, que que el Madrid o Barcelona ganen a sus rivales en Europa parece mas un tramite que una hazaña. quizá fuera eso lo que hizo mas grande a Raul: elevar el techo competitivo del fútbol español, en una época donde no había grandes deportistas como ahora (Nadal, Alonso..), como hizo incluso Indurain en el ciclismo. En una España donde todo lo que venia de fuera se veía con admiración y lo nuestro casi con desprecio (ahora un poco menos tal vez, ver venir a la juve de del piero y zidane, el ajax, el manchester y ser derrotados, y durante una decada larga que Raul estuvo a tope no era lo comun, los galacticos, ronaldinho, la Roja , Messi y Cristiano vinieron después. En cuanto al terreno de juego, a Raul siempre le perjudico la falta de idea o idiosincrasia en el juego del Madrid, mas allá de ganar siempre, y el baile continuo de entrenadores, a menudo mediocres. En esa época yo recuerdo la Madrid como un conjunto de talentos mas que con una idea de juego desarrollada, y así se ve que cada Copa de Europa tiene un estilo de juego diferente e incluso un esquema diferente. y así se penalizaba en las temporadas, donde o se competía en Liga, o se competía en Europa, siempre equipos muy irregulares que entre enormes criticas al final sacaba la competitividad para salvar la temporada in extremis. De equipos compactos de portería a delantera casi diría que entre el primer Capello y Schuster no hubo mucho mas, y ambos ganaron la liga con estabilidad y regularidad. por otra parte, recuerdo que todos los entrenadores, o casi todos, cuando se enfrentaban al Madrid y le hacían la típica pregunta de quien era el mas peligroso o contra quien no querían jugar, unánimemente solían decir Raul González. Ese trascender del terreno de juego a representar el alma de un club, con pocos jugadores he visto algo parecido al nivel de Raul. y por eso, quiza, a CR7 le cuesta tanto ganarse la admiracion completa del Madridismo, al ser reflejado como el heredero de Raul, porque ser un lider es mas dificil que ser un futbolista.

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  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    @ Guard

    Te entiendo. Por la movilidad, lo liviano que resultaba, etc. Pero Raúl era un jugador bastante más dinámico. Jugaba muchísimo más rápido al fútbol.

    Yo creo que, entre los modernos, los que más se le han parecido, y solo un poco y solo en algunos momentos, han sido Tévez y Rooney.

    @ Herbaseca

    "Todo ese vacío lo llenaban a base de talento, y Raúl debía de ser uno de los que más aportaban en este sentido."

    El que más junto a Roberto Carlos.

    @ José Luis

    "ya tenía pelo largo, imagen que le acompañó desde que bajó sus prestaciones en un terreno de juego"

    Tan curioso como cierto.

    Respond
  • Michiel 16 noviembre, 2015

    Como algunos habéis apuntado enfatizaría la inteligencia de Raúl. Cruyff suele decir lo siguiente: "en el fútbol no es necesario ser más rápido que tu rival, es suficiente con empezar a correr antes que tu rival". Es decir, si entiendes el juego y eres inteligente, procesas todo antes que el rival y juegas más rápido. Eso era Raúl, lo que hizo que fuera más rápido que muchos otros jugadores con mejor sprint. Idemdito con Xavi.

    Raúl ha afirmado también que con los jugadores con los que más ha sintonizado dentro del campo han sido Hierro y Redondo. Que bastaba sólo una mirada para entenderse mutuamente y saber lo que había que hacer tácticamente en un determinado encuentro. Claro, ese nivel sin un gran soporte táctico sólo lo podían ejercitar en las grandes noches.

    Con todo, Raúl era técnicamente sobresaliente. No excelso como otros, pero sobresaliente. No dispuso de una gran belleza plástica, lo que hacía que algunos afirmaran que técnicamente era "regular/como mucho notable". Pero en realidad era sobresaliente. Y con todo, de nuevo con su inteligencia lograba regates, goles, pases, etc. que sólo estaban al alcance de los excelsos.

    Respond
  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    @ Ferpulpillo

    Para mí hubo muchos motivos:

    – Empezó muy pronto. No puede decirse que Raúl tuviera una carrera corta por empezar su cuesta abajo de forma prematura. Hablamos de un tío que con 17 años jugó casi 30 partidos y que con 18 ya era titularísimo. En un equipo que a partir de 1998 jugó muchísimos partidos cada temporada.

    – Su estilo de juego era de mucho desgaste ya de por sí. Ocupaba mucho más espacio de los que citas. Y encima, era un factor muy activo tanto en ataque como en defensa.

    – Jugó en equipos tácticamente pobres. Apenas con Capello gozó de un sistema competitivo y constante. Y como tenía el carácter que tenía y su capacidad, se desfondaba para compensar.

    @ Snedecor

    La verdad es que eso se nota mucho en su perfil como entrenador para lo bueno y para lo malo.

    Respond
  • Abel Rojas 16 noviembre, 2015

    @ CR1967

    Banda derecha, ¿no? Con Robben, Reyes o Robinho en la izquierda. Menos cuando jugaba Beckham.

    @ Javier

    Puede que en un sentido muy figurado, pero para mí son figuras diferentes. En cuanto a nivel y estilo de juego, sin duda. Y en cuanto a valoración seguramente también. No solo entrenadores, sino cracks como Buffon, Del Piero, Totti, etc pedían el Balón de Oro para Raúl en sus días. Se me hace difícil pensar que eso pasase con Müller incluso si Messi no existiera.

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  • Viriato 16 noviembre, 2015

    Gracias Abel por este texto.

    Me lo guardaré para que mi hijo entiendo quien fue Raul Gonzalez Blanco. El mayor ídolo futbolístico de su padre.

    Yo soy de los que crecí junto a Raul. Aún recuerdo la frase que acompañaba a una viñeta de Raul en el Marca el día después de la exhibición en el Calderón "Raul destapó el tarro de las esencias". Ese recorte pasó años en mi habitación, como la primera camiseta suya del madrid que pude comprarme con mis ahorros, o el pañuelo que me regaló mi hermana unos reyes (el presupuesto no daba para la camiseta). Pañuelo por cierto que pedí a mi mujer que llevara, embarazada de 7 meses, cuando me acompañó al Bernabeu el día de su despedida hace un par de veranos. Era mi particular homenaje a el, y mi capricho de padre primerizo para poder decir a mi hijo que el estuvo en el Bernabeu el día de su despedida.

    En aquella época el futbol para mi era algo mucho más pasional y muchas veces he intentado imaginar como sería este artículo con Raul en activo en sus grandes años. Leerlo es un sueño cumplido.
    Un sueño, y una pena como madridista. ¿Que hubiera sido del madrid si se hubiera juntado al gran Raul con un gran entrenador?

    Por cierto, ¿hay en algún otro equipo del mundo en el que un solo dorsal haya tenido el peso del 7 en el madrid durante tantos años? Juanito, Butragueño, Raul y CR. Ahora que parece que el fin de la historia de amor de CR y el madrid está cada vez un poco más cerca, cuesta pensar en un digno heredero de ese dorsal.

    Respond
  • @DavidLeonRon 16 noviembre, 2015

    Lo del pelo largo de Raúl es un genialidad. Es tan potente la relación que yo directamente cuando veo imágenes suyas dividido su estado entre pelo corto = crack total y pelo largo = declive y decadencia. No es coña. De hecho en el Schalke-Athletic lo tiene corto. Es una cosa de locos. Es Sansón a la inversa.

    Respond
  • hola1 16 noviembre, 2015

    Toca verlo como los libros mandan, viendo los respectivos videos.

    Respond
  • Pepe 16 noviembre, 2015

    Gracias por esta pieza, Abel. El texto no es solo un homenaje a la carrera del 7 sino una especie de Magdalena de Proust con la que muchos hemos regresado a nuestra infancia, momento decisivo en el que aprendimos a amar el fútbol (y en mi caso, por qué no decirlo, el Madrid) gracias a Raúl. Yo tenía 5 años cuando debutó, pero la fascinación por aquel niño de 17 años fue inmediata, como un flechazo. El primer gran amor de mi vida. Por eso, mucho tiempo después, me desgarraba el alma ver su imparable decadencia.

    Como está casi todo dicho, solo quería añadir una apunte sobre su mentalidad ganadora que a mí siempre me fascinó y que tengo la sensación que pasa un poco desapercibido.
    A diferencia de otros artilleros, cada vez que fallaba una ocasión, por muy clamorosa que fuera, no se recreaba en lamentos ni dramas, sino que recuperaba la posición de inmediato con la convicción de saber que la próxima entraría. Era esa gestualidad, esa frialdad, esa mirada, lo que causaba verdadero pavor entre los defensas rivales porque sabían que nada, nada, nada, podía distraer o apartar a Raúl de su objetivo.

    Felicidades y gracias a todo el equipo de Ecos por este especial de Raúl.

    Respond
  • Carlos Quintana 16 noviembre, 2015

    Redondo, Roberto Carlos.. aun quedan cosas por decir en Ecos.

    Respond
  • @antonioleonro 16 noviembre, 2015

    Gracias por dedicarle este merecidísimo homenaje. Este rendido admirador, aunque hipercrìtico con èl los ùltimos años madrdistas, cayö rendido ante su grandeza cuando en septiembre de 1995 con solo 10 meses en la primera plantilla, en ese partido que haces alusión Abel, era el ùnico capaz de tirar del carro. Recuerdo a Laudrup, Michel……buscàndole desesperadamente para encontrar alguna solución.. Coincido con Guardiola y junto a Luis Suárez, para mì ocupan lo más alto del podíum del fútbol español. Despuès de cierto tiempo sin hacer ningún comentario, Raúl, el "Señor Raúl" se lo merece. Un abrazo para todos.

    Respond
  • Nacho R. 16 noviembre, 2015

    Acabo de leer el que quizá sea el texto futbolístico más emocionante con el que me he topado en toda mi vida.

    Muchas gracias, Abel.

    Respond
  • @tommyfg10 16 noviembre, 2015

    Espectacular el texto del Raul Madrid, realmente el mas largo porque es el que mas tiene que contar, es muy real eso de que hubo madridistas que crecieron sin entender el por qué Raul seguía en el Madrid, incluso hubo un tiempo en que se murmuraba el fichaje de Totti (cuando la Roma de Capello en 2004) que yo realmente lo veia muy factible, de hecho en el FIFA yo traia a Totti, le daba el 10 y Figo tomaba la 7 de Raul, pero imaginese usted, uno era un muchacho que casi lo unico que veia en ese momento era goles y regates, y que el Madrid era un coladero en el juego aereo, poco mas. La carrera de Raul es increible, y creo que junto a di Stefano es el tio que sube al Madrid a la cuspide de Europa, porque son los protagonistas de el 90% de las Orejonas de los blancos, y no por gusto son los heroes del ataque en el Madrid, con permiso de muchos sobre todo de su maximo goleador recien estrenado. Era impresionante verlo sobresalir lleno de estrellas, y sentar a cada uno de los que trajeron, que casi todos eran delanteros, delanteros, delanteros, Florentino loco 😀 . En resumen, gran jugador, mejor persona, icono y mito de la casa blanca, uno de los tipos mas inteligentes que vi en un terreno de juego.

    Respond
  • Fran D 16 noviembre, 2015

    @Abel
    Lo siento si mi pregunta tiene un tono 'friki' pero no podía aguantarme: ¿Qué opinión tienes sobre el inenarrable (inefable, más bien) Karembeu?

    Respond
  • Miguel C. 16 noviembre, 2015

    Buenas:

    Espléndido artículo, Abel. Imposible quitarle una coma.

    Para poder explicar correctamente lo que supone Raúl, me haría falta un artículo entero, quizá dos para hacer una de mis comparativas no futboleras alocadas. Pero creo que lo resume bien un hecho. Cuando explotó Raúl, a partir de la 96/97, yo estaba entrando en la adolescencia. Con las hormonas en plena revolución, elegí a Raúl como archienemigo. Él, que hasta donde recuerdo nunca dijo una palabra más alta que otra, y que tenía la pinta de yerno ideal (figura que sólo me despierta simpatías si quien la encarna es James Stewart), era el blanco de mis iras y odios. Porque a pesar de toda la colección de talento que podía atesorar el Madrid, el que te podía matar en cualquier momento era Raúl.

    @DavidLeon

    "Lo del pelo largo de Raúl es un genialidad. Es tan potente la relación que yo directamente cuando veo imágenes suyas dividido su estado entre pelo corto = crack total y pelo largo = declive y decadencia. No es coña. De hecho en el Schalke-Athletic lo tiene corto. Es una cosa de locos. Es Sansón a la inversa."

    Me vas a perdonar, David, pero decadencia o no, el pelo largo le sentaba a Raúl como una patada en los mismísimos. Siempre detesté esa moda chorra en la que gente con pinta de niño bien se dejaba el pelo largo. Para llevar el pelo largo hay que valer, si no, nada. Yo no tendré ni pajolera idea de fútbol, pero de pelo largo masculino entiendo un rato. :p ¡Si hasta Coleta Morada está raro con el pelo suelto!

    Eso sí, en favor de Raúl hay que decir que le queda bien esa barba que lleva ahora, impensable cuando debutó. Da esperanzas a un servidor, que de perilla va bien servido, pero tiene las mejillas dignas de Errejón :p

    Respond
  • Adenauer 16 noviembre, 2015

    @Abel, @migquintana

    Estoy de acuerdo con vosotros. Es que Raúl, con el sprint y la potencia de tiro de CR, tal vez habría sido mejor que CR. Y sin ellos, pues, aunque nunca fue el crack de gol por partido que éste ha sido, su nivel fue tal que, cualquier día, pudiendo contar con la mejor versión de ambos, si el entrenador, por cualquier motivo imaginable (porque al RM, como a cualquier otro equipo, sólo se le permita alinear a un número 7), sólo pudiese poner sobre el campo a uno de los dos, el mejor Raúl fue tal jugador que no habría supuesto una insensatez escogerlo sobre a su sucesor. Yo lo cogería, si fuese para verlo con Benzema. ^^

    En cuanto a lo del entrenador, me sumo al deseo de haberlo visto con Ancelotti. Como con Benzema, el mejor punta para acompañar a un segundo delantero goleador, ver a Raúl en el equipo de un gran entrenador orientado a sacar lo mejor de sus jugadores es algo que nos quedamos sin ver. Un Guardiola desde luego se habría vuelto loco por él, pero el rendimiento que Raúl siempre habría dado en cualquier contexto quizás habría jugado en su contra, en las manos de un entrenador tan creativo.

    Un saludo!
    (Pido perdón por el poco respeto de este comentario por la cronología.)

    Respond
  • Permafr0st 16 noviembre, 2015

    y sin embargo nunca pudo disputar el partido que tantas veces había soñado de niño. Raúl, puro Conrad

    Respond
  • @FelipBrasi 16 noviembre, 2015

    Sí, sí, Raúl era rápido, tenía gol, hacía mil cosas, pero…

    yo a quien echo de menos es al Raúl deportista en el vestuario del Madrid. No se puede negar que Raúl lo que le hacía distinguirse de los demás era su competitividad, aunque tenéis razón que mucha veces sólo se habla de ésto cuando se habla de Raúl y como que se minusvalora al compendio técnico-táctico. Pero Raúl era el Nadal de los futbolistas, y con eso vas al fin del mundo. Si nos paramos a ver lo que se comenta de Nadal y se comentaba de Raúl veremos muchas similitudes. De Rafa se dice que era físico, que si eso, que si lo otro. Pero en el momento de la verdad lo más importante es el coco. Y en eso éstos dos eran unos privilegiados del deporte. Sólo con esto se explica que llegase al Schalke y lo llevase lejos (para lo que era el club) en la CL.

    Y también tenía a Hierro en ese vestuario la mayor parte de las veces. Cuanto echa de menos alguien así el vestuario actual. YA lo dije más de una vez, la liga del clavo ardiendo este vestuario del Madrid no la hace ni loco, sin embargo sí veo posible que la hiciera el vestuario del Barça, sobretodo cuando contaba con Xavi y Puyol poniendo orden.

    Creo que Hierro también es muy importante en la carrera de Raúl. La anécdota que siempre cuenta Arbeloa de su primera pre-temporada en el primer equipo es brutal. jejeje. Para quien no la conozca todavía: decía que salió a calentar con un compañero canterano y mientras trotaba alrededor del campo, les pasa Raúl como un cohete y les dice: Si por mi fuera volvíais para Madrid ahora mismo. Crack!! jajaja

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  • Pablo 16 noviembre, 2015

    Me encantó en líneas generales el artículo y soy fan reconocido de Raúl. Incluso, me parace, que leyendo los comentarios en el otro artículo de los entrenadores y compañeros, se destaca demasiado su carisma, entrega, inteligencia (que los tenía) por sobre las condiciones futbolisticas

    De todas formas, sobre este artículo, la crítica que haría es que cae un poco en una épica exagerada. Da la sensación de que Raúl jugó desde que debutó hasta el principio del 2000 prácticamente solo y que el Madrid ganaba solo por él.

    Respond
  • Gravesen 16 noviembre, 2015

    Esque ese Madrid de 1996-2000 es una cosa rarísima; eran realmente 4 jugadores que posiblemente peleaban por ser el mejor (no digo que lo fueran) en su puesto y que eran Hierro, Redondo, Raúl y Roberto Carlos; si a eso le rodeas en diferentes años de varias estrellas mundiales que nunca pudieron destacar por su regularidad pero sí por haber dado partidos geniales como eran Suker, Mijatovic, Anelka, Seedorf o McManaman y una segunda línea de jugadores con un nivel de seriedad extrema como Alkorta, Karanka, Helguera, Panucci, Illgner, Salgado o Lasa, pues acabamos teniendo un equipo que en la regularidad no hacía gran cosa (una única Liga el único año que tubieron un técnico bueno) pero que a cara o cruz eran letales fuera donde fuera (2/3 Copas de Europas ganadas es algo muy potente).

    El ejemplo del año de la Séptima es genial. El equipo deambula por Liga y cae ante un segunda división en Copa pero gana la Champions cargandose entre otros a los dos campeones previos y de propina golea y ridiculiza al Barcelona de Van Gall (un equipo infravalorado hoy en día, eran muy tochos) en la Supercopa. Daban 15 partidos al año serios, pero si los escojian bien el resultado era muy Heavy.

    Respond
  • @danityla 16 noviembre, 2015

    Gracias por este homenaje. Os han quedado todos los artículos perfectos. De hecho me habéis recordado a ese Raúl que cuando teníamos los dos 18 años me flipaba cada día y que con el paso del tiempo había olvidado.

    Respond
  • Tutuytu 16 noviembre, 2015

    Muchas gracias por recordarme lo que fue Raúl. Entre otras cosas había olvidado su juego de espaldas mamma mía

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  • Sergio 16 noviembre, 2015

    Creo que su declive no fué físico, vió lo que vendría después, vió como echaban a Hierro y Del Bosque de mala manera, como se vendía a Redondo, en fin, creo que vió llegar a Florentino, y se convirtió en un profesional sin más, perdió la pasión.

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  • Lucas 16 noviembre, 2015

    Hola a todos . Me sorprende que tanta gente considera a ,Heynkes , Hiddink o Del Bosque como entrenadores mediocres y a Van Gaal, Lippi o Ancelotti como muy superiores a ellos y más viniendo de Abel …

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  • JT145 17 noviembre, 2015

    Gracias Raul y gracias a Ecos por esto. Pelos de punta.

    Respond
  • Gravesen 17 noviembre, 2015

    Lucas

    No creo que se refieran a que fueran entrenadores mediocres, simplemente no fueron todo lo "entrenadores" que debieron ser en un club como el Madrid. Del Bosque por ejemplo jamás me a parecido un entrenador de alto nivel, bajo ninguna circunstancia, pero ha sabido fomentar un buen ambiente de vestuario y dar libertad para que jugadores extraordinarios saquen su potencial sin la presión que generalmente se les exige. Pero todo ello siempre a venido en climas de cierta "tranquilidad"

    Con España no solo tenía los jugadores que tenía, sino que el grupo venía de ganar la Eurocopa con Aragonés y romper una barrera psicológica que hacía décadas que agarrotaba a la selección española. Su trabajo fue aportar detalles y dar continuidad a la semilla. Con el Madrid lo mismo, el gano la Octava no la Séptima, esa se ganó dos años antes y con ella también se "desagarrotó" al club como nadie había echo antes. Aportó continuidad y libertad para que los jugadores disfrutaran.

    No hay que olvidar que Del Bosque no logró nada ni con el Besiktas ni con el Madrid cuando también (al igual que en el 99) tomó las riendas en el 94. Ojo, que dar un ambiente de tranquilidad a un equipo de estrellas bajo las máximas exigencias es una cosa dificilísima, y que le valió los títulos que le valió cuando estubo al frente de esos equipos, pero también si hubiera sido un entrenador de otro perfil más "elitista" es muy probable que Ligas como la de 2000 o 2002, o Champions como las de 2001 y 2003 (por no hablar de Copas) no se le hubieran escapado. No digo que hubiera ganado todo, pero ese equipo ganó Champions-Liga-Champions-Liga, y hubiera sido probable que con esa plantilla se hubiera ganado algún doblete o incluso triplete en ese intervalo. Por otra parte quizás no y el ciclo hubiera podido acabarse en 2 años como con Mou, quien sabe….

    Y Heynkes….no comparemos el Heynckes de 1998 con el de 2013. Hay mucha distancia.

    Respond
  • Lucas 17 noviembre, 2015

    Gravensen, carezco de información y posiblemente también de conocimientos para valorar el cambio de Heynkes entre el 98 y el 2013 pero decir que Raul solo tuvo a Capello como gran entrenador y no tuvo la suerte de " Rivaldo tuvo a Van Gaal -aunque se llevasen a tiros -, Shevchenko tuvo a Ancelotti, Henry tuvo a Wenger, Totti tuvo a Capello, Del Piero tuvo a Lippi, Figo tuvo Cruyff-Van Gaal…" me parece un absoluto brindis al sol , aunque supongo que la contribución de Lippi al futbol es incomparable con la pobre aportación deToshack, ,Heynkes , Hiddink o Del Bosque … simplemente me resulta viniendo de quien viene esa frase ,Abel, sorprendente .

    Respond
  • jackbonaventura 17 noviembre, 2015

    Maravilloso.

    Respond
  • lobezno 17 noviembre, 2015

    ¿y qué pasa con Marcos Senna?

    Respond
  • Kikamen 17 noviembre, 2015

    Lo mejor de esta serie de artículos, y en especial éste, es que nos han servido a los que sí vimos su época de gloria para poder volver a recordar lo que llegó a ser Raúl. Esto no es ninguna tontería: habiendo vivido también los años 2004-2010, yo creo que al aficionado medio le quedaba al final el recuerdo de que "realmente nunca fue tan bueno", pero es que sí, no sólo fue bueno sino que fue el más importante entre los mejores (probablemente no el mejor). Es que ahora empiezas a recordar la seguridad que daba en las noches importantes tener a Raúl. Y no digamos al que no le vio nunca en aquellos días; el bajón de nivel fue tan pronunciado que sería imposible pensar que jamás llegase a ser crack.

    Respond
  • Abel Rojas 17 noviembre, 2015

    @ Ángel

    A mí sí. Pero debo confesarte que hace unos días se lo dije a alguien que sabe bastante más de fútbol que yo y me dijo que no se parecía en nada ^^ Pero yo estoy contigo. No es ni mucho menos un clon, son muy diferentes, pero comparten alguna cosilla.

    @ Tana

    Por ejemplo Buffon lleva varios años en la Juve siendo "indiscutido" cuando creo que su rendimiento no ha sido de TOP mundial. Y Del Piero se pasó también bastantes años en dicho club estando muy lejos de su mejor forma. Aunque es verdad que lo de Raúl en el Madrid fue un caso especialmente duradero. Seis años sin estar al mejor nivel es muchísimo tiempo.

    @ Lobezno

    Entendemos que Senna no es un jugador de la dimensión de Raúl como para dedicarle un especial. Pero por supuesto le dedicamos un artículo cuando se fue del Villarreal: http://www.ecosdelbalon.com/2013/06/analisis-marc

    Respond
  • Abel Rojas 17 noviembre, 2015

    @ Viriato

    "¿hay en algún otro equipo del mundo en el que un solo dorsal haya tenido el peso del 7 en el madrid durante tantos años?"

    Javier Alberdi le dedicó una serie a este tema. El 7 del United y el 10 de Brasil y Argentina son dorsales también muy míticos.

    @ Fran D.

    Yo creo que Karembeu era un buen jugador. Tenía virtudes. Obviamente para las plantillas actuales de los aspirantes a la Champions se quedaría o corto o solo para rotación,

    @ Gravesen, Pablo

    En realidad la temporada 1999/2000 de Hierro en el Madrid es flojísima. De hecho te diría que fue inferior a la última, la 2002/03. Me impactó mucho verlo jugar tan mal cuando hice la documentación. El peso de Hierro en la Octava es ínfimo. Es el torneo de Casillas, Roberto Carlos, Redondo y, sobre todo, Raúl.

    Personalmente, creo que cambiando a aquel Raúl por cualquier otro crack del momento, cualquiera e incluyo a Ronaldo -que por supuesto me parece mejor que él- y Zidane, el Madrid no gana esa Champions.

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  • Abel Rojas 17 noviembre, 2015

    @ Lucas

    Heynckes y Hiddink no tuvieron ningún proyecto en Madrid. Pasaron apenas meses en el Bernabéu y prácticamente siempre sabiendo que se iban a ir. La mentalidad de proyecto solo existió dos veces: Capello y Del Bosque. Capello sentó bases fantásticas y Del Bosque no creó ninguna estructura.

    Por supuesto darle un proyecto a Hiddink en condiciones cabales hubiera sido muy positivo para Raúl. Pero no ocurrió nada de eso.

    Respond
  • Tongo7 17 noviembre, 2015

    Si Hierro ese año se lesiona mucho, y los 3 centrales suelen ser Karanka, Ivan Campo y Helguera (incluso Sanz.)

    Respond
  • @aguilera79 17 noviembre, 2015

    @Abel @Lucas

    Sin restarle ningún mérito a Capello quisiera aportar una pequeña impresión. Recuerdo, de hecho, haberle comentado esto mismo a Ángel Cappa. En el imaginario madridista quedó la idea de que fue Capello quien sentó las bases para la consecución de las Champions venideras (fundamentalmente la séptima), sin embargo, yo quisiera hacer constar que quienes retrasan definitivamente a Hierro a la zaga (recordemos que venía jugando de mediocentro, y con Clemente siempre), quienes trajeron a Redondo y quienes subieron a Raúl fueron Valdano y Cappa. Parece el "pasillo de seguridad", que diría Luis, del Madrid del momento. Naturalmente hay que sumar a Roberto Carlos a la ecuación; nada se entiende sin el que para mí fue el jugador más importante de aquel equipo, pero sirva esto para matizar un poco.

    Un saludo.

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  • […] Así jugó Raúl. Y este fue su Real Madrid […]

    Respond
  • Gravesen 17 noviembre, 2015

    Abel

    Cierto, esa temporada de Hierro es nefasta, pero venía de varios años tan buenas y completaría otras dos a tan alto nivel que parece que se "camufló" un poco ese año.

    Tengo una pequeña duda, con respecto al rombo de Valdano de 1994-1995, originalmente la idea del argentino no era el Redondo de medio con Amavisca y Luis Enrique de interiores y Laudrup de enganche, sino que Martín Vázquez y Michel iban a ser los interiores, dibujo que en mi opinión hubiera dado un punto mas de solvencia, aunque quizás hubiera restado a la imagen "bonita" del equipo esa temporada en su juego. Pero la lesion de Michel le sacó toda la temporada y la de Martín Vázquez hizo que para cuando volviera, Amavisca, Luis Enrique, Alfonso o Dubovsky ya ocupaban su puesto habitualmente. ¿Podría haber competido mejor ese equipo a nivel europeo de haber seguido con esa tesitura? En la Uefa avanzaron muy bien las primeras rondas y para cuando les eliminó el Odense ya se había producido ese cambio de sistema.

    Es solo especular, pero si el romo final pasaba de 4-4-2 a 4-1-5, ese quizás hubiera derivado a un más equilibrado 4-3-1-2. No para ganar ningún torneo europeo pero quizás si para evitar ese 6º puesto en Liga.

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  • Tongo7 17 noviembre, 2015

    @Gravesen
    Ese año se tiró lesionado medio año y sobretodo la fase decisiva de la CL.

    Respond
  • @DavidLeonRon 17 noviembre, 2015

    @aguilera79

    Lo más importante de Valdano, Cappa y aquella Liga fue recuperar la victoria para el club. Recuerdo frases de Valdano como "hay que pagar el esfuerzo del aficionado con la victoria" días antes del Clásico del 5-0 del Bernabéu. Ese año fue importante para el Madrid. Había que matar al Dream Team y ellos lo hicieron sin paliativos.

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  • Tongo7 17 noviembre, 2015

    @DavidLeonRon
    El Dream se suicidó el solito cambiando ha jugadores como Laudrup, Romario, Zubizarreta, Julio Salinas, Goikoetxea y Juan Carlos, por Lopetegui, Hagi, Escaich, Korneev, José Mari, Sánchez Jara… luego el Madrid y Valdano terminaron el trabajo.

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  • Polaquito 17 noviembre, 2015

    Venía a comentar lo de pelo corto-crack / pelo largo-decadencia, pero ya lo habeis comentado. Yo por desgracia solo tengo imágenes suyas en mi retina con Raul y una melena grasienta ondeando al viento. Muchas gracias por escribir este artículo y recordarme que durante mucho tiempo, Raul iba al peluquero cada mes. Sois muy gradnes.

    Respond
  • Lucas 17 noviembre, 2015

    @Abel .
    Entonces entiendo que lo que quieres decir no es la falta de un entrenador élite lo que el Madrid no le aporta a Raul como dices en el articulo, lo que le falta es un proyecto élite . Ok , en eso estoy totalmente de acuerdo .

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  • Random 18 noviembre, 2015

    Enhorabuena por el texto Abel

    Raúl es como jeckyll y el doctor hyde
    -94/2002: el mejor jugador español de la historia, el jugador más decisivo de europa y uno de los tres mejores jugadores del mundo

    -2003/2010: un jugador decadente tanto en el terreno de juego como en el vestuario (esto último no lo comento a fondo porque no en ecos no tiene sitio pero importante recordarlo) que su NO venta hizo retroceder al club a sus peores años en europa y que no permitió construir un proyecto justo en los años pre-messi.

    Mi opinión sobre el 7: gracias gracias y gracias por esos primeros años donde nos hiciste grandísimos pero no me puedo olvidar de tus años de decadencia que frenaron al club deportivamente.

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  • Abel Rojas 18 noviembre, 2015

    @ Tongo

    Yo simplemente diría que tras ganar 4 ligas, lo normal es dejarse llevar o envejecer. No creo que el Madrid de Valdano tuviera ningún peso en el final del Dream Team. Absolutamente ninguno, de hecho.

    @ Lucas

    Si repasas el texto, eso es lo que dice 😉 El tema es que luego hay entrenadores extraordinarios cuya mera presencia activa proyectos en los clubes. Un ejemplo lo tienes con Mourinho en el Inter, y otro aun más reciente, con Simeone en el Atlético. Eso, en el Madrid, solo lo supo hacer Capello.

    @ Random

    Mmmm. Si te refieres a la Champions cuando dices "Europa", creo que no hay dudas. Si te refieres al continente en general contando también Ligas, hubo un tal Henry que creo que, fuera de las Islas, no es valorado en consonancia con lo que hizo en ellas. Henry en la Premier fue una cosa muy bestia. Para mí, superior a lo de Raúl en la Liga.

    Respond
  • @DavidLeonRon 18 noviembre, 2015

    @Abel

    "Yo simplemente diría que tras ganar 4 ligas, lo normal es dejarse llevar o envejecer. No creo que el Madrid de Valdano tuviera ningún peso en el final del Dream Team. Absolutamente ninguno, de hecho"

    No comparto. Ese Madrid puso mucha pasión esa temporada en todos sus jugadores. Y le devolvió un 5-0 que acabó de machacar al Dream Team meses después de Atenas. El Madrid de Valdano colaboró.

    @Tongo

    Koeman, Stoichkov, Sergi, Guardiola, Romario… el mismo equipo que llegó a la final de Atenas casi estuvo la noche del citado 5-0. El Madrid colaboró a lo que estaba por llegar, que era inevitable, obvio.

    Respond
  • @polmadur 18 noviembre, 2015

    @Abel

    Henry en la Premier era un insulto para sus rivales, que manera de machacar defensas que dominio de todo….

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  • Jesus 18 noviembre, 2015

    Extraordinario texto!

    Estoy de acuerdo con el compañero Carlos Quintana, es deseable poder leer algun dia en Ecos un articulo asi de amplio sobre Roberto Carlos y Rendondo, y yo añadiria de Ronaldinho 😀

    Respond
  • Gravesen 18 noviembre, 2015

    @DavidLeonRon

    Yo recuerdo que mi sensación del Dream Team era la de un equipo absolutamente genial pero con una ejecución excesivamente arriesgada, temporada a temporada podía ganarlo todo o quedar en blanco de una manera demasiado descarada. Ya no es el echo de que ganara tres Ligas en la última jornada, esque 4 de las otras 5 que disputó nunca fue realmente capaz de dar sensación de meterse en la pelea.

    Mi sensación el año de Valdano era que tras la goleada en la final de Atenas tras esa enésima Liga ganada in-extremis con el penalty de Djukic el mismo Barcelona dejó de creerselo. Como si el Barcelona de ahora de Luis Enrique perdiera de repente esa capacidad de supervivencia.

    Respond
  • Al2 18 noviembre, 2015

    Abel:

    Una bestialidad me artículo, me sumo a las felicitaciones de la comunidad.

    Sobre Raúl, debido a mi edad, 26 años, y mi nacionalidad, cubano, me perdí sus mejores años. Solo tengo el vago recuerdo de algunos de los partidos más importantes de la Época de los Galácticos, por esos tiempos todavía la pelota era mi deporte preferido. Por tanto, para mí ha sido un placer tener este acercamiento a Raúl, a quien pude ver jugar hace unos meses, cuando el Cosmos visitó Cuba.

    En aquel partido, Raúl fue todocampista: lo mismo estaba en la izquierda, en la media punta o en la contención. Todo con lentitud pero con sentido. Ese día me pregunté si eso había sido parte de su carrera o era el estatus que tenía en el Cosmos? Con este artículo corroboré que era un jugador que siempre se movió por toda la cancha y que su impacto en el juego era total. Su dominio de la Champions solo es equiparable con nuestros actuales súper Craks: Messi y CR7, ambos en contextos más favorables.

    Abrazo.
    :)

    Respond
  • C. Márquez 19 noviembre, 2015

    Menuda maravilla de artículo. Sensacional.
    PD: creo que el gol de Zinedine contra el Dépor, por mucho que pasen los años y lo vea, nunca dejará de desencajarme la mandíbula. Es una cosa de locos.

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  • temperado 19 noviembre, 2015

    Fuera de foco; no ve Guardiola a Raúl como el arquetipo del nueve y medio; generador de superiodad en medio campo, inteligencia táctica y ambición goleadora ; el arquetipo del Caballo de Troya (viniendo de Madrid) para el fútbol moderno, identificando el error fatal de sistemas de Van Gaal-Rivaldo, y aplicándola al Gran Barcelona?

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  • gansus 10 diciembre, 2015

    Sólo quería comentar una cosita sobre este jugador al que tanto admiré, por todo lo expuesto, aunque de algunas de las cosas no fuera consciente hasta verlas escritas. Como persona, desde la distancia, también me parecia alguien cercano y que me caía bien, teniendo en cuenta que los jugadores los vemos a mucha distancia: concretamente, a la de los medios de comunicación.
    Pero resulta que el sobrino de don Raúl González Blanco, que tiene 8 años, juega a fútbol sala aquí en Valdemoro en el equipo del colegio al que va, que es el mismo al que va mi hijo mediano. Al ir mi mujer a recoger a mi Hugo al entrenamiento, me mando un wassap diciéndome que estaba allí Raúl (hoy mismo). El caso es que somos muy tímidos en ese sentido, pensando que un jugador fuera de lo que tiene que ver con su trabajo (que ya no lo es, por así decir) querrá estar tranquilo, a su bola, sin que la gente vaya a molestarle a cada rato. El caso es que le dije que intentara ver si podía hacerse una foto con él, por mi hijo sobre todo, aunque le diera vergüenza. El caso es que él estaba viendo el entrenamiento de su sobrino y los demás desde la grada, mientras hablaba con el que lleva el fútbol en el colegio (Luis Casado, que fue jugador de varios equipos en segunda división, seguro que en el Getafe) y al acabar el entrenamiento, que empezó a acercarse gente, muy educadamente, debo decir, para pedirle alguna foto, fue él mismo el que muy amablemente y sonriente le dijo: "Foto, equipo" y les dijo que se acercaran y tal, y se hizo un montón de fotos.

    Sinceramente, se agradece que los futbolistas se comporten también como gente "normal", amable, en este caso, que puede entender que los niños quieran una foto con alguien que es una auténtica estrella. En mi caso, mi hijo sabe quién es Raúl porque yo se lo he contado y le he puesto vídeos en alguna ocasión, pero a otros les hacía más lusión a los padres que a ellos, xDD

    Así que sólo puedo decir que, de primeras dadas, una persona muy cercana y amable, lo cual sólo aporta a lo futbolístico, ya citado.

    Respond
  • Biavcu 23 marzo, 2016

    A medida que vaya pasando el tiempo iremos valorando cada vez más la figura de Raúl. No era el más espectacular, ni el que más corría ni el que más driblaba pero era el más determinante y sobre todo en los partidos importantes. Para mi (y ahora me echaré la parroquia encima) no fue una decisión acertada no llevarle a la Eurocopa. Al final pareció que la ganamos porque no fue él y eso es totalmente injusto.
    Raúl González Blanco el eterno capitán del Real Madrid

    Respond
  • Gravesen 23 marzo, 2016

    Biavcu

    Lo más alucinante de todo es que el no era zurdo natural, tuvo que cambiar de pierna dominante por una lesión grave en la derecha.

    Respond
  • Gravesen 11 noviembre, 2016

    Se que es volver a comentar en una página de un año de antiguedad….pero no he podido evitar leer los últimos párrafos, con el Raúl que le costaba cada vez más cada ejecución pese a seguir siendo un goleador y lo que esta poco a poco siendo el Cristiano Ronaldo actual. Vista la renovación…¿pasará lo mismo? ¿veremos un Cristiano a lo "Raúl 2004-2010"?

    Respond

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