Marco Asensio tiene 19 años, nunca había jugado un partido de Primera División y llegó al RCD Espanyol para sustituir, como líder y pieza clave del sistema, a uno de los mejores futbolistas del último lustro de la Liga BBVA, Sergio García «Falete». El reto no era duro a secas, sino de aplicación teórica casi imposible, pero a los conocidos de Marco les pareció normal, porque sabían que que lo que no era normal era el niño en sí.
En el Espanyol está jugando por detrás de Caicedo y se mueve por los tres carriles del ataque perico.
Marco no precisa mucho balón, aunque…Asensio destaca tanto en cantidad como en calidad, y en todos los sentidos que se le quieran atribuir a cada una de las expresiones. Por ejemplo, se trata de un atacante sumamente participativo, que se está acercando a batir las 50 intervenciones por choque pese a que el plan de su entrenador, Sergio González, casi nunca pasa por alcanzar ni el 50% de posesión. Esto le convierte a veces en el hombre con más presencia real (matemática) en el juego de su equipo, asumiendo una carga a la que, de entre todos delanteros de élite de Europa, solo Messi hace frente. ¿A qué se debe tanto peso en el juego, a que el futbolista lo demanda o a que el Espanyol lo necesita? Al hablar de un chico tan joven, contestar preguntas así con carácter categórico parece algo precipitado, pero en principio cabría apostar por la segunda opción, por que el Espanyol lo necesita. Ni en el Mallorca ni en la selección Sub-19 tocó la pelota con tanta frecuencia. En dichos equipos se centraba más en que cada contacto suyo fuese determinante, en que cada vez que la cámara le enfocase, naciese una ocasión de gol.
En el Espanyol está jugando por detrás de Caicedo y se mueve por los tres carriles del ataque.
Enlazamos y seguimos con «cantidad». Ahora, con la de recursos ofensivos que guarda. Y se termina antes esgrimiendo aquel del que carece: capacidad rematadora. Ni se sabe mover demasiado bien en el área ni ha mostrado un remate al primer toque que llame la atención. Todo lo demás lo ejecuta con naturalidad. Chuta en carrera, regatea en corto y largo, recibe entre líneas o a la espalda de la zaga, devuelve paredes, centra desde la banda, filtra pases al hueco, etc.
En general, la calidad de Marco Asensio es muy alta, sobresale con respecto a la media en todo lo que acabamos de enumerar, pero dentro de su armamento, y al estar tratando no un proyecto de jugador para el Madrid, sino un proyecto de estrella (o sub-estrella) del Real, se debe distinguir entre lo bueno y lo mejor; debe separarse aquello en lo que es notable de aquello en lo que pertenece, o pertenecerá, al TOP mundial.
Para empezar, cabe apuntar que tarda un poco en cargar la pierna para el disparo. Es un gesto técnico y puede mejorarlo, pero de momento, es un problema que está restándole un puñado de goles por temporada.
Asensio es rápido, más que sus rivales, pero no rapidísimo. Eso le penaliza cuando no le meten el pie.
Jugando a la contra es un peligro letalMenos solución se le presume a su desborde. Marco tiene regate, mas no es un regateador puro. Le falta un punto de rapidez. La Champions League distingue dos tipos dribladores. De un lado están, por citar tres futuros compañeros de Asensio, los Marcelo, Modric o Isco. Del otro, del superior, los Neymar, Douglas Costa o Di María. Y lo que les separa estriba en la velocidad. El primer grupo depende del engaño, requiere que uno de sus amagues haga que su marcador alce un pie del suelo, y entonces cambian de dirección y usan su potencia. Pero los mejores equipos de Europa cada vez meten menos el pie, los defensas más experimentados protegen su espacio como si de agua en el desierto se tratase, y para eliminarlos, se les debe bordear, y para ello, se requiere un plus de velocidad que Asensio no tiene. El balear tiene potencia para que nadie le pille una vez él ha ganado la posición; pero no esa chispa especial que le permita ganársela a quien no la venda barata. ¿Regateará? Sí. Marcará goles tras acciones individuales en partidos importantes, sin duda. Pero no será una acción que condicione planteamientos con total regularidad, pues no podrá ocurrir en cualquier instante.
El medio del Espanyol no es demasiado creativo, por eso no recibe tanto entre líneas como debería.
El punto de verdad ilimitado de su abanico reside en la capacidad asociativa. Es ahí donde su calidad se desata. Sus libres indirectos son medio gol, sus paredes van milimetradas, sus pases interiores cortan como cuchillos, sus centros al área son caramelos, y sus asistencias al espacio, comparables a las del gran especialista del momento. Ve cada desmarque por muchas piernas que haya entre él y su destino, y posee un toque simple y llanamente perfecto para hacer valer esa visión. Imprime a la pelota la suficiente velocidad para superar los obstáculos pero de tal modo que se frene donde debe para que el delantero la alcance en buena disposición. Y además mantiene tanto la claridad como la precisión tras eslaloms prolongados, lo cual potencia aún más su categoría, pues mientras va conduciendo el balón va atrayendo defensores hacia él y creando espacios en los puntos alejados. Cuando Marco Asensio sea un producto acabado, competirá con Özil, James Rodríguez, Cesc, De Bruyne y Messi por el título honorífico de mayor asistente del año. Del número de tantos que sea capaz de sumar a la causa dependerá el grado de dominio que ejerza en el fútbol. Ahí está su margen de maniobra; en la velocidad de ejecución chutando, en su remate al primer toque y en su olfato para los rebotes en el área. Lo demás es una mera cuestión de tiempo, de ir acumulando derrotas para descubrir por el camino la manera de esquivarlas. Y de aprender a regular un nivel alto durante los nueve meses de la competición. No hallará más trabas. A menos que alguna lesión, o que la excesiva profundidad de algún plantel al que pertenezca en el futuro, le condenen a la inactividad.
varogs 27 octubre, 2015
Mójate Abel, ves futuro suficiente como para que pudiera ser (sin lesiones o cosas extradeportivas mediante) tan determinante en su club y en la selección, como Raúl o Xavi? Es que por lo que os leo y escucho creo que es el talento joven en mucho tiempo que tiene ese futuro en el abanico probable.
A este jugador, cualquier club le hubiera venido bien, el Espanyol como bien se dice en el artículo le activa mas, le hace mas partícipe, aunque a lo mejor es algo contraproducente si se piensa en su club de futuro, donde empezaría con un rol mas de toques clave pero puntuales. De aquí a un par de temporadas, competiría como mínimo con James, Isco, Bale y Jesé para una o dos posiciones :s, desde luego si se hace un hueco en esa rotación con 20 primaveras, es que será un supertalento.
Saludos.