Balaídos acogió un partido desprovisto de normalidad. Para el Celta, ganar habría supuesto hilar una victoria contra el Barça, una contra el Real y el liderato, lo que hubiera significado el momento de máximo reconocimiento para las carreras de casi todos sus futbolistas, con la presión que ello desencadenaba. El Madrid, por su parte, también se jugaba mucho, pero exactamente lo mismo que cada fin de semana, así que la experiencia constaría a su favor. Su gran traba residiría en la exigencia de su calendario, que le condenaba casi, casi, a vencer al Celta en los primeros 60 minutos de batalla. No tendría gas para más.
Ronaldo dominó como arieteEl arranque mostró una desigualdad muy radical. La pelota podía pertenecer al uno o al otro, pero siempre estaba en el mismo sitio: cerca del área de Sergio. Benítez había dibujado un 4-1-4-1 (con Modric de interior derecho y Kroos en el izquierdo) que impedía a los iniciadores del Celta contactar con Wass, Pablo o sus extremos, porque no había líneas de pase limpias. El Madrid robaba muy arriba y atacaba con mucha brillantez. La inspiración técnica de Marcelo, la fantástica interpretación que hizo Cristiano de su posición de «9», lo bien que siguieron sus movimientos Lucas Vázquez y Jesé y el hecho de que Nolito permitiera a Danilo llegar arriba desmarcado vez tras vez facilitaron la producción blanca.
Keylor Navas volvió a ser decisivo. Sumó cuatro paradas claves.
Con ventaja en el marcador y el avance del encuentro, el Madrid fue retrasando poco a poco sus líneas de presión, lo que permitió al Celta pisar campo contrario y poner de manifiesto su creatividad. Durante este primer periodo, casi todo el peligro ofensivo celeste provino del duelo entre Nolito y Danilo, que se vio afectado por tres variables. La primera, que se produjo poco porque el trabajo defensivo de Lucas Vázquez fue notable, tanto en la ayuda directa como en la precaución. La segunda, que cuando el Celta lograba superar esa vigilancia, su acierto técnico era más que destacable, tanto en los regates como en las finalizaciones. Y la tercera, que Keylor cazó las cuatro en cuestión.
Mientras tanto, el Madrid no lograba convertir en goles las transiciones de las que gozaba.
Augusto Fernández se multiplicó durante la inferioridad numérica.
La roja, punto de inflexiónEl punto de inflexión del choque vendría a media hora del final, cuando Gustavo Cabral vio la tarjeta roja. Ese fue el pistoletazo de salida para una cadena de sucesos que terminaron dando pie a una posible remontada. Podemos dividir la secuencia en dos partes: del 60 al 70 y del 70 al 90. En la primera, el Madrid pudo liquidar el encuentro gracias a Isco, que entró por Lucas (amonestado) y castigó el caos absoluto en el que había caído el Celta por no reestructurar su sistema defensivo tras la expulsión. Pero se mantuvo el 0-2 y se precipitó la fase final, que tuvo su comienzo en los cambios de Radoja (cimiento local, pues hizo de central) por Wass y de Cheryshev por Jesé (descomposición blanca).
Nolito fue imparable en el uno vs uno. Y sin Lucas, se desató.
Con 0-2, un hombre menos y el ambiente caldeado, el Celta se liberó de cualquier carga y tocó la pelota con más sentido; y el Madrid, pese a su superioridad numérica, no llegaba donde debía porque estaba cansado y roto tácticamente. Cheryshev es un futbolista muy invasivo dentro de un esquema; se trata de un jugador de gran protagonismo que toma muchas decisiones con y sin balón, y como no posee ni el talento ni la calidad de sus compañeros actuales, su efecto sobre el colectivo es negativo. Al no abrir el campo pegado a una banda, Isco y Ronaldo, que estaban en el centro, se quedaron sin espacios y sin puntos de referencias en los costados hacia los que descargar, lo que dejó al Madrid sin opciones de conservar el balón arriba. En defensa, el impacto fue parecido. Nolito pasó a jugar a placer, lo cual derivó en mucho fútbol sobre la línea de fondo del ataque vigués, y Berizzo tuvo el acierto de proponer un doble nueve para cargar el área en busca de remates o rebotes. Se desató el descontrol y pudo pasar cualquier cosa. Marcó Nolito y después Marcelo. Y el Real se llevó los puntos.
Gravesen 25 octubre, 2015
Me sigue sorprendiendo para mal la actuación en lo que va de temporada de Cheryshev; sinceramente le veía tres o cuatro peldaños por encima de Lucas en cuanto a calidad, pero esta demostrando ser más contraproducente que cualquier otra cosa. ¿Hay hueco para el ruso en el equipo? Sigo queriendo verle de lateral.