Pese a no involucrar a ninguno de los cinco mejores equipos de la pasada temporada, la noticia tuvo un alcance más que importante: Jonathas de Jesús, delantero del Elche, firmaba por la Real Sociedad. El impacto del fichaje sintetizaba bien la valoración que se tiene del jugador, la ilusión en Anoeta y el cambio de mirada entre los aficionados a la Liga BBVA con respecto al equipo de David Moyes en su segundo año de proyecto. El brasileño es de esos futbolistas cuyo nivel eleva la categoría de todo un colectivo. Y a decir verdad, en San Sebastián debería de romperla, rellenando todos los espacios que quedaron por tapar.
Cuando Moyes traspasó el tiempo prudencial de gracia que necesita un recién llegado, su equipo transmitió de todo menos soltura. Por ideas propias o características y calidad de la plantilla, el escocés se arrimó a los marcadores cortos y a los partidos sin dominador, retroalimentándose de una atmósfera que igualaba fuerzas con teóricos superiores pero que alejaba a los suyos de victorias sencillas, sin acumular jornadas prometedoras desde las que acelerar el paso. Faltaba credibilidad y amenaza en su ataque.
A la Real le faltó una referencia que hiciera creíble su contragolpe
Desde un 4-4-2 estable que cedía el protagonismo y la iniciativa con la pelota, o al menos era compartida por tramos, la Real quedaba a expensas de su contragolpe para justificar la cercanía con Jonathas será la pieza que buscaba moyesla que sus zagueros arropaban a Rulli -fase defensiva que tampoco fue excesivamente pétrea-. Disponía de jugadores con capacidad para transitar -Pardo, Canales, Vela, Castro-, pero echaba en falta una referencia de motor superior. Demasiado sobreesfuerzo y responsabilidad anotadora para jugadores que por definición quedan más cerca de la irregularidad. Sin brillo ni fuste, Moyes tenía un plan, realizable por la confianza en él desde instancias superiores y porque consolidó una base y un entramado táctico desde el que podía avanzar en este mercado de verano.
La figura del ‘9’ no es, sin embargo, de las más agradecidas en los últimos años por Donosti. Las apuestas del club en las últimas temporadas -Seferovic, Finnbogason- no tuvieron éxito, ni mucho menos. Si añadimos que el más productivo, Imanol Agirretxe, pareció subirse a un carro de Champions, el rendimiento de los arietes donostiarras apenas aprueba. La llegada de Jonathas parece tan propicia como alentadora. Su año de adaptación al campeonato se saldó con un sobresaliente, demostrando que puede tanto vivir en soledad como complementarse con jugadores que, sobre el papel, podrían ser muy felices a su lado.
Jonathas casará muy bien con Canales y Carlos Vela
El de Minas Gerais representa dos fórmulas de ataque que valen oro: juego directo y transición rápida. Su adaptación a la soledad en lo primero permite ser profundo pese a ser dominado. Administra un balón rifado y saca a sus compañeros. Desde ahí, cae a las bandas si el equipo sale con efectivos por carriles liberados. Los cruces con Vela, los pases de Canales y Pardo a la espalda de la última línea, el sacrificio y verticalidad de ‘Chory’ Castro, así como la pausa puntual que pueda ofrecer Xabi Prieto intentarán reproducir el maravilloso vértigo de la etapa Montanier.
En toda esta renovación queda su último protagonista, a priori secundario por su juventud e inexperiencia en el campeonato español: Armindo Tué Na Bangna, ‘Bruma’. Con nombre de superhéroe, este portugués de 21 años fue uno de los nombres más destacados en la fase de grupos del Mundial sub-20 de Turquía 2013. Cedido desde el Galatasaray, su agilidad y desborde pretende incidir aún más en soluciones individuales, con las que no echar en falta la profundidad en una de las bandas. Más incógnita que realidad, su eslalom seguramente saque de más de un apuro a partidos cerrados o marcadores desfavorables. Un recurso que puede apuntalar una parte ofensiva nuevamente ilusionante para los txuridurdin.
Taladro percutor 1 agosto, 2015
Este articulo me lleva a pensar en el anterior donde se hablaba de "la esencia", para el aficionado txuriurdin siempre ha sido el jugador ideal gente como Arconada, Kortabarria, Gorriz.. tipos discretos que se dejan la piel por su club, nada dados a excentricidades. El paradigma creo que esta cambiando y ahora se ha desarrollado un gusto mas estetico, un Alkiza, Alonso.. seria un sueño para el aficionado giputxi.