España se proclamó campeona del Europeo sub-19 tras completar ante Rusia los mejores 90 minutos del torneo. Esta vez no fue la selección de los centrales y la jugada aislada. Comparecieron sus cracks, sí, pero la imagen fue distinta. Mucho más coral, más asociada a la “marca España”. El triunfo fue contundente y rotundo, de los que dejan buen sabor de boca.
España ofreció su mejor actuación del Europeo con diferencia
La primera mitad, la de mayor superioridad, se explicó a través de la posición de Dani Ceballos. España salió con el precedente de la liguilla metido en la cabeza. Rusia les había matado a la contra, algo que no podía repetirse. La clave para evitarlo iba a ser el rol de Ceballos, que cambió su traje de mediapunta ultra-participativo por el de interior más retrasado. Desde ahí, el cuarto de hora inicial de Dani fue sublime, impropio de un niño de 18 años. Moviéndose por todo el ancho del terreno y con una presencia permanente, el chaval alimentó con cambios de orientación y pases verticales a todo su colectivo. A todo.
Esta vez Merino tuvo mucha más participaciónA diferencia de otras tardes, la fuente creativa de Ceballos encontró perfecta réplica en sus compañeros. Merino, el pivote que se descuelga para que Dani baje, esta vez recibió mucho y bien entre líneas. En la derecha surgían los toques de Asensio (en sociedad, cómo no, con Ceballos) y arriba Pedraza y Mayoral ponían el componente físico y de desmarques que todo conjunto necesita. España fluía. Su gol fue merecido, porque además hay que decir que Rusia nunca pudo avanzar. La prudencia española no solo se limitaba al balón; sin él se defendió en un 4-4-2 replegadito y solidario que dejó a los rusos sin metros para la contra. Sheydaev, el ariete ruso, fue el único que generó algo de espaldas. El resto no pudo girarse gracias al excelente trabajo sobre todo de Rodrigo y Merino.
15 tiros de España por 2 de Rusia en la primera parte. Baño
Había sido tan buena la primera parte que se temía que el bajón fuese más crudo que nunca. Hasta anoche, este grupo no había reunido 90 minutos de regularidad en su fútbol. El hombre que propicio el cambio fue, quizás, el más criticado hasta la disputa de la final. Mikel Merino empezó a tocar la pelota con gran continuidad y mayor acierto. De repente, España reunía en su medular a un triángulo asociativo que se la pasaba sin perderla, logrando un control de juego inédito en este Europeo. Asensio vio que la fiesta estaba en el centro y decidió que él también quería unirse, algo que fue posible gracias también al despliegue de Borja desde el lateral derecho.
España había conseguido no romperse gracias a su recién descubierto trato del balón. Sin embargo, eso no evitó que durante varios tramos tocase defender atrás. De nuevo, su 4-4-2 se mostró impenetrable gracias principalmente a su mediocentro Rodrigo, cuya ubicación fue, sin matices, perfecta. Robó todo sin necesidad de correr. Cansada y desprovista de fe, Rusia vio como Asensio daba la puntilla con una nueva obra messianica. España jugó como nunca y ganó como casi siempre en esta categoría.
@migquintana 20 julio, 2015
Fue muy marcado y muy interesante el movimiento de De la Fuente de formar una especie de 4-3-3 en el que Merino pudiese tener más libertad y Ceballos se sintiese más natural viniendo a recibir el balón atrás. Y, la verdad, es que el chico del Betis la rompió a la grande. Es un virtuoso, no cabe duda, sólo hay que ver el caño que regaló en banda izquierda, pero es que además ayer jugó un partido realmente cerebral. No se aceleró, dio los toques justos, se asoció pronto con Asensio… La jugada del 1-0 es un ejemplo.
Y luego está, claro, el bueno de Marco Asensio. Seguro que lo hay, pero es que diría que en el 80% de los goles de esta España Sub-19 él ha participado de forma absolutamente decisiva. Ayer primero con un golpeo a la escuadra que sólo pudo frenar el mejor portero del torneo, Mitryushkin, que tiene una pinta fenomenal, pero es que además te deja ese último pase en el 2-0 que es un regalo para cualquier atacante (uno contra cuatro defensas). En definitiva, espectacular lo suyo. De más a menos en participación y de menos a más en determinación, lo que viene a decirnos que sabe sumar la toque mucho o la toque poco.
En resumen, muy buena España Sub-19. Ha sabido competir, ha ido mejorando, ha sacado lo mejor de sus mejores futbolistas… y nos ha insinuado que en esta generación hay bastantes jugador que huelen a Primera División. San Emeterio, Vallejo, Meré, Rodrigo Hernández, Mikel Merino, Dani Ceballos, Marco Asensio y Borja Mayoral acaban de comenzar en el fútbol. Y molan. Mucho.