Cuando Nemanja Matic y José Mourinho unieron sus caminos, la mayoría vislumbró un futuro dominante en la figura del serbio. Un muro para la Copa de Europa. El potencial físico y técnico del hasta entonces benfiquista estaba fuera de cualquier duda, y se esperaba que el súper entrenador portugués corrigiese su déficit de atención y agresividad para completar así un pivote sobresaliente. Mourinho cumplió esa parte. Erradicó esas taras. Pero surgieron otras.
Matic sale de su posición muchoNemanja no protege su espacio. Su influencia defensiva parece orientada a ocupar mucho campo, a llegar a cualquier sitio, a cerrar todas las puertas, pero lo hace a costa de dejar abierta la suya. Corre más de lo que piensa. Tanto es así que incluso en la Premier League, donde los equipos marcan muchas menos diferencias a través de la circulación de la pelota, se puede observar cómo pierde la posición y penaliza su sistema. No obstante, queda una duda: ¿Esto es buscado? Veamos…
El espíritu libre de este Matic coincide con el de este Chelsea.
Tras analizar la estructura defensiva del Chelsea, cabe esgrimir que sí, que se busca, que José no le pide a Matic lo que pedía a Costinha, Makelele, Cambiasso o Xabi Alonso en sus anteriores proyectos. Los cuatro primeros hombres del dibujo (Costa, Hazard, Oscar y Willian) son un factor, ya sea mordiendo o en una defensa más especulativa; respetan un orden y dificultan, según el momento, o la salida de balón del contrario o que éste cruce la divisoria. No es testimonial, influyen de verdad. Eso genera ventajas que el doble pivote suele aprovechar para sumar robos, casi siempre mediante movimientos agresivos -anticipación, presión sobre espalda o pie bien metido-. Además, Cesc sin balón está cumpliendo con creces. Es el responsable de la pareja. Él, antes de abandonar su zona, sí se asegura de que ésa misma no será aprovechada por otro adversario cuando él la deje. Aunque sus virtudes físicas y técnicas no compiten contra las de Nemanja, por lo menos consta, y así va tirando el Chelsea. Un Chelsea que, y aquí reside lo primordial, es el equipo más despreocupado de la carrera de Mourinho. No es el más virtuoso porque una vez contó con Ramos, Marcelo, Alonso, Di María, Özil, Ronaldo y Benzema, pero sí es el que más estabilidad sacrifica atrás en pos de intensificar sus sensaciones ofensivas. Puede que sea precisamente ese bajón de talento lo que le lleve a compensarlo asumiendo más riesgos. Al fin y al cabo, de lo que más carecía el Chelsea el año pasado era de ideas y ritmo en ataque.
¿Qué estilo tiene pensado Mou para los cruces de Champions?
Hoy empiezan las eliminatorias de la Copa de Europa y su oponente en Octavos será el Paris Saint-Germain. Los franceses no lucen como hace un curso, su convicción ha decaído y con ella la calidad de su juego. No sólo son irregulares en términos de calidad, sino también de estilo. Cuesta incluso llamarles equipazo. No obstante, peor que ahora estaba el grupo en otoño, le ganó un partido al Barça y perfectamente pudo ganarle el otro. Por muy debilitado que esté su plan colectivo, la colección de cracks le sigue perteneciendo. En cualquier instante puede obrar una gran actuación y no digamos lograr un buen resultado por puro talento individual. Constituye una amenaza suficiente como para que Mourinho se replantee su carácter. Así pues, las preguntas son dos: 1. ¿Tiene pensado el Chelsea mantener su ofensivo plan del día a día inglés también en la Champions League? 2. Si adopta una táctica menos agresiva, más de proteger el espacio, ¿sabrá adaptarse a la misma Matic? A tenor de lo visto contra los grandes de la Premier, sufrirá. Si bien debe apuntarse que la actividad entre líneas del PSG es algo vaga. La prende Ibrahimovic, que es genial pero no se mueve.
Ricardo 17 febrero, 2015
Va a ser una eliminatoria fascinante. Es junto al Juve-BVB la mejor eliminatoria.
Creo que Chelsea viene mejor y van a ganar. El PSG es muy irregular y Mou -cuando no está en ventaja- siempre quiere aprovechar de los nervios que tenga el rival. A mi me dejan muchas dudas el PSG, y tiene hoy, la oportunidad de redimirse y demostrar al mundo que puede competir en la élite y contra equipos élite.
Mi porra, sin embargo va a ser hoy un 0-2.