Uno repasa la hemeroteca que rodeó el fichaje de Cesc Fàbregas por el Chelsea de José Mourinho y podría explicar el rendimiento del catalán sólo atendiendo a las palabras del portugués y a extractos de diversos textos que analizaron el fichaje. Podríamos dejar a un lado el visionado de los partidos, las estadísticas finales de cada encuentro y todos los parámetros que pudiéramos utilizar a la hora de explicar la adaptación de Cesc al conjunto londinense. ¿Por qué? ¿Por qué estaba todo tan claro y evidente? Porque no ha habido adaptación alguna. A Fàbregas le ficharon para ser él.
«Fue nuestra primera opción y cuando fichas a tu primera opción ya sabes qué te va a ofrecer. En el Barcelona fue falso ‘9’, mediapunta, extremo… Yo sé qué es lo que necesita él y donde juega mejor. Puede jugar como 8 o como 10, más el hecho de la experiencia que arrastra de su época pasada en la Premier League. Lo veo en todas partes porque él puede jugar en todas partes. Su mejor cualidad es la velocidad con la que analiza el juego y lo ejecuta. Es difícil quitarle la pelota o verle tomando una decisión equivocada. Puede acelerar la intensidad del juego o puede reducirla. Es muy inteligente y tiene claros sus objetivos. Es la pieza que faltaba».
‘El Fàbregas original’ es como un icono de la Premier League
Esta es la absoluta esencia del Cesc que está jugando de manera notable en un Chelsea aún invicto y de buena salud en este inicio de campaña. No es un análisis actual, sino palabras al momento 0. Como si le hubieran susurrado: «tú sitio de partida es éste; a partir de ahí haz lo que quieras, sé tú mismo». Lo más significativo e importante de este punto de partida ha sido, incluso más que la libertad sobre el terreno, el perfil único que ha adoptado dentro del plantel. A diferencia de su etapa culé, lo que rodea a Cesc le permite ser la estrella de la tertulia; el pie diferente. Bajar un peldaño en la exigencia técnica para subir dos competitivamente. Ello refuerza la autoestima, la confianza y el atrevimiento para ser la figura capital y distintiva con respecto al Chelsea de la temporada pasada.
Promedia un 90% de acierto en el pase (líder ‘EPL’)No es de extrañar que tanto él como Costa, las grasas del líder de la liga inglesa, sean las piezas más destacadas en franjas y roles donde más se ahogó el equipo a la hora de ganar los títulos la pasada temporada. Fàbregas es el jugador que más pases realiza de su equipo, quien mejor porcentaje tiene en toda la Premier League (90% de acierto) y más ‘key passes’ produce en todas las ligas europeas (15 en 7 jornadas). A Cesc le han pedido que recuerde lo que fue en las islas. Y parece recordar mucho de aquella primera etapa. A diferencia de los dobles pivotes que han ido dibujando Ramires, Mikel, un Lampard desgastado o David Luiz, Matic y Cesc han otorgado una dimensión completamente diferente al mediocampo blue.
Serbio y español no comparten altura salvo que su equipo entregue la pelota y forme líneas en su propio campo. Nemanja y Fàbregas dibujan un 1+1 donde uno cierra y no es que el otro se descuelgue, sino que camina por donde el juego le va necesitando. Es el canalizador de la velocidad. Sabe que Costa la pide al espacio de dentro a fuera o a espaldas de la zaga, que Schürrle rompe por el lado débil, que Hazard la pide al pie o que Willian y Oscar reciben entre líneas. En esa relación ‘Cesc-resto de atacantes’ se producen todas las marchas del motor ofensivo del equipo.
Al no tener socios pausados ni desempeñar Mourinho sistemas de posesión prolongada, de Fàbregas depende el ritmo de partido. Una responsabilidad que se Cesc define al propio Chelseasuma a las mencionadas ‘libertad posicional’ y ‘diferencial creativo’ que han devuelto la paz y la valoración a un jugador que supo sobrevivir en ‘Can Barça’ como elemento a medio camino entre la discordancia y la productividad pero que lo alejó como centrocampista versátil y capaz de definir individualmente una idea colectiva. Porque precisamente él se hizo un epíteto de la Premier cuando fue productivo desde la libertad absoluta y la asunción de responsabilidades en la construcción de sistemas simples de juego.
Sin dejar de producir, Cesc se siente importantísimo en el Chelsea
Sus mapas de calor son enormemente descriptivos. Cesc realiza prácticamente el mismo número de pases en campo propio (44%) que en campo rival (56%), su movilidad es total, a todo campo. Obviamente, este nuevo papel le ha alejado del gol y la definición, pero su capacidad para el pase definitivo está propiciando que avanzado el choque, con el marcador a favor, Mourinho le adelante a la línea de mediapuntas y dé entrada a Mikel, casi siempre por Oscar, como compañero de Matic -así fue ante Burnley, Everton, Manchester City, Aston Villa y Arsenal-. El rival toma menos precauciones en busca de un gol y Cesc se acerca a Costa para intentar sentenciar al contragolpe.
El vértigo inglés, sus ataques rápidos que precipitan la división de las líneas, los espacios generados en largo y ancho que promueven que los centrocampistas asuman riesgos, aceleren el juego, favorezcan situaciones frente al portero… Todo ello otorga a Fàbregas sentirse el punto de apoyo. Mourinho necesitaba esa pieza que encajar entre los cuatro o cinco compañeros que siempre quedan a la misma altura o por detrás para cerrar las puertas y los cuatro o cinco que puede ver por delante para abrir las del contrario. Cesc está en el medio. Su lugar en la Premier League.
javimgol 9 octubre, 2014
¿Ha jugado Cesc estos meses en el Chelsea al nivel más alto de su carrera? Yo creo que sí. Y mira que en el Arsenal brillaba.