Marcelino confiaba en su equipo y en la defensa del Madrid. En que la defensa del Madrid fallase, para más señas. Y había razones para vaticinarlo. Si la zaga blanca hubiera rayado al nivel de sus tres primeras jornadas, el Villarreal lo hubiera tenido medio hecho. Por contra, ni Varane ni Sergio Ramos cedieron un milímetro, y al Submarino le faltaron variantes para sembrarles la duda. Al otro lado del campo, con vía libre para correr o tocar según quisiera Kroos, el Real fluía fácil. Sin dominio, pero con las de ganar.
Vietto-Uche son pura actividadMarcelino optó por su 4-4-2 habitual con Trigueros en el doble pivote y Moi y Cani en las bandas. Es decir, en su medular solo había un hombre con virtudes defensivas destacables, Bruno Soriano. Dicha configuración fue acompañada por un ímpetu ofensivo impresionante que le hacía mandar a sus laterales arriba en cada jugada, a pesar de que Ancelotti había fijado arriba a Ronaldo y Bale para matar a la contra. En circunstancias normales, dejar sin marcas a Cristiano y Gareth resultaría una imprudencia sin más, pero con lo que venía sufriendo el Real para defender centros laterales, meter 27 balones al corazón del área, que es lo que hizo, parecía prometedor. Y asumió el riesgo.
El Villarreal desafiaba a Varane y Ramos; no a Modric y Kroos.
Los centros laterales del Villarreal encontraron dos limitaciones. La primera, que solía cargar la zona de remate con solo dos hombres. Bruno fijaba atrás, Trigueros -autor de la mejor ocasión– apareció solo dos veces y los de banda, sobre todo Cani, estaban enfocados a conseguir el 2×1 por fuera contra Marcelo y Carvajal una y otra vez. El segundo déficit fue que la mayoría de los envíos fueron muy paralelos a la línea de fondo y, por lo tanto, fáciles de interceptar para Varane y Ramos, que estaban justo sobre esa línea. No había pase de la muerte hacia un medio con llegada, que es el que atenta contra Kroos y Modric. Marcelino se había currado la superioridad en banda y por ahí había desestabilizado al Madrid, pero, a la hora de definir, el plan se quedó corto. No el tino -que también-, sino el plan.
Toni Kroos y Modric estuvieron muy bien dirigiendo en estático.
James da poso a la posesiónAun contando con la falta de consistencia del Madrid, su centro del campo mereció sin duda elogios por su rendimiento defensivo. Su entrenador les había condenado a la inferioridad numérica y sus laterales a la perdición, y todo ante un rival con calidad que, encima, había salido con un chip ultra ofensivo. Por bien que respondieran, la opción de controlar al 100% el juego no existía para ellos, y no hubo milagro, pero completaron 90 minutos de suma concentración e intensidad que disminuyeron daños y les hizo entender el encuentro a la perfección. El hecho de sufrir cada jugada hasta el final les aportó la información justa para luego, cuando recuperaban el balón, bordar su ataque. Kroos, Modric y James dotan a cada posesión blanca de una intención inteligente que ha implicado un avance con respecto a años pasados. Tiene tan bien la bola el Real, con tanta armonía y a su vez veneno, que lo que suele chocar es que no la tenga más rato.
Pero está justificado, como justificado estuvo que Ronaldo y Bale no defendieran ninguna subida de Mario o Gabriel. Si a la BBC se le permite atacar en velocidad, es muy difícil que el Real Madrid pierda. Especialmente en partidos de Liga BBVA. Sea cual sea el coste. En el caso de ayer, 27 centros sobre Casillas; preludios del sencillo 0-2 al contragolpe. Y porque ni el portugués ni el galés tuvieron su tarde.
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Empeorar aposta
roumagg 28 septiembre, 2014
Justo estuve pensando durante el partido en lo que comentas de James respecto a Di María. El año pasado al Madrid le costaba mucho aguantar el balón y tranquilizar su juego contra equipos que presionasen arriba, como en San Mamés. En esos partidos, Dima era una máquina de arriesgar balones, y perdía muchos de ellos. Siempre me quedaba la sensación de que no le salía rentable al equipo perder tanto el control de todo. Luego te dejaba alguna conducción brutal rompiendo líneas como en la final de UCL y a muchos se les olvidaba todo el descontrol anterior. Pero siempre pensé que con un jugador que arriesgara menos y alargara más ciertas posesiones el equipo mejoraría mucho (igual que mejoró al cambiar a Khedira por un jugador con mejores cualidades en el pase). Y James, además, no es precisamente más lento que Ángel conduciendo las contras. Cuando todo se asiente bien, el Madrid será un peldaño mejor que el año pasado.
Y los primeros toques de Cristiano de espaldas son una pasada. Ayer deja cada descarga de primeras al borde del área que… menuda leyenda. Cada vez estoy más convencido de que si tuviera que jugar "de Benzema y a lo Benzema" sería infinitamente mejor que el francés.
PD: Desde 2012 (cuando tuvo una época en la que no estuvo del todo acertado con el timing de los regates), cada año está más cerca en ese aspecto del CR del United. Desde que ha vuelto tras el parón, siempre que encara, se va. Es una mejora constante la de este tío…