El Athletic Club de Bilbao ha perdido este verano al futbolista que más le condicionaba. Con independencia de su nivel, que el año pasado no estuvo a la altura del anterior, Ander Herrera permitía implantar un estilo que sin él es mucho más difícil; en este caso, el basado en la suma de pases rasos y el control de la posesión. Ernesto Valverde no le entregó el sistema porque quizá intuía que solo lo disfrutaría nueve meses, pero, en el fondo y en la práctica, sabía que ahí había un jugador que recibía el balón mal y lo soltaba bien, y que lo hacía muchas veces. Para Iturraspe era clave.
Hamsik e Higuaín irán arribaAhora mismo, el Athletic sufre de manera especial cuando durante su salida de balón sus centrales quedan tapados por dos hombres. Contra este tipo de defensa, Valverde alterna dos recursos, abrir a sus centrales e incrustar entre ellos a Iturraspe o, el más autóctono, abrir a Laporte, cerrar a Gurpegi y usar a Iturraspe como una especie de central derecho en una salida de tres. Es decir, escoja el método que escoja, la figura de Iturraspe como mediocentro desaparece del sistema, provocando un efecto que está atragantando al equipo: no hay una línea de pase disponible en el centro del campo. Nadie se ofrece para recibir en zona de pivotes el pase de Laporte o Iturraspe.
En La Rosaleda, el Athletic Club añoró mucho a Óscar De Marcos.
Cuesta intuir en Beñat la solución a este problema porque el en su día internacional absoluto viene ocupando una posición alzadísima, más propia de un segundo punta que de un mediocentro, y además no se le nota confianza alguna para bajar a recibir con frecuencia y articular una posesión. Parece más enfocado a participar cerca del área rival y aprovechar su golpeo de balón o su último pase, virtudes que este jugador posee pero que no son las que le hicieron famoso.
Así pues, sin disponer de un pase intermedio que permita al Athletic trasladarse de la defensa al ataque, Valverde debe potenciar una suerte de salto pértiga que desempeñe la misma función. O sea, debe encontrar un futbolista que por medio de una acción individual lleve la pelota de abajo a arriba. Considerando que el extremo izquierdo napolitano (Insigne o Mertens) es la pieza menos defensiva de Benítez y que De Marcos tiene personalidad y potencia para pedirla y conducirla, su papel se prevé tan clave como en San Paolo -por actividad- o La Rosaleda –por ausencia-. Se antoja como un remedio positivo y sostenible. Pero claro, si desde aquí podemos intuir que Iturraspe como falso central derecho lanzando al lateral derecho De Marcos puede ser una solución, imaginemos qué no se percibirá desde el despacho de Rafa. Y algo habrá pensado contra el movimiento. En el Athletic Club-SSC Nápoles van a saltar chispas.
@iker993 27 agosto, 2014
El otro día comenté lo siguiente: "Igual escribo una burrada, pero ¿Y si Valverde pasa a un 4 4 2 poco a poco? El año pasado Beñat empezó como un fijo y fue desapareciendo hasta que se asentó el medio Rico+Itu con Herrera por delante. Sería algo normal, porque Beñat no vale para jugar tan adelantado. El "Txingurri" no cambió de esquema porque tenía piezas para montar el puzzle, este año me faltan piezas para rendir con la regularidad y al nivel del año pasado con el mismo sistema.
Este año no sería más lógico (viendo que sustituto de Herrera es imposible encontrar a tan corto plazo) pasar a jugar más directo y aceptar que ese juego interior se ha ido (a ver como responde Aketxe o Unai Lopez) e ir metiendo a un jugador como Viguera/Guillermo para acompañar a Aduriz e ir pensando en un plan B por si acaso? Pasar de posesión a buscar un ataque más directo. ¿Cómo lo veis?"
A mi la posición de De Marcos que más me gustó con diferencia fue la de mediocentro kamikaze con Bielsa. Que manera de tirar desmarques los noventa minutos, verle en directo era un espectáculo. Fisicamente es un portento, así que dará la cara juegue donde juegue, eso sí tanto sus centros como su tiros a puerta.. a mi no me terminan de convencer ponerle cerca del area.