«Es un mediapunta talentoso que destaca por su gran calidad técnica, creatividad y buena llegada al área rival, siendo una de las jóvenes promesas del fútbol nacional. Además, es un centrocampista ofensivo polivalente, ya que puede jugar tanto por dentro como por fuera en el frente de ataque». Así presentó el Villarreal a uno de sus nuevos fichajes. Más allá del compartido positivismo que siempre desprenden estas notas, ofrece esta en particular un matiz futbolístico extra sin llegar del todo a demostrar que hay una intención por evidenciarlo. La misma sutilidad con la que la escuela castellonense demuestra tocando la pelota.
Cuatro son los movimientos que hasta el momento ha presentado el tercer año de proyecto -dos años y medio para ser exactos- de Marcelino García Toral al frente del submarino, siendo el cuarto entrenador con más tiempo en un mismo banquillo en la actual Primera División, por detrás de Simeone (Atlético), Jémez (Rayo) y Gaizka Garitano (Éibar). Echando un rápido vistazo todos encajan vestidos de amarillo. Y es que el Villarreal no tiene por costumbre moverse en busca de jugadores que cuadren como prototipo de una demarcación o una línea, sino que todos representan o desarrollan funciones compatibles y dependientes de lo que supone tener el balón y atacar como el molde que El Madrigal dicta.
Las apuestas son claras: continuidad y fidelidad
Denis Cheryshev, Antonio Rukavina y Jonathan Dos Santos tienen la suerte de ser muy distintos pero a la vez muy necesarios entre sí; casi hasta parecen destinados a complementarseRukavina como lateral largo y reconocible: primero y segundo para conceder espacio al tercero. Pocos equipos hay, no solo en España sino en Europa, que abanderen la mecánica cuando gobiernan campo rival. Una cadena de montaje que tiene en las bandas toda la producción para que sus centrocampistas encuentren el espacio que otorgue la ventaja definitiva. Laterales largos, superioridad por fuera, el tercer hombre en los picos del área para girar y combinar o diagonales a portería desde el lado opuesto al balón.
Uno de ellos es Cherysev, quien busca repetir la oportunidad que finalmente no tuvo en Sevilla. El fichaje es de expectativas similares. Denis luchará por un puesto en uno de los dos costados. A la espera de nuevos y presumibles movimientos, junto a la progresión de Moi Gómez y veremos si la definitiva vuelta de Hernán Pérez del fútbol griego, el ruso intentará justificar esa electricidad en los últimos metros. Necesitará algo de adaptación, sobre todo en asimilar esos conceptos ofensivos, pero su perfil parece decir que Marcelino ya tiene pensado qué rol tiene para él.
Jona Dos Santos parece el movimiento más estimulante por ahora
Más definido y preponderante parece el papel de Rukavina, lateral diestro que trae la mili hecha desde Valladolid y cuyo primer año con Djukic sirvió para entender las virtudes que tan bien encajan con los amarillos: timing para incorporarse, 2×2 y dueño de un carril larguísimo. Por ahí cerquita quizás ronde Javier Espinosa, un prometedor mediapunta procedente del Barcelona B pero que tiene posibilidades de salir cedido en busca de minutos y titularidades.
La apuesta para la coqueta sala de máquinas que Bruno, Pina y Trigueros dominaron esta última temporada es Jonatan Dos Santos, un buen pasador en lo técnico y que busca la primera gran oportunidad en su carrera de demostrar que también es un gran pasador en lo táctico. Es uno de los retos más interesantes del Villarreal para este nuevo año, que el hermano de Gio se sienta importante y que el propio colectivo logre encajar su fútbol sin aspavientos y con gracia. Un nuevo movimiento que junta cultura de pase y genes sudamericanos para una de las escuelas del fútbol español.
@theguacaran 22 julio, 2014
Un equipo muy interesante de ver, cuenta con jóvenes que quieren brillar no a la espalda de otros, si no por ellos mismos!