Jürgen Klinsmann dejó la Mannschaft tras cumplir un papel muy loado en el duro Mundial del 2006. Recordemos que Alemania fue el anfitrión y que existía la sensación de que el timing no había sido el correcto; de que la selección, así como la Bundesliga, atravesaba un momento bajo y sin visos de recuperación inmediata. El carisma y las reformas aplicadas por Klinsmann contagiaron ilusión a base de buen juego y de resultados, conquistando el tercer puesto tras perder ante la campeona Italia en la semifinal casi en el último minuto de la prórroga. Sobre su segundo, Jürgen dijo lo siguiente: «Joachim en estos años no ha sido para mí un asistente. Cuando lo llamé, lo que le pedí fue que asumiera la selección junto a mí y así lo hizo». Y Löw pasó a ser el técnico principal de Alemania..
El Europeo Sub 21 de 2009 fue el germen de la generación.
Löw supo dar el gran pasoEl primer torneo de Löw fue en 2008, y llegó a la Final aunque nadie se acuerde pese a que jugaron contra España, en parte porque el equipo decía pocas cosas, pero en el verano de 2009 se celebró en Suecia el Europeo Sub-21 y Alemania lo ganó con puño de hierro venciendo a una buena Inglaterra en la Final por 4-0. En aquella selección dirigida por Horst Hrubesch convivían Manuel Neuer, Benedikt Höwedes, Mats Hummels, Jérôme Boateng, Sami Khedira y Mesut Özil junto otros que luego se quedaron atrás (como Marko Marin, Patrick Ebert o ¡Fabian Johnson!); algunos de los que unidos a Thomas Müller tendrían un impacto bestial en el Mundial de Sudáfrica. Joachim Löw vio claro que debía pasarles el testigo cuando no era fácil tomar la decisión, cuando casi ninguno era nadie de verdad. Sin duda ha sido su gran mérito y éxito hasta hoy.
La ausencia de un pivote puro ha sido su limitación.
Si bien Löw confió en la generación al completo, por encima del resto confió en Özil, a quien convirtió en su claro número uno y le entregó el sistema. Así, Alemania pasó a ser un equipo muy técnico pero más enfocado a las transiciones que a los ataques estáticos, lo cual hizo que su principal punto negro, la ausencia de un mediocentro puro -la generación no incluía ninguno y Löw optó por prescindir del rol-, se notase en especial cuando les tocaba correr hacia atrás. El ida era estupendo; el vuelta se encontraba el problema de que no había nadie donde Brasil dejaba a Gilberto Silva, España a Busquets y Holanda a De Jong. Schweinsteiger y Khedira pisaban área rival en cada jugada y, aunque físicamente estaban pletóricos y luego retornaban siempre, la inconsistencia era obvia. Como fue un conjunto fresco y rompedor, el análisis fue benévolo. Debía serlo. Era un proyecto recién formado.
Los primeros partidos en Brasil fueron los raros de la era Löw.
Se esperaba que en 2012 confirmasen su calidad y coherencia, pero ahí Alemania dio un palo al fútbol. No había corregido nada de lo que le había echado en Sudáfrica y, pese a la incorporación de Hummels y Reus, el equipo había perdido calidad práctica, pues Schweinsteiger, en vez de llegar pletórico, había llegado quemadísimo, acentuando así el gran déficit táctico del sistema. En el periodo que separó aquellas fechas de las de hoy no se observó ni crecimiento ni búsqueda del mismo, algo que chocó porque la explosión de los centrocampistas Gündogan y Kroos, más fijos y horizontales que los otros y casi igual de buenos, le ofrecía margen de maniobra. Pero nada sorprendió más que la jornada 1 del Mundial de Brasil, del presente, cuando, de repente, vimos una suerte de Bayern Múnich de Guardiola improvisado en el que previamente no se había invertido ningún trabajo específico. Las circunstancias y el nivel individual de la Mannschaft la colaron en la semifinal sin brillo ni firmeza, pero en ésta firmó, si lo consolida mañana, el encuentro más inolvidable y grande de la historia de la nación. Presionando y corriendo, porque Scolari la dejó. Mañana, Sabella no la dejará. ¿Qué intentará Löw?
@DavidLeonRon 12 julio, 2014
"Schweinsteiger, en vez de llegar pletórico, había llegado quemadísimo"
Esto fue brutal. Cómo llegó el pobre… hecho polvo es poco.
Y sí, el problema de Alemania ha sido siempre el centro del campo. Curioso teniendo en cuenta los futbolistas que han tenido y tienen…