Desde que Xavi, Andrés, Leo y Pep se uniesen y triunfasen en el año 2009, su estilo de juego se convirtió prácticamente en un fenómeno social, pero, aun siendo regado por un sin fin de títulos, no puede decirse que cambiase el fútbol o que tuviese un gran impacto en las dinámicas tácticas. Se asumió que la dificultad de su aplicación desaconsejaba el imitarlo. Porque además, al basarse tanto en el manejo del balón, los jugadores utilizados requerían una calidad técnica que la mayoría de los clubes no podían pagar. Era inaccesible.
En España sí hay pasadoresSin embargo, en España sí que hubo varios técnicos que se atrevieron a desarrollarlo en entidades humildes. No se trataba de una imitación táctica, pero sí de suscribirse a un estilo de pase corto e iniciativa que tuvo éxito dispar según el sitio. Objetivamente, al gran triunfador Paco Jémez con su Rayo Vallecano, al que salvó dos veces de categoría con un presupuesto mínimo. Paco, sin exagerar, se transformó en una de las estrellas mediáticas de la Liga. Su idea base, aun siendo asociativa, se enfocaba más al ataque que al control. Atacar sin descanso para disfrutar a tope y generar sinergias anímicas positivas. Un kamikaze.
Portillo y Luis Alberto deberían crecer mucho con Javi Gracia.
Quien sí optó por un juego asociativo y de ambición controladora fue Javi Gracia en su Osasuna. ¿Dónde radicó la diferencia? Mientras que Paco asumía riesgos terribles para lograr posiciones de ataque ventajosas, Gracia pedía prudencia en la colocación de sus jugadores para que la pérdida de la pelota no conllevase sí o sí una contra letal. Siempre había piezas por detrás del balón, alternativas de pase atrás y, en general, líneas que garantizaban la continuidad de la posesión. Así, Osasuna logró hacer de sus pases una herramienta defensiva fantástica, algo de lo que sacó beneficio, por ejemplo, contra el Madrid en El Sadar. Si Osasuna intentaba jugar a no perderla, increíblemente dado el nivel técnico de su plantel, lo lograba. ¿Y cuando necesitaba marcar gol? Ahí sí hubo más problemas. Salvo en la visita a Málaga y la exhibición ante el campeón en Pamplona, las ocasiones no surgían.
Al final, como se sabe, Osasuna descendió, pero incluso conociendo tan dura información motiva seguir Gracia en su nuevo año en La Liga. Así explicó su primer entrenamiento: «Hubo varios objetivos, unos ofensivos y otros defensivos. Agresividad, circulación de balón, pases para superar rivales o movilidad son aspectos necesarios para jugar bien. Hay que hacer una serie de cosas con fluidez e inculcarlo y hacerlo a diario”. Le sobran pasión y ganas de hacer cosas. Habrá que seguir a su Málaga CF.
LR. 17 julio, 2014
Juanpi Añor, te queremos ver.