Cesc Fàbregas pareció destinado a convertirse en leyenda hasta que Wenger se quedó sin gol. Dicha carencia colectiva gunner le forzó a subir un escalón su zona de influencia -del mediocentro a la mediapunta- y con el cambio se le cayó aquel aura especial. En el lado positivo, por llamarlo de algún modo, pasó a ser uno de los tres o cuatro medios más productivos de Europa en la suma de goles y asistencias, algo a lo que él mismo se agarraría luego para sobrevivir en un club que lo que le pedía era que jugase mejor al fútbol. Tres cursos después de su fichaje por el Barcelona, y con una frustración a cuestas que ya veremos cómo administra, ha recalado en el Chelsea de José Mourinho, el entrenador que siempre lo quiso a la derecha de Xabi Alonso para ganar la Décima en su faraónico Real.
El Barça le pedía lo que más trabajo le cuesta: estarse quieto.
No se adaptó al sistema de PepPero… ¿qué es Cesc Fàbregas a día de hoy?, ¿por qué quien nació como un fantástico director de juego lleva tres años dando lo mejor de sí como falso 9?, ¿es que su cuerpo ha mutado y ya no le permite hacer labores de iniciación y gestión? No podemos saberlo. No podremos hasta que trascurran unos meses. Y es que, aunque ciertamente Cesc nunca cumplió la expectativa culé como interior cerebral, tampoco debemos olvidar que llegó a un sistema hecho que, pese a sus inmejorables resultados, hizo peores a todas las estrellas que se fueron sumando con el trayecto en marcha. Un sistema ultra particular donde Busquets prevalecía sobre Mascherano, Pedrito era el extremo perfecto y Bojan, ocupando el lugar de Ibrahimovic, mejoró el equipo. El genial juego de posición orquestado por Guardiola fue un sistema por y para la Masià, que es un mundo aparte con reglas tácticas propias. Los que traían las generales, por excelentes que fueran, nunca pudieron adaptarse a una hoja de ruta tan marcada por la repetición de una misma jugada una y otra vez. Por eso parecieron tan desordenados.
En sus dos partidos como «blue» ya ha visitado dos posiciones.
En su partido de debut con el Chelsea, Mourinho le situó a la derecha de Matic en el doble pivote de un 4-2-3-1. Las conclusiones que se pudieron sacar fueron mínimas, ni el equipo estaba entero ni él tenía el menor ritmo, si bien cabe apuntar que su número de pases largos fue más o menos el mismo que el de pases cortos, muy en la línea de lo que hacía Lampard la temporada pasada. En el segundo compromiso, disputado ayer contra el Vitesse, ejerció de mediapunta por delante de Matic y Van Ginkel, con Torres de extremo izquierdo y Diego Costa de delantero centro, y aunque participó menos, protagonizó varios lances decisivos.
Su sociedad con Diego Costa se postula como garantía de éxito.
Que el Chelsea ha acertado fichando a Cesc es algo que se da por hecho desde antes de que empiece la Premier. A su –decepcionante– manera, si se hace un análisis objetivo, el de Arenys no ha ofrecido menos rendimiento que centrocampistas tan importantes como Xavi o Iniesta durante su ciclo azulgrana, y el Barça, incluso decepcionando también, ha sido uno de los mejores equipos del continente en estas últimas campañas. Tales credenciales son avales suficientes para un Stamford Bridge que lleva sin ver un interior TOP desde que Frank se hizo mayor. Lo único que está por descubrir es el grado de dominio que ejercerá el nuevo «4» blue en ésta su segunda etapa en Inglaterra.
Según el pronóstico más optimista, huir del táctico juego de posición hacia un modelo que le permitirá moverse más podría devolverle el rol de capataz del juego. Según el moderado, activará los tres cuartos del Chelsea con una constancia atípica en un mediapunta, aun sin llegar a la de interior. Y en el peor de los casos, también como «10», forrará de ocasiones a un Diego Costa que lo va a amar. Si Koke le hizo de oro, imaginemos a quien acumula un trienio siendo uno de los mayores asistentes de Europa jugando en un equipo en el que rara vez se tiraba un desmarque en profundidad. Ser un jugadorazo no se le ha olvidado. Precisamente viene de demostrar que su mínimo es altísimo. Con todo, extrañaría que el Barça no le añorase alguna vez. Gana partidos.
@angica10 31 julio, 2014
La verdad es que es un gran fichaje para el Chelsea. La duda me surgecuando se quiere ver a Cesc jugando en el doble pivote al lado de Matic. Creo que ese Cesc ya pasó, al igual que le ocurrió al Messi extremo derecho. Dudo mucho que que Mou parta con Cesc de acompañante de Matic como plan A y renuncie a la lucha y brega de otro tipo de futbolistas. Para mí, Cesc jugará en la mediapunta en la mayoría de las ocasiones, en algunas ocasiones (pocas creo, y ante rivales de poca entidad) podrá jugar al lado de Matic. Tampoco descartemos que el sistema de Mou evoluciones a un 4-3-3, que parece tendencia hoy en día en Europa y termine jugando de interior con libertad para llegar.