Portugal se quedó al borde de la eliminación tras empatar anoche a dos goles contra Estados Unidos, que la dominó en lo táctico y en lo técnico. El equipo de Klinsmann desnudó las carencias lusas -no son ni pocas ni desconocidas- y llevó la ecuación adonde Irlanda de Norte e Israel en la fase clasificatoria o Suecia en la repesca: o Cristiano, o pinchazo. Y la estrella, que físicamente pareció estar mejor que en la Final de la Champions por situar un precedente, no respondió. Y si eso pasa, queda lo que vimos ante Fabian Johnson.
C. Dempsey es el crack de EEUUFabian Johnson, lateral derecho de EEUU, personalizó la victoria táctica de Klinsmann sobre Paulo Bento. El alemán modificó su dibujo y plantó un 4-3-1-2 con Bradley de mediapunta frente al triángulo portugués (Veloso, Meireles, Moutinho), y no contento con esa ventaja númerica de una pieza en el medio, proyectó a sus laterales para abrir a Raúl y a Joao. Como Johnson era el lateral más profundo y Ronaldo el extremo que menos bajaba, en ese sector se notó incluso más que en el otro. Al final asistíamos a situaciones de dos contra cuatro en el círculo central con bastante frecuencia. Dempsey, con su genial juego entre líneas, las convirtió en peligro. Ligerito y espaciado en el tiempo, pero peligro.
Bradley volvió a ser el director de juego de Estados Unidos.
En el segundo tiempo entró William Carvalho por André Almeida y Portugal mutó hacia un 4-4-2 con Veloso de lateral izquierdo, Moutinho y William en el doble pivote y Meireles y Nani como volantes. Protegiendo las bandas con hombres fijos y fortaleciendo el círculo intentó remediar el desbarajuste, y en cierto modo lo consiguió. Si la primera mitad había sido norteamericana, la segunda pareció más repartida. El mediocentro del Sporting, sin hacer nada del otro mundo, se notó muy para bien. Michael Bradley dejó de pausar y se limitó solo a lanzar, lo cual para Bruno Alves fue un problema, porque se exponía más y su nivel no da, pero para Portugal en general un alivio, porque las ataques rivales duraban menos y dejaron de partir el sistema luso.
En ese punto de equidad relativa se esperaba que Ronaldo hiciese la diferencia, porque si no no hay manera, pero el Balón de Oro no supo descifrar el come-cocos. No se debe ser injusto, hay que mencionar que su compañero en el ataque fue Éder y que semejante faena no es más que el resumen de su vida en la Selección, pero de Cristiano con 29 años se espera que, al menos, esconda la desesperación que le inundó desde el principio y que intente algo. Hace tres semanas, en Lisboa, se enfrentó al Atlético de Madrid con una cojera de anciano y provocó ventajas con controles y pases. Él debe ser eso: algo. Anoche se limitó a quedarse en el área y esperar un centro que nunca llegó, aunque Nani sí intentase ponérselo. De un fenómeno histórico como éste uno espera otra cosa en su, en apariencia, despedida del Mundial.
Jair 23 junio, 2014
Creo que su asistencia de último minuto explica su desesperación con la selección. Si no centra..él nadie, si no remata él… nadie. Es qud debe ser frustante.. O aplica un pase sobrenatural como ayer, o un remate sobrenatural como en Lisboa porque normal no le piden nada..
Entiendo que de Ronaldo se pide más pero su selección le está exigiendo milagros, en verdad milagros y él medio cojo no puede y su selección parece no tener una solución aunque sea minima alternativa.
A lo que voy es que nunca le filtraron un pase cuando hizo la diagonal, nunca le dieron un centro a derechas, nunca eder combino de forma interesante nunca le dieron nada y le están exigiendo a él todo…otra vez
Finalmente decir que dudo que sea su despedida, con 33 si Portugal clasifica (como cada vez desde que está él) habra una última bala, quiza ya como delantero centro y si la elección de la federación es buena quizá con un equipo que le pueda dar a algo a su juego.