España ganó sus últimos títulos en dos prórrogas durísimas y Jesús Navas fue decisivo en ambas. Sin embargo, el Mundial de Brasil lo verá desde el salón de su casa. Resulta chocante que su baja coincida con la convocatoria de Diego Costa -y la visible predisposición de Del Bosque a darle importancia- porque su jugada favorita iba a cobrar más sentido que nunca, pero no es ese regate y centro lo que ha dejado de ganar España prescindiendo del sevillano, pues eso nunca llegó a tenerlo de verdad. Sin el extremo, lo que había y ya no hay es calidad física para partidos largos, un recurso táctico para abrir el campo y generar espacio por dentro y… el tele-transporte.
Navas era letal contra presiónEspaña es un acontecimiento porque suma más o menos el mismo número de virtudes que de déficits relevantes y aun así suele dominar los partidos con suma claridad. Aplicar su plan desde el fundamentalismo es el camino que asume para ello. Parte del mismo radica en que la pelota esté lo más cerca posible del área rival y controlada por sus centrocampistas, que en esa zona se tornan muy peligrosos porque al menor descuido cualquiera tira una pared y crea una ocasión, motivo por el cual los contrarios le meten poca pierna. La verdad, cuando España se instala ahí es casi divina. La vulnerabilidad reside más abajo, en los primeros pases, donde las medulares más físicas sí pueden asumir riesgos y ser más agresivas sin miedo a nada. Total, si un giro de Iniesta o un pase de Alonso se saltan la presión, España luego frena. No es rápida.
Azpilicueta deberá intentar imitar el rol ofensivo de Arbeloa.
El tele-transporte de Navas consistía en coger el balón donde un lateral y llevarlo hasta la línea de fondo para luego dar un en apariencia inocente pase atrás que le solucionaba a España de un tirón su fase más conflictiva. Esquivaba la pérdida inapropiada que diese lugar a una contra peligrosa. Aprovechando el viaje, cabe señalizar algo sobre la otra baja de la banda derecha, Álvaro Arbeloa. Decir que su nivel técnico no equivalía al de sus compañeros sería redundar en lo obvio. Se habla menos de su calidad táctica ofensiva y lo normal sería que en algún momento se echase en falta. El típico pase a Arbeloa que luego Arbeloa «no sabía aprovechar» era exactamente lo mismo que el slalon de Jesús. Y tampoco estará, porque ni Azpilicueta ni mucho menos Juanfran tienen su talento posicional creando esas líneas de pase. En principio, España ha perdido vías limpias de las que le ponían arriba con fluidez y facilidad. Habrá que construir otras. Son imprescindibles.
vi23 9 junio, 2014
Discrepo absolutamente con lo de Azpilicueta. Creo que, como mucho, se puede tildar de incógnita en ese aspecto y yo diría que lo va a hacer muy bien. Veremos…
Y estoy totalmente de acuerdo en la necesidad de tele-transporte. Alba podría hacerlo por el otro lado? Quizás Torres en la derecha (en prórrogas)?