Ayer, en una tarde apasionante de liga española, quedó claro que ninguno de los tres grandes va con nada en la reserva. El Real Madrid se vio fuera de la pelea por el título y entre Atlético y Barcelona pudo pasar de todo. Los de Martino clavaron en Elche su partido esperado, con mucha voluntad y no tanto fútbol. Los de Fran Escribá aplicaron el plan que ya toda la Liga conoce.
El Barcelona empujó con todo lo que tiene, que ya no es mucho
Y eso que, dentro de lo que cabe, el Barça arrancó bien. Los culés comenzaron atacando con cierto orden el 4-5-1 local. Pedro fijaba y soltaba en la izquierda, dando espacio a la banda derecha, la dominadora Cesc y Alexis, la primera partede la primera mitad. El mecanismo fue claro: Cesc, interior derecho, movía al Elche con sus conducciones, conectaba con el también inspirado Alexis y ambos limpiaban la zona para el ya clásico centro de Alves. Como a Fábregas le salía casi todo lo que intentaba, el Barça más o menos dominaba y merecía el gol por insistencia. A los de casa solo les quedaba cerrar por dentro con sus tres «mediocentros» y buscar la habitual espalda de Alves, aprovechada por Rodrigues, uno de los protagonistas de la segundad parte.
Tras el descanso, Escribá leyó la situación y tiró del recurso que casi nunca es inútil ante este “Viejo Barça”: una presión más adelantada. El Elche impidió que Cesc y e Iniesta jugaran en los últimos 30 metros y no dejó a Messi arrastrar marcas con sus slaloms. Notable trabajo en este apartado de Carlos Sánchez, que se agarró de toda su clase sudamericana a la hora de meter el pie y robó balones realmente notables. El Elche había logrado lo que quería: el Barça ya no la tenía en el tercio decisivo del campo. Se había inaugurado un nuevo partido. Uno peor quizás pero desde luego más emotivo y emocionante.
Gran Elche; sufrió atrás cuando tocaba y luego supo contraatacar
Con el partido roto y pendiente de la radio, afloró de nuevo la velocidad del holandés Rodrigues, que encontró en Boakye el socio ideal. Solo jugó 12 minutos pero la actuación del ghanés fue sensacional, siempre muy por encima de Mascherano y Bartra y apareciendo también entre líneas para lanzar contras. El Barça, sabiendo que un gol del Atleti le dejaba sin Liga, abandonó a su suerte a Busquets y ahí ya se sabe que tapar es imposible para un solo hombre. Viendo el percal, el Tata dio entrada a Xavi para que ordenara algo con sus pases pero la situación ya era demasiado emocional. Eso y que el Barça cada vez presenta menos automatismo en su juego. No sabe qué hacer con la pelota. Ayer fueron 34 los centros al área, una costumbre que revela el desgaste del fútbol culé. Contra el Atleti necesitarán más que centros.
Pablo 12 mayo, 2014
Da la sensación de ser un equipo… no sé… aburrido. Es como si el destino quisiera darles continuas oportunidades y ellos insistieran en que no, que ya está bien, que no tienen ganas. Está como quebrado anímica y mentalmente desde adentro el Barcelona. Parece que si hubieran desconectado de todo ya hace rato y no hay manera de reanimarlos. Y estas nuevas vidas que se le presentan son un dolor de cabeza más que otra cosa.
Esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa, pero es difícil verlos victoriosos frente a los del Cholo.