Imaginemos que el cuerpo técnico y médico del Fútbol Club Barcelona considera no arriesgar con Marc Bartra o Carles Puyol como acompañante de Javier Mascherano. Siendo ambos centrales, su concurso se descarta a lo largo de la jornada y el fútbol nos pregunta qué retos deberá afrontar el Barcelona y cómo y quién sería el más adecuado para desempeñarlo en la final de esta noche. Si descartamos cambios de dibujo táctico, tres son las piezas a barajar.
Sin Gerard Piqué el Barcelona ha perdido la horizontal que le permitía mantener la calma en el caos y el orden lógico en el desamparo. Más allá de encarar un contragolpe en inferioridad numérica y con muchísimos metros que gestionar ante futbolistas más o menos veloces, la transición defensiva del Barça no era dominante pero se sostenía por la experiencia y el talento de un crack. En su ausencia, crece su valoración. Al margen de su nivel puramente individual, irregular aunque matizable, el nivel colectivo del equipo demandaba heroicidades que Piqué llegó a encarnizar. El catalán ha sido hasta hoy el punto de apoyo defensivo de una idea ciertamente desactivada. Sin su equilibrio, la vertical cede.
La vertical necesita de un punto de apoyo. Ese era Gerard Piqué
Y la vertical, espiritual y futbolística, es lo que le rodeaba. Sin Gerard, y entrando en la última formación conocida, ante el Granada, el Tata Martino Sin Piqué, todo es más apuradoalineó a Sergio Busquets en el eje de la zaga y a Alex Song en el pivote, una configuración más bien asonante para un partido de tan alta trascendencia. Una vez que el líder no está, el saber defender queda en un segundo plano al no disponer de especialistas desde el banco. Por ello, el entrenador argentino tendrá que manejar dos conceptos fundamentales para enfrentar a los hombres de Ancelotti: solucionar problemas y dar salida al balón en situaciones comprometidas.
El Barcelona, a pesar de un último precedente donde la falta de ajustes defensivos le costó dominio al Real Madrid, va a tener que afrontar fases de presión alta sobre su salida de balón. Si involucra a Busquets y a Xavi para solventarla, tener a Adriano abierto para una conducción puntual o un gesto técnico arriesgado parece más adecuado que cualquier opción que se sirva de Busi y Song como central y mediocentro, en cualquiera de las combinaciones. Toda vez que el conjunto culé olvidó construir mecanismos para salir con la pelota controlada, el nivel individual toma mayor sentido. Y es que la confianza del camerunés con la pelota, amén de su experiencia en estos momentos del juego, no es precisamente idónea para solventar tal circunstancia.
Adriano es frágil en un aspecto vital: el balón parado defensivo
Así como a la hora de atajar dificultades cuando el Madrid despliegue su ofensiva. Al Barça le vienen creando muchos problemas, incluso con Piqué, los sistemas de dos puntas y envío en largo. Se podría pensar que el Real no juega con dos atacantes en paralelo sobre los centrales ni su juego directo y aéreo es premeditado, pero la carencia e inseguridad de la zaga culé, en particular la de Javier Mascherano, ha llegado a un punto donde el equipo se vuelve frágil con que el balón salga llovido y bote antes de despejarse.
La capacidad aeróbica, velocidad y elasticidad de Adriano parecen de nuevo más adecuadas para acudir a recuperar metros. Como hemos dicho más atrás, la parcela más reflexiva y específica queda en un segundo plano, y sin ello, toca tirar de competitividad y corrección. En contra del brasileño juega su capacidad para defender el área en fases de dominio blanco, en situaciones de robo o ataque organizado y, sobre todo, las acciones a balón parado, donde Song suma mayor envergadura y calidad física, aspecto que en una final puede tener enorme peso en el transcurrir del encuentro.
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@DavidLeonRon 16 abril, 2014
Cómo se ha notado la baja de Piqué en el Barcelona. Mira que más o menos siempre lo tuvimos claro, pese a que su nivel a veces era muy irregular en el día a día. Pero es que el bajón competitivo ha sido notabilísimo sin Piqué.
Yo creo que jugará Bartra pero vista la mala experiencia del Calderón, no descarto para nada a Adriano, sobre todo al no estar Ronaldo.