En esta 2013/14 el Borussia Dortmund le ha ganado al Bayern dos de sus tres batallas cruzadas, aunque más relevante aún es que haya jugado mejor en el cómputo general de la guerra. Incluso en la única victoria del campeón (el 0-3 del Signal Iduna Park) fueron los amarillos los que dominaron al principio, hasta que, como tantas otras veces, la calidad individual de Robben -su temporada es impresionante- y el talento de Guardiola para mover el banquillo giraron el signo. ¿Tiene Klopp una fórmula mágica? No, no hay. Lo que tiene es un sistema de juego bastante más asimilado (recordemos que Pep lleva apenas meses en Múnich) que además se adapta perfectamente al de su máximo rival. Yendo a lo del sábado, las claves fueron tres:
El Dortmund es sublime cerrando líneas de pase en campo rival.
– La defensa en campo contrario. El Borussia Dortmund es un equipo fantástico defendiendo en el campo del rival. No presionando -ahí ha perdido en los últimos dos años-, sino ocupando el espacio de tal modo que su contrario no pueda avanzar sin arriesgar el balón (de ahí el mérito de Ancelotti, Xabi Alonso, Isco y Modric en la ida del Bernabéu).
La salida del Bayern es estrecha en sus primeros metros porque sus laterales se cierran y se posicionan como si fueran interiores, siendo los centrales, en este caso Dante y Javi Martínez, los que se abren para auto-crearse margen de maniobra. Lo que hizo Klopp fue plantar una suerte de 4-2-4 con, de derecha a izquierda, Mkhitaryan, Aubameyang, Reus y Hoffmann en la primera línea, y, amparados en la lentitud asociativa del Bayern -que estaba claramente menos metido que el Dortmund en el partido-, iban ajustando las zonas de defensa a la espera de que uno de los pases horizontales de los de Pep se quedase corto y pudiera ser cazado. Los únicos pases de avance que le quedaban al Bayern eran de los abiertos Javi y Dante hacia Robben y Ribéry en paralelo a las líneas de banda, pero estos tampoco eran diagonales (triangulación), sino verticales, lo cual daba la ventaja a los laterales amarillos. Se anticipaban fácil.
Hummels, Aubemayang y Reus fueron los pilares del «plan Klopp».
– El factor Hummels. Mats es buenísimo. Por un lado, su timming para anticipar es tremendo, y como los pases del Bayern no eran claros, el tipo salía a por ellos y los interceptaba con suficiencia. Por el otro, más importante aún, resultó clave en las correcciones contra Robben y Ribéry. Con Mkhitaryan y Hoffmann pendientes de la salida, a menudo fue Hummels con sus flashes defensivos quien frenó a Arjen y Frank y permitió a Kehl y Sahin mantener el centro. Y si uno de los pivotes tenía que salir, daba un paso adelante y tapaba a Götze o Bastian. Volvió a ser un espectáculo.
– Aubemayang para Reus. Uno de los riesgos tácticos que asume Guardiola es que, en la práctica, a veces juega sin laterales; y así ese espacio está vacío cuando el contrario recupera la pelota. Si no le sale caro es porque el rival necesita que sus extremos echen una mano por dentro para que Rafinha (Lahm) y Alaba no le crujan ahí, en lo que no deja de ser una medida de Pep de las de toda la vida: regalo un espacio para atacar mejor y condicionaré con mi ataque a mi adversario para que no pueda nunca usar ese espacio que dejo. El tema es que Aubemayang (punta izquierdo) es una bala y tenía la orden de correr hacia la zona de un extremo izquierdo en cuanto se robase el balón. Para Martínez fue una pesadilla, y para Reus, un regalo. Con Javi tan exigido, el Bayern basculaba hacia allá y Marco gozaba de carreteras libres en el carril central. Y obviamente, la lió. El otro gran favorecido fue Mkhitaryan (extremo izquierdo). La razón, la misma.
Ni el Madrid ni el Atlético pueden imitar al Borussia Dortmund.
Tanto Real Madrid como Atlético podrían basarse en el planteamiento de Klopp para intentar derrocar al Bayern, pero en realidad el único que tiene recursos para imitarlo es el Chelsea, que es el superviviente de la Champions que más se parece al Borussia. Solo Mourinho posee ese nivel físico en la parte de arriba y conceptos defensivos similares en campo contrario; los españoles, que puntualmente podrían intentar algo similar, suelen optar por sistemas defensivos más replegados. En cualquier caso, y aunque la salida de balón del Bayern Múnich casi nunca ha sido del todo fiable, en las semifinales y una eventual final europea sus jugadores estarían más tensos, se moverían más rápido, ofrecerían más soluciones y serían más difíciles de defender. Mucho más difíciles de defender. En un deporte tan igualado como el fútbol de hoy, solo a igualdad de motivación existe competición, y está claro que los bávaros, tras batir todos los récords, se han dejado ir en Liga.
@yefovar 14 abril, 2014
Es claro que el equipo de Guardiola no está cerca de ser perfecto, pero cada reto que ha tenido en la Bundesliga lo ha trabajado muy bien.
Hasta ahora la presión alta es el factor que ha hecho sufrir más al Bayern
¿El equipo que quiera derrotarlo no debería alternar entre presión alta y repliegue medio durante algunas fases del encuentro?
Ya que una vez que los futbolistas de Guardiola asimilen el escenario, se comen el partido. No hay que dejarlos pensar