El FC Bayern Múnich es dos equipos en uno. El primero, el más conocido y admirado, sale jugando en corto, toca la pelota mucho e intenta crear ventajas en la frontal del área oponente con sus diez hombres de campo metidos en la mitad contraria. Gana a menudo, pero ante los mejores suele atascarse. Ni en Champions ni en Bundesliga se ha impuesto con claridad en el juego desde su idea principal. El Bayern Múnich casi invencible, el que aplasta a casi todos sus adversarios, es el otro, el que mezcla con salida en largo e intenta crear ventajas en banda para bombardear el arco con centros a la olla. Siempre empieza el primero. Cuando es necesario, acaba el segundo.
La iniciación del Bayern no tiraEl principal déficit del Bayern inicial reside en su salida de balón. Guardiola diseña circuitos que el fútbol no ha visto antes, su imaginación asombra, pero parte con dos limitaciones que cohíben su talento. La primera, que en el plantel bávaro casi nadie creció en una cultura de juego de posición y posesión. La segunda, que estos jugadores no terminan de ser los ideales para aplicar este modelo. Por ejemplo, Boateng, Javi Martínez y Dante en los primeros pases tienden más al nerviosismo que a la claridad. De igual modo, ninguno de sus medios troncales, Toni Kroos y Schweinsteiger, está provisto de calidad extra para el giro o el juego de espaldas cuando reciben el balón desde sus centrales. Guardiola lo confiesa, necesita tiempo. Cuando su salida sufre presión, aún chirría.
Con Alaba y Lahm/Rafinha cerrados, Bale y CR7 serían duros.
Luego está el tema de cerrar a sus laterales y usarlos como interiores. Puede entenderse de muchas maneras. Si se enfoca a lo ofensivo, con este ajuste se da espacio a Ribéry y Robben para que regateen en banda (1×1). Si fuesen desdoblados, sus laterales le acercarían la ayuda del extremo contrario. Es una teoría. Otra es que, al carecer de un pivote parecido a Busquets, Guardiola busque fortalecer esa zona para que, en el momento de la pérdida, el rival halle más obstáculos si quiere avanzar por el centro. Dicho esto, en aquéllas ocasiones en las que el Bayern no logra dominar, esta formación expone mucho a sus centrales si el adversario sale por fuera. Reus se puso las botas hace dos semanas. Cristiano Ronaldo y Gareth Bale podrían causar daños.
Pep Guardiola es versatilidadEn cualquier caso, Guardiola es un idealista pero sobre todo es un ganador y un competidor inteligente. Él sabe que la era del Barcelona (y la de los dos equipos creados para derrocarlo) ha llegado a su fin, que los conjuntos actuales no igualan ese nivel, y no se paraliza decepcionado. De inicio, como siempre, buscará imponer su juego de posición habitual y dormir al Bernabéu con una posesión eterna. Si el Madrid por demérito propio (no defiende peor que Arsenal o Manchester United y ninguno sufrió de más ante el Bayern en once contra once) o repentina explosión bávara resulta desbordado, pues ideal. Si no, Pep recordará como se ganaba en su época de jugador y actuará en consecuencia. Y en su época de jugador, la Champions se alzaba metiendo miedo y tirando de cracks.
Müller y Mandzukic son delanteros muy difíciles para el Madrid.
Se dice que Guardiola le tomó la medida al Bernabéu. ¿Seguro que fue algo especial? Sin duda fue más meritorio, pero, ¿resultó distinto a lo que hizo su Barça en el resto de estadios? O sea, ¿fue su estilo lo que marcó la diferencia en Concha Espina? Es difícil saberlo. La calidad era tan impresionante que no admitía profundizar en matices: el Barça era el mejor y ganaba. A todos. Sin embargo, lo del Bayern sí está más contrastado. El Bayern sí tiene la fórmula, el Bayern ha hundido al Real hasta con el peor equipo de su historia joven. Sus virtudes más típicas envenenan a los blancos desde tiempos inmemoriales, sobre todo dos: el juego directo a un «9» grandote y los centros desde el costado. Y si siempre fue así, el cruce de las plantillas actuales también parece ir en la misma línea. Cuesta mucho imaginarse una defensa sostenible y sin fallo del Madrid ante Mandzukic y Müller si son bien alimentados. Y cuesta menos imaginarse a Kroos dominando ese partido que uno en el que jugase más atrás. Tampoco se apostaría a que Xabi gozara en un choque donde Alaba y Lahm ganasen línea de fondo sin parar. Y qué decir de Casillas. ¿Podría Ancelotti frenar a ese Bayern genuino? ¿cómo saldrían Bale y Cristiano con los suyos tan presumiblemente arrinconados?
Guardiola no va a dejarse eliminar sin jugar esta carta. Si el Real juega mal, le evitará el mal rato. Pero si le impide dominar con el plan que él adora, le castigará con su pesadilla más temida: el FC Bayern Múnich.
Cesar 23 abril, 2014
@Abel
Abel, el dia de ayer el periodista @willy_sagnol puso en twitter que Guardiola ensayo con Neuer; Rafinha, Boateng, Dante, Alaba; Lahm, Javi M, Kroos de cara al partido de hoy. Aparte de las claras ventajas defensivas que aporta este XI, como crees que puede afectar ofensivamente? Explotara mucho su banda derecha el Bayern con dos laterales y Robben aun teniendo a solo un punta (Mandzukic/Muller) ? O como crees que afecta al desarrollo del juego en general?