El Celta de Luis Enrique acapara la pelota siempre que puede, asume riesgos para intentar ser creativo y los paga con una transición defensiva algo débil. El negocio le funciona porque, al fin y al cabo, su plantel es mucho mejor en la zona de arriba que en la zona de abajo y, gracias a su plan, está consiguiendo que lo positivo se note más que lo negativo. No obstante, dicha descripción resultaría poco precisa si el lector no fuese informado de que, pese a su esencia técnica y ofensiva, el ataque estático del Celta no siempre es fluido. Aunque es su voluntad, no siempre logra concretarla. Es decir, que, en resumen, Vigo no debería ser la salida más peligrosa para el Atlético de Madrid. Más bien al revés. El Celta le aliviará por decisión propia del peso del balón y le regalará espacios para correr. El problema es que, sin Diego Costa, ¿quién corre en el Atleti? Su baja lo transforma todo.
Diego puede ser muy importanteHace una semana hubiéramos intuido que, en ausencia del «9» de Del Bosque, Simeone optaría por entregar el equipo a Diego Ribas de cabo a rabo. O sea, que, amén de ponerlo, lo cual se da por hecho porque Arda tampoco comparecerá en Balaídos, el Atlético jugaría al son de su mediapunta brasileño; que Simeone buscaría dominar el balón en campo contrario con más pases cortos para asentarse cerca del área local y que sus déficits de rapidez y desmarques de rupturas no se notasen tanto. En teoría, Diego Ribas fichó, entre otras cosas, para retos así. Sin Diego Costa y habiendo cedido a Baptistao, que era el sustituto más natural, un discurso de repliegue y contragolpe no se sostiene con firmeza, y Ribas ofrece esa otra alternativa que, por jugadores, el Atleti sí podría ejecutar. Lo ocurre es que cada vez que se ha intentado ha salido mal.
El Atlético podría preferir presionar arriba como ante el Madrid.
La otra alternativa para los rojiblancos consistiría en presionar a toda cancha como hicieron el domingo pasado en el tenaz derbi madrileño. En cierto modo y salvando las distancias, la configuración táctica del Celta guarda parecidos con la del Madrid, incluso el papel de Di María y Augusto Fernández es más o menos similar, así que, si Simeone interpreta que su equipo está con los dos ojos en Vigo y ninguno en la Champions, el 4-2-3-1 súper agresivo sería buena opción. Al robar en campo contrario, ser lento lastra menos. Lo que sí debe considerar el Cholo si se decanta por esta apuesta es que Luis Enrique, a diferencia de Ancelotti, cuenta con un centrocampista especialista en auxiliar a su medular que se disfraza de delantero para influir por sorpresa. En el caso de que el Atlético salga a presionar a toda cancha, el duelo entre Rafinha y Filipe Luis decantará la partida. Si Rafinha controla y se gira, dominará el Celta. Si Filipe se le anticipa y lanza, mandará Simeone.
Helenio_Herrera 8 marzo, 2014
Interesante duelo, pero no debería ser muy igualado. El Celta tiene pocas opciones de hacer daño a una defensa del Atleti bien plantada en su campo.
La presión es una buena opción, sí, pero dado que el Cholo ha dicho que juegan Villa y Diego, sería un movimiento suicida. Presionar arriba sin Diego y Arda ya no tiene tanta gracia (incluso sin Raúl García, a menos de que hoy juegue tirado a banda).
Quizás las oportunidades del Atlético hoy pasen por encontrar un jugador más rápido, tipo el Cebolla, en el lugar de Arda. Y hacer de la banda izquierda una autopista. O jugársela al juego combinativo y meter a Adrian, que siempre lo hizo bien con Diego.
En mi opinión, aún con las bajas que tiene, el Atleti debería solventar la papeleta sin problemas. No hay nada que le cueste más al Celta que un equipo encerrado atrás. De hecho, el peor partido en ataque que han hecho fue contra el Espanyol, y estos no necesitaron a Arda y Costa para vencerles…