Ni Atlético ni Real son futbolísticamente los mismos que en los lejanos octubre y noviembre. Dentro de la regularidad de resultados que ambos equipos han cosechado durante toda la temporada, el punto más álgido de sus potenciales posibilidades presenta una distancia en el tiempo definida por la continuidad del proyecto rojiblanco y la novedad e importante renovación que acometieron los blancos con la figura de su entrenador. La reciente eliminatoria de Copa, de contundente victoria merengue, dejó claro el gran momento madridista, un equipo que tiene lo necesario para hacer menor a una fase defensiva que se ha demostrado, en muchos tramos de competición, sobresaliente.
Reflexionar porqué el Atlético estuvo lejos, real y futbolísticamente, del arco de Casillas, hoy el de Diego López, más allá de ausencias o momentos de forma, explicaría el equilibrio de los de Ancelotti y los ajustes que deberían realizar los del Manzanares para poder crear ocasiones a un bloque que actualmente no presenta falla evidente. Desde principios de año, cuando los de Simeone bajaron el pistón en el tramo de eliminatorias de Copa, los rojiblancos han matizado su parapeto. O al menos, lo han simplificado. Esa apabullante proactividad defensiva, que mezclaba rigor, robo, protagonismo sin la pelota, acción sobre el balón, etc., se ha transformado en una defensa más atrincherada en todo tipo de escenarios.
El Atlético ha perdido protagonismo defensivo. Lo necesita
Valencia, Sevilla, Athletic, Bernabéu, Milan. Cinco ejemplos similares en cuanto al comportamiento del blindaje colchonero. Es complicado que SimeoneEl ’14’ blanco, clave siempre ajuste tácticamente y espere su correspondiente en la intensidad y la cobertura, anhelando un punto físico o motivacional que solvente la diferencia palpable en la ida de Copa. Doble pivote, unidad defensiva, dos puntas. Anticipación, ganar la pelota dividida, interceptar balones con continuidad, aunque no se roben, que el balón salga fuera de banda, etc. Que defensivamente el jugador sienta que está llegando bien a las posiciones donde el Madrid es fuerte. Pero el Cholo sabe que éste no es el Madrid de octubre y que el Atlético necesita estar dentro del partido en términos competitivos.
¿Cómo conseguir ser protagonistas defensivos y acercarse a Diego López? Un debate muy interesante sería que, psicológicamente, Simeone haya preparado a su equipo como si enfrentara al Fútbol Club Barcelona. Y es que el Real Madrid de Carlo Ancelotti está siendo amo y señor del juego¿Ver el blanco como si fuera azul y grana? y sus circunstancias. El poso que atesora el once blanco posee una serie de mecanismos que se definen en: amplia superioridad en la zona más ancha, con los laterales haciendo anchísimo el sistema, con Benzema sumando una opción de pase, Cristiano libre, y Di María y Modric con posibilidad de desborde interior. Más Xabi Alonso, fundamental y definitorio, Ramos y Pepe. El Real Madrid juega actualmente con dos sistemas defensivos: Modric-Xabi y Ramos-Pepe. Y ante ello, el Atlético quizás se replantee su discurrir táctico, pasando a utilizar a Costa como banda derecha, a la espalda de Marcelo, por donde profundizar, aún viéndoselas con la mejor versión de Ramos, ganando un hombre más en mediocampo que iguale las fuerzas de la posesión de Carlo.
Quizá Cholo alerte a los suyos del peligro: el Real es un equipazo
Negar a los laterales madridistas un paso al frente dejaría a Alonso sin la altura con la que someter el campo rival y así retrasar profundidad en jugadores más adelantados. Seguramente Simeone diría «no» con la cabeza porque sin dos puntas, el trabajo sobre croata y tolosarra se afronta en inferioridad desde el primer momento, pero al manejar el Madrid idea y rendimiento de enorme ambición y gran exigencia física e intelectual, seguramente al Atlético se le quede corta la manta por algún lado. Y juegan en casa.
La solidez del sistema hoy local siempre ha producido en sus rivales inseguridad. Ante los mejores blindó a Courtois pero también a su homólogo. ¿Cómo crear inseguridad en un equipo que no tiene prisa, que juega muy ancho y muy largo, con Alonso como faro y con una calidad técnica que le acerca casi al total control del juego? Algo tendrá que hacer Simeone para acercar a su equipo a esos dos conceptos: que el balón es interceptable y que la portería rival anda cerca. No está en sus manos pensar en la cercana distancia en Liga y optar por un partido de mínimos. El Madrid le penalizaría. Básicamente se trata de tentarse. Cierto riesgo y algo más de vuelo a sus riendas. Eso o tomar al Real como si fuera el Barça de Leo.
Arroyo 2 marzo, 2014
No apostaría finalmente por ello, pero hay que plantear. Haya o rectificación táctica, Simeoen ha de tomarse al Madrid como un equipo hiperdominante. Creo que seguirá con 4-4-2 y búsqueda de su mejor versión, teniendo toda la semana para preparar el aprtido desde el punto de vista mental y físico. Pero el tema tiene su vuelta.