En la élite, cualquier equipo puede llegar a sentirse inseguro en algún momento. La presión es máxima, hay rivales de un nivel muy alto y nadie es tan bueno como para completar sin dificultades los 60 partidos de una temporada plena. Partiendo de ahí, existen dos modos de manifestar el titubeo o de protegerse del mismo, el normal y el del FC Barcelona. El normal consiste en regalar el balón, refugiarse en el área propia e invocar el espíritu de supervivencia más primitivo; el azulgrana, en coger la pelota, jugar a las cuatro esquinas e intentar que el choque transcurra lento y en paz para todas las partes. Se intuye que el Barça pasa ahora mismo por una de esas rachas en las que este plan es el que más valor le reporta, así que se espera que Iniesta juegue de extremo izquierdo y con el ánimo de dormir al Madrid.
Tata no saca las ventajas ofensivas que podría con Iniesta arriba.
Con Tito, Iniesta de 11 hería másEs importante matizar que Iniesta no siempre ha sido un elemento de mero control cuando ha ocupado la posición del «11». Con Guardiola era bastante agresivo y desequilibrante, y con Vilanova tomó un rol más mixto pero desde luego más ofensivo que el que le asigna Martino. De la mano del Tata, Iniesta muy rara vez fija a su lateral arriba o abierto, casi nunca hace una jugada de extremo puro e incluso es raro verle una de esas filigranas tan suyas sobre la línea de fondo. Aunque es capaz de todo eso y exista la amenaza de que lo haga, su hoja de ruta suele ser bajar a recibir o irse al medio e intentar crear líneas de pase que favorezcan una circulación de balón lo más segura posible para empezar y lo más fluida que se pueda para concluir. En cuanto al éxito medio de la faena, puede decirse que es moderadamente alto. Andrés es un maestro, se siente cómodo revoloteando y no da puntada sin hilo cuando participa. Y está on fire, le sobra energía para no parar de moverse e intervenir. Existen pegas (aquí contadas), pero si acotamos los objetivos a frenar el partido y que el Barça monopolice la posesión, es casi una garantía.
El Real no es perfecto en ningún plan, pero es notable en todos.
Expuestas las bondades, que de verdad son importantes y de llevarse a cabo con precisión entregarían el control del Clásico al Tata Martino, vayamos con algunas situaciones que coexistirán en la noche de hoy:
1. Ancelotti es Morfeo.
El Madrid de Ancelotti se desenvuelve de maravilla en ritmos lentos. Se le ha visto cometer errores en días de mucha intensidad como los de San Mamés, el Calderón o La Rosaleda, pero cuando sus rivales son calmados y es el Real quien acelera, el equipo parece dominante.
2. ¿Quién ataca a Carvajal?
En defensa, aunque es muy fuerte, este Madrid adolece de dos puntos débiles. El primero es táctico y reside en Di María; y el segundo, más individual, se trata de que su lateral derecho no es un futbolista fiable a día de hoy. Carvajal es nervioso, impulsivo y deficiente cubriendo su espalda o cerrando su palo. Pese a que Iniesta es un genio y lo normal es que le haga un roto, queda la sensación de que un Pedro obtendría de él ventajas más decisivas.
3. La familia numerosa de Alonso.
Andrés desde la banda ha creado ventajas numéricas ante medulares tan vacías como la de Pellegrini, pero el Madrid protege esa zona con dos centrales anticipadores que no tendrán un «9» que les fije, un mediocentro, dos interiores y, en este caso, la carta de Carvajal, que al estar libre podría hacer coberturas por dentro. Iniesta por puro talento puede darle la vuelta a todo, pero no supondría una mina táctica de por sí como contra otros oponentes.
4. ¿Y si el Madrid no quiere?
Hace poco asistimos al primer día en el que el Barça intentó asentar esta posesión defensiva de la que hablamos y no pudo hacerlo: el 2-1 del Camp Nou contra el Manchester City. Los ingleses son un conjunto sin orden ni talento defensivo y lograron abrir el partido sin demasiado esfuerzo. Si este precedente fue debido a algo más que un mal día aislado, el Madrid estaría en facultad de ralentizar o acelerar el partido a voluntad según le conviniera.
Por concluir, digamos que, si el FC Barcelona confirma la apuesta por todos los bajitos juntos, sus fans corroborarán ipso facto una noticia mala y otra buena. La mala es que, para que el Barça triunfe así sobre el Madrid, Iniesta deberá completar una noche de antalogía. La buena, que Andrés puede hacerlo. Aunque, la verdad, hoy, justo hoy, parecería más potenciado siendo el interior, desafiando a Modric y aprovechando lo de Pedro contra Carvajal. Si el Tata prefiere control, claro lo tendrá.
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Sanrik 23 marzo, 2014
Desde el lado madridista no voy a decir que tengo pánico a Iniesta pero algo de miedo tengo con todo lo que arrastra y descoloca cómo se ponga por banda a tocar y "jugar" con el balón.
Por otra parte tengo la sensación que Modric va a ser alguien muy importante dentro de unas horas. Ya digo que es una sensación pero me lo imagino repitiendo el partido de España-Croacia.
Modric puede permitir empujar al Barcelona, filtrar algún pase o incluso abrir a banda. Obviando por supuesto que es un genio evitando la presión del contrario siempre y cuando esté fresco.