Sergio Canales creció en el seno de una especie en peligro de extinción a la que pronto abandonó a su suerte. Mediocentro de formación, organizador de los de antes, siendo un renacuajo la perla del Cantábrico lucía pausa y precisión, visión y sentido, jugaba de cara y con mucha gente por delante. Elegante en el gesto y apuesto en el rasgo, su pequeña figura honraba un viejo oficio sin aprendices. Pero ocurría que el niño tenía un no-se-qué con el gol, y ante eso no valían romanticismos. Le adelantaron unos cuantos metros y cuál fue la sorpresa cuando nada cambió: entre líneas Sergio Canales también lucía pausa y precisión, visión y sentido, recibía de espaldas y jugaba de cara, con menos gente por delante y la portería más a mano.
Resultaba que la técnica del chico no era sólo bonita, sino portentosa, como su talento para administrar ese bien tan preciado que son los espacios en medio del equipo rival.
Canales era un chico de gran técnica y precisión en el juego.
Preso de un rendimiento distorsionado por continuas lesiones, resurrecciones y procesos de adaptación a nuevos proyectos, a Sergio Canales le pesa más lo que no ha ganado que lo que ha perdido,Canales vuelve siempre bien que no es tanto. El cántabro, que ha caído muchas veces, siempre vuelve, y acostumbra a hacerlo entonado, cambiando partidos y avalando sistemas, exigiendo presencia en las crónicas a la mínima oportunidad. En el corto plazo asombra pronto porque su cuerpo magullado sigue respondiendo al son de una calidad que le exige menos hazañas que gestos medidos. Es en el largo recorrido que no ha convencido, quizá porque nunca lo ha tenido. Sergio Canales sigue siendo un futbolista muy parecido a la imberbe promesa que fue, con la ventaja de que por entonces ya era un jugador asombroso y la carencia de un bagaje sostenido que haya esculpido su peso en la competición.
Cuesta imaginarle corazón de un equipo, figura en su proyecto, ascendente constante sobre el curso futbolístico, semana tras semana. Como cuesta horrores escribir esto sobre un futbolista de veintidós años.
Este año, Xabi Prieto no está dando su mejor nivel.
Pero la Real Sociedad no parece buscar en Sergio Canales un futbolista titular, aunque puede que lo encuentre si se tercia. En San Sebastián los roles están claros y el del capitán es el que mejor sentaría a nuestro hombre: aunque lejos de su mejor versión, Xabi Prieto aporta pausa y control donde cuesta encontrarlos, calidad a la vieja usanza como la que ofrecería el trágico genio cántabro a un equipo que a veces la requiere en la banda y otras en el carril central. Ambos son espacios familiares para Sergio Canales, a quién ya no se espera por detrás de los mediapuntas. Y quizá tampoco fijo en un once tan exigente, pero quién sabe. Si siempre vuelve es porque está buscando algo. Quizá un lugar en el que quedarse.
ILoveCholo 4 febrero, 2014
Me parece un acierto tremendo su fichaje. Creo que poco van a durar Griezmann y Vela y ahí puede encontrar su sitio. Tiene media temporada para irse acostumbrando a la ciudad, al equipo y a sus compañeros. Será el primer sitio donde no tengan prisa con él.
Ojalá todo le vaya bien pq es un jugador muy joven que ha tenido muy mala suerte con las lesiones.