No fue la velada copera que esperábamos. Faltó ambiente en las gradas y fútbol en el césped. Barcelona y Real Sociedad ofrecieron un flojo espectáculo del que cuesta rescatar aspectos positivos. La Real resistió 45 minutos con un futbolista menos pero su nota global no fue para tirar cohetes. Su entrenador trazó un plan inteligente pero fallido en la ejecución. Aguantaron por un par de guiños del azar y porque el Barcelona anda mareado, confuso como no se recuerda desde hace más de un lustro.
Catalanes y vascos decepcionaron en un mal partido de fútbol
Desde primera hora quedó claro que Arrasate había estudiado a fondo la reciente victoria del Valencia en el Camp Nou. Su Real salió con un 5-3-2 muy defensivo y retrasado. Apuntar que los tres del medio buscaban cerrarse siempre que podían y que arriba Griezmann y Carlos Vela gozaban de libertad para moverse. La diferencia con el método Pizzi radicaba en que la Real quiso contragolpear por fuera, a través de su crack mexicano. Así arrancó el duelo táctico.
Ese repliegue en 5+3 tuvo varias consecuencias. Por un lado, el bloque de ocho hombres impedía girar a cualquiera que pasara por allí. Incluso a Messi, que ayer no tuvo tanta presencia atrás como ante el Valencia. AsíArrasate logró marear a Alves pues, los espacios estaban fuera, en los costados. Al jugar con línea de cinco, un pivote y dos interiores, la figura del extremo desaparece, por lo que los laterales rivales no tienen una marca fija. Pueden subir con comodidad…. y dejan espacios. Ahí entraba en acción Carlos Vela, siempre atento a la espalda de Alves. A campo abierto, el ex gunner fue tan superior a Piqué como podía esperarse. La transición defensiva del Barça tiritaba con cada pelotazo hacia Vela.
Carlos Vela tuvo asustado al FC Barcelona toda la primera parte
La propuesta donostiarra falló por dos cuestiones. Una, comprensible y lógica pero que ha de comentarse: con tantos futbolistas por detrás de la pelota y recuperando tan abajo, el contraataque era una quimera. Todo quedaba en los milagrosCesc hizo que el FCB centrase de Vela y Griezmann. La segunda cuestión hay que sumarla en el haber del Barcelona. Si en la derecha Alves y Alexis no producían demasiado, en la banda izquierda la cosa era algo distinta. Cesc fue relevante a la hora de crear la superioridad numérica en el lado zurdo. Alba y Pedro (curioso, el lateral más en zonas interiores) se pegaban a Elustondo (interior derecho) y Zaldúa (lateral). Al no haber extremo para defender tres contra tres, el triángulo culé podía tocar y centrar al área. ¿Era esto una derrota de la Real? En el fondo no. Los txuriurdines son de lo mejor de nuestra Liga despejando esos centros pero anoche esa solidez no existió. El Barça remató varias y mereció marcar sobradamente. Lo evitó un fabuloso Zubikarai.
Entonces llegaron el gol y la expulsión de Íñigo Martínez y todo desapareció. Todo. En la Real podía entenderse. Arrasate pasó a 4-4-1, con Vela en punta (luego pasarían por allí Griezmann y Seferovic). Se diría que acertó el técnico vasco. Su equipo estuvo más firme con la línea de cuatro y el nuevo sistema parecía más apto para soñar con una contra que nunca sucedió. Lo del Barça ya fue más raro.
La segunda parte fue de una calidad futbolística realmente baja
Iniesta de extremo, Pedro de “9”, Messi a la derecha, luego casi de enganche… la segunda mitad del Barcelona fue una sucesión de intentonas sin voluntad común. La sensación es desconcertante, como de no saber qué pasa. Hay un detalle que resulta muy llamativo: por segundo partido consecutivo fue imposible encontrar una actuación notable en un jugador azulgrana. El asunto es más grave si pensamos que el Barça tiene a Lionel Messi. Un Messi que está rápido, que desborda, al que le salen los regates, pero que su equipo no sabe aprovechar. Leo no tiene oportunidades y casi no chuta a puerta. Tampoco encuentra a sus compañeros. Martino ha querido que su colectivo se independice del messicentrismo (y no sin motivos) y en la búsqueda de nuevos automatismos el caos ha aparecido. A semana y media de visitar al Manchester City, el Barça atraviesa su pico de juego más bajo desde los últimos días de Frank Rijkaard.
@DavidLeonRon 6 febrero, 2014
Aquí dejo un tweet del compañero @busi1325 donde se aprecia bastante bien el planteamiento de Arrasate anoche: https://twitter.com/busi1325/status/4312097407360… "5-3-2 y que me centren".