Un gol de Gervinho ha dejado al mejor equipo de Italia sin copas y ha abrillantado aún más la temporada del inmediato perseguidor. La Roma esperó su momento. Y lo tuvo. Con momento como palabra clave, la cual será nombrada más adelante para explicar a qué se debió tal revulsivo, daremos el giro a esta crónica que se quedó con ganas de contar lo que fue un gran partido.
Porque no lo fue, sobre todo en la primera parte, con guión asemejado al duelo liguero. Repleto de suplentes en el lado bianconero –Storari, Isla, Peluso, Marchisio, Quagliarella, Giovinco-, la Juve replegó sin grises, retomando la idea de anular espacios a Maicon y Gervinho, los romanistas más veloces y exteriores, y dejando a la Roma sin respuesta en el metro donde realizar cada acción ofensiva. Con Totti, Fiorenzi y Gervinho trabajando tímidamente sobre los tres centrales juventinos, y Nainngolan donde Pjanic, los de García la tenían pero con ella no agredían. Difícil de paladear fue la media hora desde el pitido, repleta de imprecisiones y carente de ocasiones.
Conte rotó y replegó. Partido muy flojo de los turineses
Pjanic remarcó las diferenciasLa Juve, con tanta rotación, perdió autonomía para acercarse al gol, con Giovinco siempre superado y la pérdida de calidad y potencia ofensiva de los Pogba, Lichsteiner y Asamoah fuera del césped. No salía la Juve, no sufría el Olímpico. Ambos equipos hicieron muchas cosas parecidas aunque, obviamente, nunca a la vez. Si uno replegaba –Conte al principio, la Roma en la reanudación-, el otro rara vez se atrevía a buscar el gol desde la elaboración. Más balones largos que rasos e interiores. En el final de cada parte, los giallorossi forzaron la máquina y fueron a por Storari. Momento.
Y salió Pjanic. El hombre más creativo y punzante que tiene la Roma en su plantilla sirvió para encontrar un balón profundo para Strootman. La Juve buscó en Llorente y Tévez su primer tiro a puerta y no llegó. Quizá Conte arriesgó demasiado con tanta cara inhabitual, siendo la Roma el rival, partido único, y de visitante. Sin Champions ni Coppa, la Juve es todo domingo. La Roma renueva su espíritu en busca del milagro liguero.
@DavidLeonRon 22 enero, 2014
Sin Champions ni Coppa, la Juve es todo domingo
Grandísima frase que refleja lo duro que es para un coloso quedarse sin Europa. Es como si todo lo demás perdiese sentido.