Para el Atlético era una final porque era su estatus el que pendía del resultado. El Barça iba a salir del Calderón como el más firme candidato a esta Liga independientemente de lo que obtuviese, pero los rojiblancos tenían que evitar la derrota para seguir soñando. Ante este hecho, el ganador Simeone respondió yendo a por los tres puntos, aun sin salirse de su defensivo guion. Acabó la noche poniendo al Cebolla por Tiago (mientras Martino metía a Sergi Roberto donde Pedrito) y la inició cambiando el dibujo que había venido usando contra el FC Barcelona con el objetivo de crear más ocasiones de gol.
D. Costa y Villa, juntos atrásNo había 4-5-1 en el Atlético de Madrid; desde la primera jugada quedó claro que el esquema sería el 4-4-2 y que Diego Costa no iba a estar pendiente ni de Jordi Alba ni de Dani Alves. Su función defensiva fue clónica de la del día del Bernabéu; se alineó en paralelo con Villa y crearon una primera barrera protectora que se situó entre Busquets y, en principio, el dúo Xavi e Iniesta. Lo que se persiguía con esta propuesta era que las únicas opciones de pase seguro para Busquets fuesen Piqué y Mascherano, que, a su vez, para estar más desmarcados tenderían a retrasar su posición. El espacio que originaron entre el mediocentro y los centrales fue el que utilizó el Atleti para atacar en su gran arranque.
Xavi quiso desplazar a Busquets desde el minuto 1 de partido.
El culé peor parado en ese primer cuarto de hora fue el propio Sergio. No podía imponerse al trabajo de su rival; perdía la pelota cuando era presionado. Para estabilizar la salida azulgrana, Xavi, que había estado merodeando por ahí atrás desde el inicio, le pegó un empujón espiritual y se alzó como el hombre al que dar el primer pase. Automáticamente, la opción de ver al mejor Barça se anuló (aquí se explica por qué), pero el Atleti pasó a no oler el esférico. El partido parecía de dirección única.
La electricidad de Iniesta permitió al Barça subir sus líneas.
Miranda volvió a dejar huellaPese al dominio territorial, la delantera azulgrana no disfrutaba de ocasiones. El sistema defensivo comandado por Miranda (qué central) rayó a un nivel tremendo y la agresividad colectiva fue la de Gabi, que es como decir que fue la máxima posible. Tan sólidos se mostraron que Courtois no realizó ni una acción de mérito en los 90 minutos; una noticia fabulosa para el Cholo porque el belga no dio señales de estar muy inspirado. No obstante, hubo dos atacantes que sí brillaron del lado del Barça. El primero, Iniesta. Sin estar estelar, se movió por todo el ancho y mezcló velocidad con precisión; un cóctel que como mínimo es inquietante. Casi todas las pequeñas desventajas que Miranda tenía que equilibrar salieron de las botas de Andrés. Las otras fueron cosa del número «7».
Pedro y el Barça tuvieron suerte al encontrarse; retos como el de ayer así lo confirman. En el día a día sus decisiones son perfectas porque es un soldado del juego de posición, un prudente seguidor del sistema; pero cuando el oponente es TOP y comprime el tiempo y el espacio, llega el momento de improvisar y se descubre que es un futbolista muy, muy nervioso. La primera idea que se le ocurre es la única que baraja; por eso es Pedro y no Ribéry, pero incluso con esta pega que le aleja de la élite, cuando está a tope en lo físico es un diablo. Mientras que Alexis relaja al contrario por su imprecisión e incluso, por ahora, Neymar por el excesivo tiempo que se toma cada vez que controla un balón, Pedro al 100% implica 90 minutos de acoso, derribo y peligro de gol. El canterano ahora mismo es un activo competitivo. Ayer, hasta las tres carreritas de Messi, fue la única pieza que de verdad intimidó.
Piqué y Mascherano fueron muy superiores a Villa y Diego Costa.
En cualquier caso, ya se apuntó, el Barça extrajo más rédito defensivo que ofensivo de su dominio territorial. Se debió a dos factores. El primero, que Mascherano y, sobre todo, Piqué estuvieron espléndidos. Como pareja superaron de manera rotunda a la compuesta por Villa y Costa; supieron defender el área en los mejores instantes colchoneros y, para dejar al Atlético sin salida, achicar la distancia entre sí mismos y Busquets en los mejores de los culés. El segundo factor fue el revés a la jugada de auxilio que ideó Simeone; la de inclinar a Diego Costa hacia Jordi Alba y salir en largo hacia él. La mayoría de las veces el Barça recuperó fácil la posesión. La parte positiva fue que el Atleti sólo perdió un balón tonto en su propio campo (Juanfran), dejando a los del Tata sin posibilidad de contra, que es como suelen abrir estas latas.
Arda Turan giró el 2º periodoAntes de ese error sin consecuencias ya se había superado el ecuador del encuentro y Messi había ingresado por un Iniesta lesionado. A decir verdad, el Barça perdió juego con el cambio. Leo no se movió demasiado, Godín y Miranda aprovecharon para comerle metros al campo, Cesc como interior no compareció y en general fue más sencillo para Gabi robar más arriba y montar ataques. Su principal socio fue Arda Turan, cuya actuación recordó a las típicas de Mesut Özil ante el mismo adversario en días pasados. Estuvo brillantísimo, no se la quitaban, atraía marcas y la soltaba al libre. Durante el grueso del segundo tiempo el Atlético jugó mejor que el Barcelona, aunque no terminó de entenderse por qué tardó tanto Simeone en dar entrada a Raúl García en el lugar de David Villa. En estos momentos el asturiano parece un tapón para su equipo.
Al final, el Barça estuvo a punto de aprovechar un fallo del Cholo.
Luego llegaron los minutos finales, que fueron muy interesantes. Los espoleó Diego Pablo, que se pasó de valiente. Los rojiblancos estaban llegando más, el Tata había introducido un centrocampista extra para equilibrar y el Cholo hizo el Cebolla por Tiago, bajando unos metros al disminuido Koke. Pues justo por ese vacío que dejó el luso entraron Fàbregas, Messi y Neymar alguna vez, si bien, amén de ser genial, el técnico argentino está tocado por la varita y se salvó de encajar el gol del incauto. Encima podrá decirle a su vestuario que el Barça firmó el empate y ellos fueron a por la victoria. Éste no deja escapar ni una. Aunque el campeón invernal siga siendo el vigente campeón de Liga.
javi15195 12 enero, 2014
Me quedo con la imagen de Xavi riéndose jajaja en tu salsa Abel! Hay que destacar también que Alexis y Cesc desactivados en la primera parte. Me hubiera gustado más ver al chileno revulsivo, diciendo esto de forma ventajista. Mientras tanto, el ex del Arsenal solo pudo tocar la pelota con clarividencia por detrás de esas dos líneas tan juntitas que planta el Cholo en defensa. Por parte del Atleti, esperaba a Raúl García para llegar al área como sabe hacerlo. También destaco otra cosa, que me pareció interesante, y que yo no había visto hasta ahora (corrígeme si me equivoco) del equipo del Tata: ante la muralla central colchonera, trataron de buscar la banda para el centro, cargando el área con numerosos efectivos. Otra alternativa ante un sistema defensivo tan rocoso y que poquitas veces (creo) que se encontrará el Barcelona.