Se veía venir. Atlético de Madrid y Sevilla protagonizaron el duelo áspero que insinuaba la previa. El Atleti dio continuidad a su mes de enero, es decir, defendió bien y atacó mal, exceptuando algún pasaje de la primera parte que debe resaltarse. Lo del Sevilla también fue “más de lo mismo”, que en su caso es más positivo que negativo aunque su fútbol a veces nos deje de piedra.
El encuentro fue justo lo que se esperaba de ambos conjuntos
El Atleti inicia la jugada. Miranda y Godín conducen y nadie les sale al paso. ¿Dónde están Bacca y Rakitic? La posición de los delanteros del Sevilla fue la sorpresa táctica con la que arrancó el choque. Unai Emery colocó a sus hombres más adelantados casi en seguimiento fijo sobre el doble pivote colchonero. Tanto fue así que Bacca llegó a su propio córner siguiendo a Gabi. Con el permiso del Sevilla, el Atleti cruzaba fácil la divisoria. A partir de ahí comenzaba la batalla.
La decisión de Unai se entendía como buena desde el momento en que Koke, Gabi (los marcados), Miranda y Godín (los liberados) no producían nada con la bola. Sin embargo, lo que no esperaba el técnico vasco es que durante mediaDavid Villa jugó mucho durante treinta minutos horita Costa y Villa recuperaran gran parte de su inspiración. En el caso de Diego no fue tan notorio porque su nivel, por más que haya bajado en las últimas fechas, sigue siendo muy alto. Sea como fuere, apareció y tocó. El Sevilla buscaba apretar el primer pase vertical de los locales y a Costa le correspondía la marca de Nico Pareja, al que superó con claridad en esos minutos. Pero el plus llegó desde un David Villa por fin activo. El Guaje permitió que Arda y Filipe tuvieran el apoyo extra que perdieron hace meses. El Sevilla se había abierto por dentro y Villa había castigado. No era el Atlético de Madrid de octubre –ni por asomo– pero transmitía una frescura olvidada.
Villa y Diego Costa neutralizaron de entrada el plan de Emery
Si la forma de presionar trajo la citada novedad de Rakitic y Bacca, con la bola no hubo nada nuevo en el bando visitante. El Sevilla ha decidido jugar directo y ante un Atleti que muerde, más todavía. La pelota sale de la defensa¿Abusa Unai del juego directo? directa a Bacca, sin pasar por el doble pivote, lo ocupe quien lo ocupe. El colombiano, gran mérito el suyo, se ubica siempre del modo correcto y logra dejadas para que Rakitic las gestione. Por supuesto, nada de esto es reprochable. Después de todo, Carlos e Ivan forman una dupla determinante en la Liga BBVA. Pero claro, el Sevilla termina pecando de simple. Anoche finalizó la primera mitad con un 63% en pases. En otras palabras, cuatro envíos malos de cada diez intentados. Excesivo. El Sevilla mete mucho pelotazo.
Para hacer útiles esas entregas kilométricas, Unai tiene el recurso de la doble punta. Gameiro y Bacca se reparten los espacios y el Sevilla es automáticamente más profundo al tener dos receptores arriba. Ahí Rakitic baja al doble pivote y se convierte en quarterback. Obviamente la probabilidad de un buen pase largo crece pero el defecto de la verticalidad desmesurada se mantiene. Rakitic no juega con voluntad de frenar nada. Nunca supo hacerlo y tampoco se lo piden.
Rakitic atrás suma precisión pero no capacidad de parar al Sevilla
El que realmente cambió el escenario fue Marin, al que se suponía que iban a situar de extremo izquierdo pero no; el alemán jugó casi de interior, buscando la compañía de Rakitic. Con su pausa, Marko –él sí– entregó el control del partido a su equipo. Ocasiones pocas, la verdad, pero el empate tenía su explicación. A partir de aquí, emotividad de un Atlético ante la oportunidad del liderato y golpes, muchos golpes. El fútbol se acabó sobre la media hora de la primera mitad, cuando Villa se cansó de participar.
Psikófilo 20 enero, 2014
En línea de mi último comentario sobre el Atlético de Madrid, creo que el Cholo está haciendo gestión de un bache esperado con bastane solvencia. En anteriores partidos se había agarrado a la defensa, bajando la línea de presión y, en general, bajando la intensidad en todos los lances que han caracterizado al Atlético este año (robo, despliegue y repliegue). Con eso sigue saliendo sin derrotas, mientras gestiona también el segundo reto de cambiar parte del juego para hacer frente a rivales que se encierran y entregan el balón sin tapujos.
Ayer hubo algunas novedades: la chispa de la primera media hora, generalizada, aunque tuviera a Villa como protagonista, y el cambio en las jugadas de estrategia (bienvenido segundo palo, y a ver con qué ramillete nos sorprende Vizcaíno). Habrá que ver si Simeone va metiendo más cosas mientras se recupera el tono que permita recuperar la intensidad, seguramente no antes de mitad de febrero.
Maldita Copa, mira que ponerle la épica por delante al Cholo…