Tres buenos soldados, un trío de personajes fascinantes, una excelente guarnición a la que puede que le falte la pieza principal que da verdadero empaque al conjunto. Quizá por eso las aventuras de los tres mosqueteros las protagoniza un cuarto espadachín, ese intrépido D’Artagnan en la flor de una juventud madura, de templanza y capacidades imponentes: un personaje capital que no identificamos entre la nómina de centrales que maneja Deschamps para cerrar un equipo dubitativo que quiere disputar la corona mundial.
¿Quiénes serán los centrales de la Francia de Deschamps?
Aún magullado, Abidal significa competitividadEl veterano Abidal es Athos, el mosquetero más experimentado del grupo. En el plano atemporal es quien ha acreditado mayor consistencia como central de élite en gran cantidad de batallas. Sus cualidades son notables y a falta del refinamiento de sus fogosos camaradas aporta al rol defensivo una solidez que significa competitividad. Una virtud fundamental para un equipo que apunta a un Mundial, una elección clara si no fuera porque Abidal es, como el Athos de Dumas, un personaje crepuscular. No hablo del color de piel, sino del pasado oscuro de quién no convenció como central hasta muy tarde, del despliegue actual del que acarrea terribles cicatrices y de una veteranía que aporta tanta experiencia como pesadez en un cuerpo magullado.
Koscielny es el más elegante, pero hay dudasA Koscielny en cambio le pasa un poco lo que a Portos. Si bien anda lejos de la corpulencia del fornido mosquetero novelesco el central de Wenger luce no pocas cualidades en el combate, destacando entre ellas el arrojo y el desparpajo del más temerario de los espadachines de Dumas. Como Porthos, el joven central lemosín es en este trío el más vulnerable a los gozos de la fama, ansioso de gloria, algo embebido de una osadía que le merece los mayores elogios del gentío parisino. Viste y anda como un príncipe, luce elegante y llamativo en los lances más feroces y si bien se impone no pocas veces su desparpajo también ofrece al enemigo huecos impropios de una guardia ortodoxa.
Varane opta a ser el futuro D’ArtagnanPor su parte Varane es la viva imagen de Aramis. El más joven del grupo, no por ello el menos sensato, desconocemos si la bisoña perla madridista contempla un futuro ingreso en el seminario pero identificamos en su precoz estrellato unas maneras asombrosas. Si Abidal encajaría mejor como sabio mentor del héroe y Koscielny se ha quedado a medio camino de ese papel protagonista Varane está llamado a ser el D’Artagnan de un futuro cercano. Pero aun no lo es: ligero y preciso como Aramis, el joven central francés atesora un talento sin fisuras pero aún muestra costuras en los envites más rigurosos, sufre ante los oponentes más pesados y todavía no siente el combate como un hogar cálido y familiar.
¿Deschamps descubrirá ante Ucrania a su particular D’Artagnan?
Desventajas del entrenador de fútbol frente al escritor de folletines, el seleccionador francés no puede sacarse de la chistera una primera espada que eleve el listón del eje de su zaga. Deschamps tiene lo que tiene, un buen plantel de personajes con el que construir una aventura incierta, llena de subtramas intrigantes, golpes de efecto y giros inesperados en el último párrafo de capítulo. Quién sabe si en uno de ellos descubrirá algún protagonista sorprendente vestido con el manto de secundario.
@SharkGutierrez 12 noviembre, 2013
Cada día me gustan más las analogías o las comparaciones de personajes literarios (bien sean de un libro o de un cómic), con la realidad.
Ciertamente, Varane no está bien y tengo la sensación de que le llega muy pronto el Mundial o, al menos, su camino. Es por esto que la experiencia de Abidal va a ser nota predominante. Lo que no tengo tan claro, es Koscielny. Mucha gente me indica que es rápido…pero la sensación que tengo es que es un central cualitativo con balón, pero muy "colegas" de los Hummels, David Luiz, etc…tienden a salir en la foto.
Supongo que todos los centrales así, es lo que tienen…pero no sé hasta qué punto esto es competitivo. Hay un pequeño déficit ahí.
Por cierto Marc, ¿quién sería D'Artagnan en esta comparativa?